Draghi afirma que el BCE no formará parte de la troika "para siempre"
- El banquero italiano recuerda que "ahora es un período de crisis"
- Ve margen para un alivio de la deuda griega si hay reformas estructurales
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado que el instituto emisor no va a formar parte "para siempre" de la troika, el organismo responsable de los programas de rescate a países de la eurozona como Grecia, en el que participan la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El BCE no va a estar en la troika para siempre, eso es seguro. Ahora es un periodo de crisis", afirma Draghi durante su comparecencia en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
En este sentido, defiende que el banco central "está cumpliendo con la legislación vigente" al formar parte de la troika y destaca que no depende de la institución decidir si la abandona o no. "Realmente es cosa de ustedes", subraya ante los eurodiputados.
El BCE confía en el crecimiento de Atenas
Respecto a Atenas, Draghi asegura que si el nuevo programa acordado con los acreedores es implementado en su totalidad, "colocará a Grecia en posición de crecer de nuevo y de cosechar todos los beneficios de participar en la divisa común".
El presidente del BCE se mostró "agradecido" de que Grecia y sus acreedores lograrán al final alcanzar un acuerdo, aunque reconoció que el proceso fue "muy complicado" y se requirieron "enormes esfuerzos" por parte de todos los implicados. Añade que el Consejo de Gobierno del BCE es consciente de que Grecia ha hecho "considerables progresos" tanto en política fiscal como al implementar reformas estructurales.
El BCE vigiló "de forma estrecha" la provisión de liquidez de emergencia a las entidades helenas a través del Banco de Grecia, "teniendo en cuenta la perspectiva de una conclusión con éxito de las negociaciones en algún momento".
Draghi ve margen para aliviar la deuda griega
Por otro lado, señalo que la reinstauración de una "excepción" que permita al BCE comprar deuda griega es "una medida importante" que debe considerar. Para que esto ocurra un país debe acogerse a un programa de ayuda financiera, cumplir con este programa y con las medidas urgentes acordadas y hacerlo propio a través de varios gobiernos.
Sin embargo, añadió que, aunque estas condiciones se cumplan, aún se debe evaluar la sostenibilidad de la deuda, y recordó que el BCE ha manifestado "serias dudas" sobre esto en el caso de Grecia.
Pese a ello, admitió que si el país cuenta con un "fuerte programa y fuertes reformas" que generen crecimiento, justicia social y sostenibilidad fiscal y financiara, entonces habrá margen para un alivio de la deuda, algo clave para su sostenibilidad.
Respecto al programa de inyección de liquidez de emergencia ELA, Draghi incidió en que sus reglas son muy claras y prohíben una financiación limitada e incondicional, al mismo tiempo que se mostró "muy satisfecho" de su independencia, como demuestra que todas sus decisiones hayan sido criticadas por algún lado.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno del BCE ha modificado su plan de compra de valores respaldados por activos (ABS) para dar más peso a los bancos centrales nacionales frente a los gestores de activos externos. En concreto, a partir del próximo 27 de octubre, el Banco de Francia, que cubrirá un mayor número de jurisdicciones, y el Banco Nacional de Bélgica actuarán como gestores de activos del Eurosistema para ejecutar las compras.