Croacia permitirá el paso de los refugiados en su nueva ruta para evitar Hungría
- Así lo ha anunciado el primer ministro croata, quien ha criticado a Hungría
- El cierre de la frontera húngara les empuja hacia Croacia y Eslovenia
- Austria pone en marcha los controles fronterizos
Más de un centenar de refugiados han llegado ya a Croacia, país de tránsito en la nueva ruta para llegar hasta Alemania por los Balcanes evitando Hungría, que el lunes cerró su frontera con Serbia.
El primer ministro croata, Zoran Milanovic, ha anunciado que todos los refugiados de Oriente Medio que acudan a su país podrán atravesarlo en su camino hacia Alemania. "Van a poder pasar por Croacia, nosotros les vamos a ayudar en ello", ha declarado.
“La alambrada en Europa en el siglo XXI no solo no es una respuesta, es una amenaza“
Milanovic ha criticado a Hungría por levantar una valla metálica en su frontera con Serbia. "Los muros que se elevan no sólo no detendrán a nadie sino que mandan un mensaje horroroso y peligroso (...) La alambrada en Europa en el siglo XXI no sólo no es una respuesta sino que es una amenaza", aseguró el primer ministro croata.
Los primeros grupos llegan a Croacia
Según las autoridades, al menos 277 refugiados han entrado ya en Croacia durante este miércoles.
El martes por la noche, las autoridades serbias comenzaron a cambiar el destino de los autobuses que trasladaban a los refugiados desde la frontera de Serbia con Macedonia hasta la húngara. Los medios locales informaban de que al menos 10 autocares habían partido desde Presovo, en la frontera con Macedonia, hacia Sid, ciudad serbia cercana a Croacia. Desde allí han cruzado a pie.
La Policía croata ha interceptado y registrado a los primeros grupos (hombres, mujeres y niños).
Alertado de la posibilidad de que el país viva una emergencia similar a la de Hungría, por donde han pasado 200.000 migrantes desde comienzos de año, el Gobierno croata ha convocado a su Consejo de Seguridad. El ministro del Interior, Ranko Ostojic, ha asegurado que prepara un "plan de emergencia".
Croacia tiene a 6.000 policías en sus fronteras y capacidad para acoger a unos 3.000 refugiados, según ha explicado Zlatko Sokolar, asesor del director de la Policía croata.
"Croacia, Eslovenia, Viena y Alemania"
"Puede que lo intentemos por Croacia, después Eslovenia y desde allí a Viena y Alemania", declaraba a Reuters Emad, un refugiado de Damasco que había entrado en Macedonia desde Grecia. "No sé si es un buen plan, pero tenemos que intentarlo".
Melissa Fleming, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), ya advirtió de esta posibilidad y aseguró que la organización estaba al habla con varios países, a los que no nombró, para ofrecer ayuda. "ACNUR está listo para moverse y asistir a diferentes países lo mejor que podamos. Va a ser tan complicado como lo ha sido para Macedonia y Grecia", declaró Fleming.
Austria inicia los controles en la frontera
Más al norte, Austria ha comenzado este miércoles a realizar controles en su frontera con Hungría, tal y como había anunciado.
Según informa Efe, a las 07.00, hora local, la Policía ha comenzado a controlar de forma aleatoria la documentación de los pasajeros de los vehículos en tres pasos fronterizos, y a lo largo del día los controles se extenderán a otros diez puntos.
Cientos de soldados del ejército federal colaboran en la operación, en la que se ofrece también ayuda humanitaria.
El Gobierno austríaco no descarta que los controles se amplíen a la frontera con Eslovenia, en los estados de Estiria y Carintia, al sur.
"Los refugiados podrán seguir su viaje, pero no como hasta ahora", ha asegurado el jefe adjunto del Gobierno austríaco.
La crisis de los refugiados en Europa, la más grave desde la Segunda Guerra Mundial, ha provocado que se levanten de nuevo las fronteras dentro del territorio Schengen, que funciona como una zona de libre tránsito. Además de Austria, Alemania, Eslovaquia, República Checa y Holanda ya han introducido controles, mientras Hungría ha anunciado que planea construir una valla en su frontera con Rumanía.
Centenares de miles de personas han llegado a Europa en el último año, la mayoría procedente de Siria, Afganistán e Irak, pero también de países como Pakistán, Eritrea o Somalia. El lunes, la UE fracasó en su intento de repartir a 160.000 entre todos los países miembros en los próximos dos años, por la negativa de seis países del este a establecer cuotas obligatorias.