Científicos se acercan a la observación de una explosión entre dos agujeros negros
- Se encuentran el uno del otro a sólo una semana-luz de distancia
- Los investigadores han predicho una explosión en unos 100.000 años
- Son los causantes de los destellos procedentes del cuásar PG 1302-102
A principios de este año, un equipo de astrónomos descubrieron lo que parecía ser un par de agujeros negros supermasivos que se aproximaban entre ellos a una colisión tan poderosa que enviaría un estallido de ondas gravitatorias surgiendo a través del tejido espacio-temporal.
Ahora, en un estudio de la Universidad de Columbia, publicado en 'Nature', han añadido a esta información que la pareja de agujeros negros orbita tan cerca entre sí -a sólo una semana-luz- que son los causantes de los destellos rítmicos de luz procedentes del cuásar PG 1302-102.
Sobre la base de los cálculos de la masa de este dúo -juntos, y en relación con los demás- los investigadores han predicho una explosión en unos 100.000 años desde ahora, un periodo increíblemente largo para los humanos, pero un abrir y cerrar de ojos para una estrella o un agujero negro.
"Es el conjunto de agujeros negros más cercano que hemos llegado a observar nunca, en su camino a una colisión masiva", ha explicado el autor principal del estudio, Zoltan Haiman. Según ha señalado, la intención es seguir explorando este suceso hasta que "llegue a su culminación" ya que sus datos pueden informar sobre "si los agujeros negros y las galaxias crecen a la misma velocidad" o, incluso, probar una propiedad fundamental del espacio-tiempo: su capacidad para transmitir las vibraciones llamadas ondas gravitacionales, producidas en el pasado más violento, en la etapa de la fusión.
Una posible colisión
Un aumento en el número de descubrimientos de agujeros negros binarios ha hecho que los astrónomos esperen que una colisión pueda ser detectada en la próxima década. Este verano, el equipo informó de otros 90 candidatos, mientras esperan dar a conocer pronto nuevos descubrimientos a partir de datos recogidos en el Observatorio Palomar en California.
Con más agujeros negros para observar cada vez, la oportunidad de ser testigos de un choque crece, según han indicado los expertos. "La detección de ondas gravitacionales nos permitirá sondear los secretos de la gravedad y la prueba de la teoría de Einstein en el ambiente más extremos del Universo, como los agujeros negros. Llegar allí es un santo grial de nuestro campo", ha concluido el investigador.