Grecia acude de nuevo a las urnas con una alta proporción de indecisos
- Las encuestas anuncian un 10% de abstención
- Syriza intenta mantener el apoyo después de apoyar el tercer rescate
Los griegos vuelven a las urnas este domingo en unas elecciones anticipadas en las que Alexis Tsipras busca la reelección y el refuerzo para él y para su partido, Syriza.
Tras una breve campaña de tan solo tres semanas, los griegos no parecen muy seguros o ilusionados con el voto. Los indecisos siguen siendo un 10-15%, según las encuestas, y también son un 10% los que anuncian abiertamente que no votarán o "no saben, no contestan", en un país donde el voto es obligatorio.
Los sondeos ponen en cabeza a Syriza (36-33%) seguida de cerca (a tres puntos) por los conservadores de Nueva Democracia. Ninguna fuerza llegará al 38%, un umbral que garantiza la mayoría absoluta, pero cualquier mínima ventaja puede facilitar que Tsipras forme gobierno, porque la ley electoral griega otorga automáticamente 50 diputados a la fuerza ganadora.
"No dejemos que la abstención gane, porque la abstención no es una decisión antisistema, es lo que desea Nueva Democracia", aseguró Tsipras en su mitin de cierre de campaña, en la Plaza Sintagma de Atenas.
El apoyo a Syriza, a examen
Pero el giro dado por su Gobierno, al aceptar el tercer rescate financiero y los recortes asociados, ha desilusionado a muchos de los que votaron a Syriza en enero pasado.
“Después de tanta mentira, ¿cómo voy a darle mi voto?“
"Después de tanta mentira, ¿cómo voy a darle mi voto?", declara a Efe Lina, una joven abogada que asegura que ni ella, ni su hermana, ni su marido, todos votantes de Syriza en enero, piensan acudir a las urnas.
Unidad Popular, la formación creada por los críticos a Syriza, que votaron en contra del rescate, espera reunir buena parte de este voto de castigo.
El líder de Nueva Democracia, Evangelos Meimarakis, se ha convertido en el factor sorpresa de la campaña. Su partido, sin embargo, no ha tenido tiempo para recuperarse de la derrota histórica que acabó con tradicional el bipartidismo griego.
Otra de las incógnitas será si los neonazis de Amanecer Dorado repiten como tercera fuerza en el Parlamento, por delante de socialdémocratas, comunistas y nacionalistas.
Quien gobierne el país a partir del lunes tendrá que hacer frente a las exigencias de los acreedores que han impuesto más privatizaciones y cambios en los subsidios y las pensiones, todas ellas medidas muy impopulares en Grecia, a cambio de un rescate de 86.000 millones de euros.