Santos y Maduro suavizan la crisis fronteriza y acuerdan el retorno de sus embajadores
- Los presidentes de Venezuela y Colombia han mantenido un encuentro en Quito
- Han decidido abrir una investigación para intentar resolver la crisis fronteriza
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, han acordado durante una reunión mantenida en Quito, el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común.
También han decidido tratar con sus equipos ministeriales "los temas sensibles" relativos a la crisis fronteriza que han mantenido, lo que harán a partir de una primera reunión que se celebrará este miércoles en Caracas, según una declaración leída por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término de la reunión.
A pesar de que el encuentro ha servido para rebajar la tensión existente en las últimas semanas entre ambos países, todavía no se ha concretado cuándo y cómo se reabrirán los pasos fronterizos. Algunos, como el del estado de Táchira (Venezuela) con Cúcuta (Colombia) permanecen cerrado desde el 19 de agosto.
"La progresiva normalización de la frontera"
La declaración incluye también otros puntos, como "la progresiva normalización de la frontera", la "coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país" y un llamamiento "al espíritu de hermandad y la unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia".
Los dos presidentes se han mostrado satisfechos con el resultado de la reunión, en la que, según ha indicado Santos, se ha acordado investigar algunos incidentes en la frontera de violación del espacio aéreo colombiano, así como trabajar conjuntamente en la lucha contra las bandas criminales, el narcotráfico y el contrabando -motivos que alega el Gobierno venezolano para mantener cerrada la frontera-.
El mandatario colombiano ha explicado que respeta las medidas adoptadas por Maduro ante la crisis, como el cierre parcial de la frontera y las expulsiones de colombianos en situación irregular, pero ha remarcado que los derechos humanos de sus compatriotas deben ser protegidos. Las deportaciones, que según la ONU son más de 1.600, también se investigarán.
Maduro, por su parte, ha manifestado su esperanza en que el cronograma trazado para estudiar los problemas comunes permita "despejar" los asuntos que afectan a ambos países para beneficio de sus respectivos pueblos y "de toda la región sudamericana". El gobernante ha reconocido que el encuentro con Santos no estuvo exento "de complejidades y de dificultades" debido a lo delicado de los asuntos tratados, "pero hemos demostrado que con voluntad política sí se puede" encontrar solución a los problemas.