EE.UU. no olvida a las víctimas del 11-S
- Obama decreta tres días de oraciones en recuerdo de las víctimas
- El atentado cambió el orden de la política y la seguridad mundial
- Un millar de personas ha muerto por enfermedades derivadas
- EE.UU. ha reconocido torturas a sospechosos tras el atentado
Han pasado 14 años desde que dos aviones impactaran en el corazón de Estados Unidos, arrebataran la vida a casi 3.000 personas y cambiara el orden de la política y la seguridad mundial. Pero los años no bastan para que se instaure el olvido en un país que homenajea cada 11 de septiembre a las víctimas del mayor atentado terrorista sufrido por EE.UU.
Su presidente, Barack Obama, ha decretado desde este viernes tres días de oraciones en recuerdo de las víctimas del 11-S, hasta el domingo.
“Pido a los estadounidenses que honren y recuerden a las víctimas del 11 de septiembre de 2001 y a sus seres queridos a través de los rezos, la contemplación, la visita a homenajes, el doblar de campanas, las vigilias a la luz de las velas y otros homenajes y actividades”, ha dicho.
Obama recalca que “hace 14 años, la paz de una bonita mañana se rompió (…) nuestra nación cambió para siempre y se perdieron casi 3.000 valiosas vidas”.
Víctimas que aumentan con los años
A simple vista, pocos rastros quedan de la tragedia en la llamada Zona Centro, que alberga ahora al edificio más alto de la ciudad, la Torre de la Libertad, donde ya trabajan miles de empleados. Pero en ese lugar, aquel 11 de septiembre del 2001 se perdieron, en cuestión de horas, 2.751 vidas humanas.
Sin embargo, las consecuencias del mayor atentado registrado en la historia de la democracia en EE.UU. siguen teniendo repercusión a día de hoy.
Las personas que sobrevivieron al atentado aún sufren secuelas, muchas de ellas respiratorias, o por intoxicaciones por la exposición a elementos químicos. Las cifras varían, pero se estima que, desde entonces, más de 1.000 personas han fallecido por enfermedades relacionadas con el 11-S. Los fallos respiratorios, el cáncer, y algunas dolencias han sido las causas más comunes.
En todo el país, al menos 20.000 trabajadores de la Zona Cero han recibido tratamiento médico y alrededor de 40.000 siguen siendo objeto de seguimiento en el llamado Programa de Salud del World Trade Center.
Son cifras de víctimas que también tienen su parte deshonrosa, tras conocerse que alrededor de un centenar de policías y bomberos fingieron ser víctimas del atentado para cobrar ayudas públicas.
Las más exigentes medidas de seguridad
El 11 de septiembre de 2001 también hizo que algo tan común como viajar en avión pudiera llegar a convertirse en una verdadera odisea debido a las exhaustivas medidas de seguridad incorporadas desde entonces en los aeropuertos de todo el mundo occidental.
Se reforzó esta seguridad en todas las etapas del vuelo, desde la identificación de los pasajeros hasta el propio trayecto. Así, se estableció como obligatorio el uso de puertas blindadas en las cabinas, que solo se pueden abrir ya desde el interior, un hecho que fue perjudicial, sin embargo, en el incidente de Germanwings hace tan solo unos meses, en el que el copiloto estrelló el avión mientras su compañero iba al cuarto de baño. También se establecieron nuevos monitores y avisos de emergencia.
Los propios aeropuertos también blindaron sus medidas. Desde entonces, no se puede viajar con líquidos o geles, o cualquier material que pueda ser sospechoso de constituir un explosivo.
También se creó, a raíz de la fecha de los atentados, la Transportation Security Administration (TSA), un ente dedicado a la vigilancia de la seguridad en la aviación.
Sospechas de terrorismo y torturas
Hace un año el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció un hecho sospechado por muchos: las torturas a los detenidos tras el 11 de septiembre de 2001.
“Torturamos a gente”, dijo en la sala de prensa de la Casa Blanca, ante un informe del Senado en el que se investigaba el uso de controvertidos procesos de interrogación a sospechosos de terrorismo, entre los que se incluía la asfixia simulada, entre los años 2001 y 2009 por parte de la CIA.
“Cruzamos la línea, hicimos cosas que van contra nuestros valores“
"Cruzamos la línea, hicimos cosas que van contra nuestros valores", explicó el presidente, quien también reconoció a los oficiales al decir que “estaban trabajando bajo una enorme presión y son patriotas de verdad“
Sin embargo, el episodio del 11-S pareció concluir con la muerte del ex líder de Al Qaeda y autor de los atentados, Osama Bin Laden, por orden del gobierno estadounidense, en mayo de 2011. Un incidente que causó gran confusión debido a las diferentes versiones gubernamentales sobre el ataque de derribo hacia el terrorista.
Las últimas novedades en este caso se conocieron en mayo de este año, cuando EE.UU. liberó los documentos clasificados durante la operación que causó la muerte a Bin Laden, en los que se relatan los planes del terrorista en cartas que él mismo escribió. Posteriormente, Tan solo unos meses antes, en diciembre de 2014, el yerno de Bin Laden fue condenado a cadena perpetua.
Hoy, para quienes vieron las torres caer desde sus pantallas a través de una pantalla de televisión y a miles de kilómetros de distancia, puede que los atentados sean ya una mera anécdota. Sin embargo, se trata de la historia más reciente de Estados Unidos, de sus ciudadanos y de la realidad de una amenaza actual, el terrorismo islámico.
Mientras tanto, y no solo cada 11 de septiembre, un museo instaurado en Nueva York rinde un homenaje eterno a las víctimas y recuerda los hechos que cambiaron la Historia.