'Everest', la línea entre la vida y muerte

• La película relata la tragedia ocurrida en 1996 en la cima del mundo
• RTVE.es te ofrece una entrevista exclusiva con Jason Clarke y Jake Gyllenhaal
• La cinta, que pasó por Venecia, se estrena este viernes en los cines españoles

Jake Gyllenhaal y Jason Clarke desvelan los secretos de la cima del 'Everest'

El 10 de mayo de 1996, ocho personas murieron escalando el Everest, la cima más alta del mundo, a 8.848 metros de altura, el equivalente de la altitud de vuelo de un Boeing 747. Fue la jornada más mortífera en la cima del mundo hasta la avalancha de 2014, que dejó 16 muertos, y los 18 fallecidos el pasado abril tras los terremotos en Nepal.

Esta trágica historia, en la que perdieron la vida varios turistas que habían contratado la expedición y varios guías, llega a las pantallas españolas este viernes con Everest, que pretende contar en 3D los acontecimientos reales que se produjeron en una época en la que los turistas masificaban la montaña, convertida prácticamente en un parque temático y olvidando los riesgos reales de la misma.

Con un reparto de lujo, integrado por Jason Clarke, Jake Gyllenhaal, Josh Brolin, Keira Knightley y Emily Watson, entre otros, el director islandés Baltasar Kormákur (2 guns, 2013) se propuso trasladar la épica de la historia al propio rodaje, al rodar en los escenarios reales en el Everest. Pero la realidad de las condiciones atmosféricas solo les permitió permanecer un tiempo en el campamento base, a 5.500 metros de altitud, sin poder rodar más arriba, ni tampoco permanecer más tiempo en los escenarios reales pues varios miembros del equipo se pusieron malos y tuvieron que ser evacuados. El resto del rodaje se desarrolló en los Dolomitas, entre Austria e Italia.

Responsabilidad con los hechos reales

Pese a la dureza del rodaje, los actores agradecieron estar allí: "Simplemente estar allí y charlar a 4.000 metros de altura. Es algo que compartes con el resto de actores. Merecieron la pena todas esas dificultades y emociones. Y aquí estamos haciendo algo que amamos en extraordinarios lugares", cuenta en la entrevista cuyo vídeo te ofrece en exclusiva RTVE.es acompañando a estas líneas el actor Jason Clarke (La noche más oscura, El amanecer del planeta de los simios), que interpreta a Rob Hall, jefe de la expedición de la empresa neozelandesa Adventure Consultants, una de las víctimas de la tragedia cuando intentaba salvar la vida de uno de sus clientes, el cartero Doug Hansen (John Hawkes).

Tanto Clarke como Jake Gyllenhaal, que interpreta a Scott Fischer, otro guía de otra compañía de la competencia, subrayan el peso de ponerte en la piel de personajes reales: "Es una historia real y sientes una responsabilidad con lo que sucedió, con aquellos que quedaron atrás, aquellos que vivieron la expedición y todo lo que pasó. Es algo que teníamos muy presente mientras rodábamos la película", explica Gyllenhaal (Nightcrawler, Brokeback Mountain).

"Todos queríamos interpretar a nuestros personajes tal y como eran, excelentes hombres y mujeres. Las historias suelen necesitar protagonistas y antagonistas para crear tensión. En este caso hablo por mí mismo, el personaje de Scott Fischer en anteriores películas se ha retratado como un antagonista, y yo creo que no lo era. Lo interesante de nuestra versión es que la gente intenta encontrar las motivaciones por las que estos hombres se esforzaron tanto y consiguieron llegar tan lejos. Y creo que la razón es que eran muy grandes, eran grandes escaladores", sostiene el actor estadounidense.

"Eran personas extraordinarias. Lo que hacían no se parece a ir a la oficina. No es nada fácil llegar a estos sitios", añade Clarke.

Una metáfora de los retos de la vida

Aunque Everest tuvo una fría acogida en su presentación fuera de concurso en la pasada Mostra de Venecia, la película logra transmitir la angustia de los protagonistas y transportar al espectador a la cima de una montaña rodeada de mitología y que fascina al ser humano.

"El Everest también es una metáfora de todo aquello que esperas conseguir en la vida. Hay quien convierte esa metáfora en una realidad e intenta alcanzar esa cima. Es como la vida misma. A veces algo parece tan imposible, pero de alguna manera puedes hacerlo", concluye Gyllenhaal.

Pero, ¿qué es lo que lleva a un ser humano a querer poner en riesgo su vida de esa manera?: "Me gustan los retos, el espíritu de aventura y amo la montaña. Yo no lo veo como arriesgar la vida", confiesa a RTVE.es un alpinista experimentado que también ha escalado el Everest, pero que también deja claro que a la montaña también hay que tenerle respeto y tener preparación. Un respeto que se puede perder cuando crees que vas a un parque de atracciones y no a un lugar donde la línea entre la vida y la muerte puede estar al virar en el siguiente repecho.

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