La pasarela propone moda real, pegada a la calle
- Los diseñadores aparcan la creatividad para vender mejor
- El vestido es la prenda estrella, en todas sus versiones
- Blog: Laura Sánchez y el éxito de Bloomers&Bikini
África y Asia parecen ser las fuentes de inspiración de las que más beben los diseñadores de MFSHOW Women. Dos continentes diferentes, dos culturas distintas, dos mensajes.
Otra de las referencias más utilizadas en todas las pasarelas es la estética de los años setenta, así que no cabe duda, la ecuación ganadora es la suma de estos tres códigos.
Códigos que se adaptan a propuestas reales, fáciles de llevar y perfectas para seducir a la clienta que busca ropa y moda para ponerse cada día. Algunos diseñadores lo saben y dejan aparcada la creatividad para centrarse en lo que funciona, en lo que vende.
Setentera es la propuesta del asturiano Marcos Luengo, al menos en cuanto a formas y patrones. La colección se trabaja con texturas variadas que van desde el omnipresente neopreno a la cálida piel de cordero, ligera, sensual.
Sensual es también la bandera de tejidos nocturnos. Las organzas y el satén se tiñen de colores exóticos para dar forma a túnicas y vestidos vaporosos. Destacan las piezas y detalles en cuero que adornan, y sujetan, vestidos, aportando un toque roquero, delicadamente roquero.
La colección de Bloomers&Bikini, la firma de la modelo y actriz Laura Sánchez va estructurada en tres estilos: estampados florales, estilo étnico y mix de topos y rayas. Tres líneas de acción para seducir a un abanico más amplio de clientas.
Junto a su famosas braguitas-bikini vimos prendas básicas en tono liso, que son complementos para lograr un look perfecto en la playa o la piscina. Durante el desfile se podían comprar en su tienda online diez prendas en tres tallas, un regalo para calmar la ansiedad de su legión de seguidoras.
Gilles Ricart dejó la pintura para dedicarse a la moda aunque, como buen artista, no se desprendió de su estilo ni de sus pinceles. Y es que sigue pintando, aunque ahora su lienzo es la piel, sobre todo la napa y el ante.
Sus vestidos, chaquetas y quimonos se realizan con distintas texturas, formando un patchwork que mezcla culturas, colores y sensaciones. Vemos así retales que van en liso con otros troquelados, o en tono beige con otros en negro, o suaves con rugosos.
Los años 80, coloristas y vitalistas, marcan la propuesta que presume de realista y comercial. Sus prendas son únicas, porque son el resultado de un sentimiento, de un arrebato, de un capricho de autor.
Aurelia Gil es otra de las creadoras que pone la vista en África. La película 'Mogambo', y especialmente Ava Gadner, inspiran una propuesta femenina, un tanto retro y con aires pop.
Los tejidos, agradables a la vista y al tacto, hacen que las prendas sean cómodas y destacan los estampados sobre seda, realizados artesanalmente en su taller de Las Palmas de Gran Canaria, que en esta ocasión recrean un bello jardín de orquídeas.
Yono Taola es uno de los diseñadores más cercanos a las necesidades de la calle. Su estilo, joven y urbano, coquetea con las nuevas tecnologías con las que logra prendas y complementos que van realizados con la impresión 3D.
Su desfile es un viaje por Asía. Así vemos brocados chinescos, tules bordados que recuerdan a La India, estampados florales que huelen a Tailandia y vestidos de rejilla que hacen un guiño a Corea.
Y seguimos viajando, ahora en el tiempo, y de nuevo lo hacemos a los años setenta para disfrutar el hippy de Highly Preppy. Flecos, flores, encajes, símbolos pacifistas y colores suaves recrean el ambiente de unos años horrendos, en cuanto a la moda se refiere.
Los setenta nocturnos y sofisticados que hicieron mágicos it-girls como Bianca Jagger o Marisa Berenson se mantienen frescos y atractivos. Pero el estilo hippy, por mucho que nos empeñemos, ha envejecido muy mal. Hace falta mucho talento y un buen diseñador-cirujano para actualizarlo con éxito.