Brasil anuncia un plan de austeridad con recortes de 6.000 millones de euros y subidas de impuestos
- Se busca un ajuste fiscal de más de 15.000 millones de euros el año que viene
- Pretende reducir el déficit público del 0,5% estimado para 2016
- Reducirá el gasto en un plan de viviendas sociales y el sistema sanitario
- Recupera una tasa a operaciones financieras para apoyar el pago de pensiones
- Llega una semana después de que S&P rebajase su nota a bono basura
El Gobierno brasileño ha anunciado un plan de austeridad para 2016 para ajustar 64.900 millones de reales (más de 15.000 millones de euros), que combina recortes de gasto de 6.000 millones de euros que afectarán a planes sociales con un alza de impuestos que incluye la restauración del antiguo tributo sobre las operaciones financieras.
El paquete pretende revertir el déficit público del 0,5% del PIB previsto para el año que viene y convertirlo en un superávit primario equivalente al 0,7% del PIB, que era la meta inicial del Gobierno brasileño, han explicado este jueves en una rueda de prensa los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planificación, Nelson Barbosa.
Estas medidas se han presentado después de que la séptima economía del mundo haya entrado en recesión en el segundo trimestre de este año, y una semana después de que la agencia de riesgo Standard&Poor's (S&P) redujera la nota de solvencia de Brasil al nivel BB+, considerado como de bono basura, lo que ha implicado la retirada del "grado de inversión" que califica a los buenos pagadores.
Recortes sociales
Los recortes del gasto llegarán por primera vez a áreas sociales, al afectar a un plan de viviendas populares y a la sanidad pública.
Además, se plantea aplazar hasta agosto del año próximo la aplicación de una subida de salarios que se estaba negociando con los empleados del sector público, por lo que Barbosa ha pedido la "comprensión" de los funcionarios ante el "difícil" momento que vive el país.
También se suprimen 10 de los 39 ministerios actuales, lo que implicará la eliminación de 1.000 puestos de trabajo.
Estas medidas de ahorro son especialmente significativas, ya que los programas sociales son uno de los pilares de la política del Partido de los Trabajadores, que lleva en el poder 12 años y que han servido de base al denominado boom brasileño, con el que se ha facilitado la salida de la miseria de unos 40 millones de personas.
En mayo pasado, la presidenta Dilma Rousseff ya ordenó un plan de ahorro de 80.000 millones de reales (más de 18.500 millones de euros), aunque entonces mantuvo al margen la política más social.
Ahora, atrapada entre una crisis económica y el enorme escándalo de corrupción que irradia de la empresa petrolera Petrobras y salpica a su coalición de centro-izquierda, Rousseff ha visto hundirse drásticamente su popularidad, con peticiones de dimisión por parte de algunos sectores de la oposición y masivas manifestaciones de protesta de los ciudadanos contra su Gobierno.
Recuperación de la tasa sobre operaciones financieras
Aparte de los recortes de gasto, el ministro de Hacienda ha explicado este jueves que la "medida central" de los cambios tributarios es la recuperación del impuesto sobre las operaciones financieras, a las que se aplicará una tasa del 0,2%, y que se destinará "íntegramente" a cubrir gastos con el sistema de jubilaciones y pensiones.
Ese nuevo tributo -que como la mayoría de las medidas presentadas requerirá de la aprobación del Parlamento- será similar a uno eliminado hace ocho años por presiones de la oposición y que tasaba en 0,25% cada operación financiera realizada en el país para financiar el sistema sanitario.
Según ha indicado Levy, también se eliminarán o reducirán los beneficios fiscales otorgados al sector exportador y a la industria química, entre otras.
Asimismo, se aumentarán los gravámenes en los impuestos sobre las ganancias por venta de inmuebles, que, según el valor de las transacciones, variarán entre el 15% y el 30%.
En conjunto, según los cálculos del equipo económico, las nuevas medidas tributarias incrementarán la recaudación en cerca de 40.000 millones de reales (más de 9.200 millones de euros).
Barbosa ha admitido que muchas de las medidas previstas en este nuevo plan dependerán de la aprobación del Congreso, pero ha explicado que ya han sido discutidas con líderes parlamentarios, empresarios y con el "grueso de la sociedad", por lo cual ha expresado su convicción de que no encontrarán obstáculos.
Según ambos ministros, estas iniciativas deben allanar el camino hacia la recuperación del crecimiento de la economía, después de que para este año se calcule una contracción del PIB de un 2,55%, de acuerdo a proyecciones del sector privado divulgadas también este jueves.