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Turquía realiza una incursión terrestre en Irak contra los kurdos en una jornada sangrienta

  • Es la primera vez que envía tropas terrestres en los últimos dos años
  • Al menos 15 policías turcos han muertos en ataques atribuidos al PKK
  • El domingo otros 16 soldados murieron en Daglica

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Lugareños observan los restos de un vehículo blindado turco destruido en el ataque del PKK en Daglica, sureste de Turquía
Lugareños observan los restos de un vehículo blindado turco destruido en el ataque del PKK en Daglica, sureste de Turquía AFP/Dicle News Agency

Tropas terrestres turcas han realizado una incursión en Irak contra las milicias kurdas por primera vez desde el alto fuego de hace dos años. La operación, que también ha sido aérea, se produce en una jornada especialmente sangrienta: al menos 15 policías turcos han muerto en ataques atribuidos al Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK).

Funcionarios del gobierno han dicho que fue una operación "rápida" para localizar a los rebeldes del PKK tras la muerte de al menos 14 policías turcos en un ataque con bomba atribuido a la guerrilla en la provincia de Igdir (en el este del país). Los milicianos hicieron detonar por control remoto una tonelada de explosivos colocados en la carretera al paso del microbús policial que transportaba a agentes al cercano paso fronterizo de Azerbaiyán.

Otros tres policías han resultado heridos en enfrentamientos con la rama urbana y juvenil del PKK en Cizre, en el sureste del país, y uno más fue ametrallado mientras viajaba con su hija por la carretera de Tunceli, en el centro de Anatolia. Algunas fuentes dan a los tres agentes por muertos.

Bombardeos de la aviación turca

Además, aviones turcos han llevado a cabo intensos bombardeos durante la madrugada. Según un despacho de la agencia semipública Anadolu recogido por Efe, las Fuerzas Aéreas turcas 130 bombas contra 20 objetivos y han matado a entre 35 y 40 milicianos. En el ataque han participado 35 cazas F-16 y 18 F-4.

Los objetivos eran las bases del PKK en los montes Kandil de Irak, por un lado, y un grupo de una veintena de milicianos que se replegaba desde Daglica hacia el país vecino.

Los bombardeos aéreos han sido una respuesta del PKK contra un convoy militar en Daglica, en la provincia de Hakkari (sureste), que se cobró la vida de 16 militares, entre ellos un comandante de las fuerzas especiales.

Conmoción en el país

El ataque de Daglica es el más grave desde que Turquía y el PKK rompieron en julio pasado el alto el fuego proclamado en marzo de 2013.

La muerte de los 16 soldados ha causado una gran conmoción en el país, con manifestaciones de duelo que la derecha nacionalista ha aprovechado para dirigir contra los kurdos.

El gobierno promete limpiar las montañas de terroristas

"Estos últimos sucesos son el resultado del pánico" de una guerrilla gravemente dañada por las operaciones militares, ha asegurado este martes en un discurso el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. "Se han infligido muy graves daños a la organización tanto dentro del país como fuera. Sus pérdidas se expresan en miles" de militantes, ha señalado el presidente islamista.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, había prometido el lunes continuar la lucha contra el PKK hasta el final y "limpiar las montañas de terroristas".

Ataques contra el partido prokurdo

Este discurso de mano dura refleja la tensión en el país, en el que se viven numerosas manifestaciones nacionalistas y ataques contra unas 200 sedes del partido HDP, la formación de la izquierda prokurda, cuarta fuerza del Parlamento con 80 diputados. Una oficina del partido en la ciudad occidental de Çorlu fue vandalizada por unos 4.000 agresores, que colgaron banderas turcas en el edificio.

Selahattin Demirtas, el copresidente del HDP, que interrumpió un viaje por Europa tras el ataque de Daglica, ha denunciado que en Cizre se les dispara a los ciudadanos que salen de su casa tras cuatro días de toque de queda. "Se mata a niños, a bebés. A una niña de doce años la mantienen en el frigorífico de su casa porque no pueden salir a enterrarla", ha dicho Demirtas, mientras que otros diputados de su partido cifraron en cuatro las muertes de civiles ocurridas en Cizre.

El PKK inició en 1984 su campaña de atentados contra Turquía para conseguir la indepedencia de las zonas de mayoría kurda. Después moderó su discurso para reclamar los derechos políticos y culturales de esta comunidad dentro del estado turco. La violencia de uno y otro lado ha causado 40.000 muertos.

La única buena noticia de la jornada fue la liberación de 20 funcionarios de aduanas que el PKK había secuestrado unos diez días antes en las provincias de Van y Hakkari y que este martes fueron entregados en Irak sanos y salvos a representantes de la Asociación de Derechos Humanos turca, que los acompañaron de vuelta a Turquía.