Los trabajadores de Volkswagen están "escandalizados" y piden responsabilidades a los directivos
- El Comité de Empresa exigirá responsabilidades personales
- Garantiza que la culpa no recaerá sobre los empleados
- La plantilla de Seat pide más implicación al Gobierno español y a la Generalitat
El presidente del Comité de Empresa Europeo y Mundial de Volkswagen, Bernd Osterloh, ha remitido una carta a los trabajadores del grupo en la que pide que se depuren responsabilidades entre directivos y en la que asegura que los empleados de la compañía se encuentran "escandalizados" y "tan espantados como el público" ante la manipulación de emisiones en Estados Unidos.
"Os puedo asegurar que, en las reuniones de esta semana del consejo de administración, haremos todo lo posible para que se dé una rápida aclaración y veamos consecuencias personales", señala Osterloh en la carta, antes de aclarar que la exigencia no afectará a los empleados. "Os puedo asegurar que esto no recaerá sobre ningún trabajador", afirma.
El presidente del comité de empresa dice que no aceptará que las manipulaciones dañen la reputación de los empleados de Volkswagen como "excelentes fabricantes de coches" y lamenta el daño de imagen para la empresa, que solo puede compensarse "con una aclaración sin condiciones y una franqueza sin miramientos".
“Solo la plantilla es capaz de convencer a los clientes de que se trata de una falta de unos pocos“
La noticia de las irregularidades en Estados Unidos "sacude la naturaleza de nuestra empresa y desacredita el buen trabajo que nosotros, como plantilla de nuestro consorcio, realizamos cada día para llevar a nuestros clientes el mejor vehículo posible del mercado", motivo por el que "exigimos lo antes posible una aclaración amplia y completa de los hechos", afirma.
Sobre las provisiones de 6.500 millones para afrontar las posibles consecuencias del escándalo, Osterloh dice que los miembros del comité de empresa también están "intranquilos" y preocupados por la empresa.
"Queremos pediros a todos que hagáis lo posible, en estos días tan tensos, para hacer llegar a nuestros clientes los vehículos con la mejor calidad. Solo nosotros como plantilla somos capaces de convencer a nuestros clientes de que se trata de una falta de unos pocos", afirma, antes de pedir a los clientes que "aún" presten su confianza.
Preocupación en Seat
La plantilla de Seat en Barcelona está preocupada por cómo puede afectar a la marca y a las expectativas de futuro de la fábrica de Martorell el escándalo por la manipulación de emisiones de Volkswagen en USA, y exige al Gobierno español, del que depende la homologación de los vehículos, y al catalán que tomen cartas en el asunto.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha reclamado tanto a la Generalitat como a los Ministerios de Industria y Medio Ambiente que "se impliquen y hagan gestiones" ante la multinacional alemana, a la que pertenece Seat, para comprobar si algún modelo de la marca española puede haber sido manipulado ya que "aquí se juegan el futuro muchas familias".
En la misma línea, el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, ha afirmado que "en este momento no hay nada que me haga ser menos optimista de lo que era en relación con el compromiso de Volkswagen y Navarra". Matiza que aún no ha tenido ocasión de tener contacto con la compañía pero ha señalado que tendrán con ellos "una valoración de los acontecimientos".
Un problema solo de Volkswagen
La patronal europea de los fabricantes de automóviles, ACEA por sus siglas en inglés, ha calificado de "grave la situación" que vive el sector después de que Volkswagen haya reconocido que ha manipulado el software de los motores diésel para modificar los datos de emisiones. En su opinión, no hay evidencia alguna que demuestre que el problema del fabricante alemán sea de toda la industria.
Además, todos los coches diésel que cumplen la normativa de emisiones Euro 6 han recibido la certificación de un estado miembro que confirma que están dentro de los requerimientos legales. La patronal resalta además que "pronto" esta normativa exigirá que la medición de las emisiones se haga en condiciones de conducción real, con lo que Europa será la única región del mundo en aplicar esta medida.