Cameron dice que Cataluña "debe ajustarse a la ley" y que quedaría fuera de la UE si fuese independiente
- Rajoy se ha reunido con el primer ministro británico en La Moncloa
- El presidente del Gobierno, abierto al diálogo pero no sobre la unidad de España
El primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en La Moncloa que si Cataluña quiere "tomar otro camino", debe "ajustarse al imperio de la ley" y ha advertido de que su independencia de España supondría la salida de la Unión Europea.
Preguntado por si el caso de Cataluña tiene comparación con el de Escocia, ha dicho que "las situaciones no son iguales" pero que, en cualquier caso, los países "están mejor juntos" y son "más prósperos juntos".
"Si tuviera que transmitir un mensaje, sería el mismo que en el Reino Unido. Estamos mejor juntos, somos más fuertes", ha inistido.
Ha avisado a Cataluña de que una salida de España supondría "ponerse a la cola del resto de países candidatos para entrar en la UE".
El dirigente conservador tuvo que hacer frente hace un año al referéndum sobre la independencia de Escocia que se saldó con la victoria de los que optaban por seguir formando parte del Reino Unido.
El mensaje de Cameron se une al que trasladó la canciller alemana, Angela Merkel, el pasado martes en Berlín, también en compañía de Rajoy, al defender el respeto a la legalidad que garantiza la soberanía e integridad territorial de cada estado de la Unión Europa.
Rajoy, abierto a dialogar, pero no sobre la unidad de España
Por su parte, Mariano Rajoy se ha mostrado abierto al diálogo pero no sobre la "unidad de España o la soberanía popular".
"El diálogo que quiere Artur Mas es una adhesión a su hoja de ruta para la independencia y eso no lo puedo aceptar porque eso no lo decide ni el president de la Generalitat ni el presidente del Gobierno, sino los españoles", ha aseverado en la conferencia de prensa conjunta.
Ha asegurado que el presidente catalán ha entrado en una "dinámica muy perniciosa" que "no conduce a ninguna parte" y, aunque ha dicho que él está "dispuesto a dialogar" como ha estado "siempre", ha añadido que "para que dos partes puedan hablar, las dos tienen que tener la voluntad de hacerlo".