Enlaces accesibilidad

Barack Obama da la bienvenida al papa Francisco en su primera visita a Estados Unidos

  • Inicia una visita de seis días que le llevará a Washington, Nueva York y Filadelfia
  • Está previsto que hable ante el Congreso y ante la Asamblea General de la ONU
  • En el viaje, Francisco dijo que no tenía previsto reunirse con la disidencia cubana

Por
Barack Obama da la bienvenida al papa Francisco en su primera visita a Estados Unidos

El papa Francisco ha llegado a Estados Unidos después de cuatro días en Cuba, la segunda etapa de un viaje de gran simbolismo por el papel que ha desempeñado el pontífice en el arranque de un diálogo para normalizar las relaciones bilaterales entre los dos países.

El Airbus A330-200 de Alitalia en el que viaja el papa ha aterrizado en la base aérea de Andrews (Maryland), donde le han recibido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle, acompañados de sus hijas, Sasha y Malia. También han estado presentes el vicepresidente, Joseph Biden, su esposa, Jill, y dos de sus nietas. Además, cientos de personas han dado la bienvenida al papa en español al grito de "Francisco, Francisco" y "se nota, se siente, el papa está presente".

También han acudido a recibir al santo padre la alcaldesa de Washington, Muriel Browser; el gobernador de Maryland, Larry Hogan; y el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe.

Tal como estaba previsto, el papa no ha hecho ninguna declaración tras aterrizar ni tampoco después del breve encuentro de unos minutos que ha mantenido con Obama en una sala de la base, antes de partir para la Nunciatura, en Washington.

El papa Francisco realizará una visita de seis días a Estados Unidos que le llevará a Washington, Nueva York y Filadelfia. Está previsto que hable ante el Congreso estadounidense y ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Se trata del tercer papa que visita Estados Unidos y esta visita se produce tras la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, proceso que ha contado con la mediación de la diplomacia vaticana, y la reapertura de las respectivas embajadas en ambos países.

"Yo no iba a dar audiencias a nadie"

Antes de llegar a EE.UU., durante el viaje en avión, Francisco ha explicado que no tenía previsto dar audiencias "a nadie" durante su estancia en Cuba, al ser preguntado sobre por qué no mantuvo un encuentro con miembros de la disidencia cubana.

El pontífice ha agregado que no tuvo conocimiento de que hubiera habido detenciones de disidentes que pretendieron mantener una reunión con él durante su visita a la isla. "No sé si estaban o no estaban", ha declarado después de recordar que saludó a mucha gente durante sus actos públicos en el país Cuba y de aludir a que si hubo en ellos algún disidente no lo supo realmente pues "ninguno se identificó".

"En la nunciatura primero estuvo bien claro que yo no iba a dar audiencias a nadie, porque se pidieron", ha admitido Francisco, quien ha revelado que pidió tener un encuentro con él "incluso algún jefe de Estado", cuya identidad no reveló.

La ausencia de una reunión con miembros de la oposición política al régimen castrista fue un asunto sobre el que se preguntó al Vaticano durante la visita del papa a Cuba, pero la Santa Sede insistió en que nunca se había previsto organizar un encuentro formal.

Francisco espera que se levante el embargo a Cuba

Además, ha indicado que espera que Estados Unidos levante el viejo embargo comercial sobre Cuba como resultado de las negociaciones entre los dos países, pero no planea mencionar el tema en su discurso ante el Congreso -el primero que un Papa dará en la cámara legislativa de EE.UU-.

"El problema del bloqueo es parte de la negociación. Es público esto. Ambos presidentes han hablado de esto. Es una cosa pública que va en camino de las buenas relaciones que se van buscando", ha señalado Francisco y ha agregado que su deseo "es que se llegue a buen término".

El Gobierno de Barack Obama anunció el pasado viernes nuevas normas que alivian más el comercio con la isla, incluyendo permitir a ciertas empresas estadounidenses abrir oficinas en Cuba y expandir las actividades bancarias, pero se necesitaría una ley del Congreso para levantar el embargo de 53 años.