El papa pide la abolición de la pena de muerte y el fin del tráfico de armas ante el Congreso de EE.UU.
- "Debemos evitar todo tipo de fundamentalismo, religioso o de cualquier tipo"
- Francisco pide respeto para los migrantes y lamenta la crisis de refugiados
- Es el primer discurso de un pontífice ante el Congreso de EE.UU.
El papa Francisco ha pronunciado un histórico discurso ante el Congreso de los EE.UU. ante el que ha defendido la abolición mundial de la pena de muerte, ha pedido detener el tráfico de armas, ha clamado más esfuerzos para acabar con la crisis de refugiados, y ha advertido en contra de cualquier tipo de fundamentalismo, incluido el religioso.
Francisco, el primer pontífice en comparecer ante el Congreso norteamericano, se ha referido a los principales retos a los que se enfrenta la comunidad internacional sin eludir la polémica. Un discurso de 52 minutos muy coreado y aplaudido, que ha comenzado con una defensa de las libertades indivuales, incluida la religiosa, y una advertencia contra los extremismos.
"Debemos estar vigilantes a todo tipo de fundamentalismo ya sea religioso o de otro tipo, para evitar la violencia", ha señalado. "En el mundo se acrecienten cada vez mas las atrocidades cometidas en nombre de Dios (...) Ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico".
"Sean como Moisés, hagan leyes justas y dignas"
El papa ha elogiado la labor de los legisladores y les ha pedido responsabilidad. "Sean como Moisés, hagan leyes justas y dignas", ha afirmado. Y ha recordado a cuatro personalidades de la historia estadounidense, el expresidente Abraham Lincoln, el Premio Nobel de la paz Martin Luther King, la fundadora del Movimiento de Trabajadores Católicos, Dorothy Day, y el monje cisterciense Thomas Merton como ejemplos a seguir.
Ante medio millar de legisladores, jueces y funcionarios ha pedido el fin de la pena capital en los términos más enérgicos. "Estoy convencido que este es el mejor camino, porque cada vida es sagrada, cada persona humana está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad sólo puede beneficiarse en la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito", ha afirmado.
Y en esa defensa de la vida también se ha referido al aborto, otra cuestión delicada en EE.UU. , y al tráfico de armas: "¿Por qué se venden armas letales a quienes planean infligir un dato a individuos y sociedades? Tristemente, todos sabemos la respuesta: simplemente por dinero. Dinero manchado de sangre, a menudo de sangre inocente”, ha dicho ante el Congreso del primer vendedor de armas del mundo.
"Todos fuimos inmigrantes alguna vez"
Francisco no se ha olvidado de los inmigrantes, presentes también en su discurso de este miércoles en Washington y cuya regularización es uno de los grandes caballos de batalla del presidente Barack Obama . "En esta tierra nadie puede temer a los extranjeros porque todo el mundo fue extranjero alguna vez", ha dicho. "Yo mismo soy hijo de inmigrantes".
“Es mi responsabilidad construir puentes“
Además, el papa se ha referido a la crisis de refugiados, "la mayor desde la Segunda Guerra Mundial". "Son personas que buscan una vida mejor, más oportunidades para ellos y sus seres queridos. ¿No es esto lo que querríamos para nuestros propios hijos?", les ha preguntado a los legisladores, que han respondido con aplausos.
El papa no ha mencionado explícitamente a Cuba, donde ya ha celebrado estos días la reconciliación con Washington, pero ha dicho que los países que retoman el camino del diálogo, abren nuevas oportunidades para todos. Y diálogo es lo que ha demandado a todos.
"Es mi responsabilidad construir puentes, y pediros que hagáis lo mismo a todos los hombres y mujeres. Y dialogar", ha sentenciado antes de despedirse de la Cámara con un "Dios bendiga América" y una cerrada ovación.
En la explanada situada delante del Capitolio miles de personas se han congregado para saludar al papa y escuchar su discurso a través de grandes pantallas de televisión. El pontífice les ha bendedido desde el balcón del edificio que aloja las cámaras del Congreso de Estados Unidos.