Tsipras celebra su triunfo como "un mandato claro para seguir luchando dentro y fuera de Grecia"

• El líder de Syriza dice que comparte con ANEL la "bandera de lucha"
• Promete conseguir en cuatro años "una Grecia más poderosa y más justa"

Tsipras celebra su triunfo como "un mandato claro para seguir luchando en el interior y el exterior"

El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha celebrado su triunfo en las elecciones de este domingo --que le permitirán reeditar el Gobierno con sus socios de ANEL-- como "un mandato claro para seguir luchando en el interior y el exterior" del Grecia.

El discurso de celebración ha finalizado saludando sobre el propio escenario a Panos Kamenos, líder de los Griegos Independientes (ANEL), y anunciando la renovación de su coalición que ha calificado como la unión de dos "banderas en la lucha".

El ex primer ministro, que volverá al cargo probablemente este mismo lunes, ha dicho: "A partir de mañana nos arremangaremos las camisas y empezaremos a trabajar duro para apoyar a los más pobres, al pueblo, en favor de la justicia social, para poder tener en cuatro años una Grecia más poderosa, más justa y un pueblo que ha recuperado el orgullo".

Tsipras ha afirmado que las elecciones en las que ha obtenido el 35% de los votos lanzan el claro mensaje a Europa de que "Grecia es sinónimo de lucha y dignidad".

"Dimos una batalla difícil y estoy muy contento porque el pueblo nos dio un mandato claro para seguir luchando en el interior y el exterior", ha declarado en un céntrica plaza de Atenas, tras alzarse con esta segunda victoria en un año.

Y ha añadido que se trata de una "victoria del pueblo" griego cuya bandera se ve ahora en plazas "de todas las capitales europeas".

"Esta lucha la continuaremos durante los próximos cuatro años porque nuestro mandato es un mandato de cuatro años", ha recalcado el líder izquierdista citado por Efe.

"El mandato que nos dio el pueblo hoy es también un mandato para acabar con el régimen de corrupción que gobernó durante tantos años" en Grecia, ha afirmado en alusión a los pasados gobiernos de conservadores y socialdemócratas, dos partidos cuya cooperación Tsipras había rechazado, más o menos abiertamente, de antemano.