El papa Francisco dice que "los muros no son una solución" contra la ola de refugiados
- "Todos los muros caen, hoy, mañana, o dentro de cien años", ha dicho en el avión papal
- Tras su gira americana dice que no se siente una "estrella" sino un siervo de Dios
El papa Francisco ha considerado que contra la ola de refugiados que llega a Europa "los muros no son la solución" y ha abogado por la vía del diálogo para poder superar la que consideró una crisis "nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial".
Francisco ha dicho que esta crisis es el resultado de un "proceso largo (...) es el resultado de un proceso de años, porque las guerras de las que aquella gente huye son guerras de años".
En el avión en el que ha viajado de regreso a Roma desde Filadelfia (EE. UU.), el pontífice ha afirmado a los medios de comunicación que el hambre que sufren los países de los que proceden los refugiados "es hambre de años".
"Todos los muros caen"
Y ha aludido África, "el continente explotado" y las guerras que surgen en ese continente, de las que ha señalado que "tienen detrás intereses económicos".
“Todos los muros caen, hoy, mañana, o dentro de cien años“
"Yo pienso que antes de explotar un continente, un país, una guerra, se podrían hacer inversiones" con el fin de que sus habitantes pudieran conseguir trabajo. "Y usted me pregunta sobre las barreras. Usted sabe cómo terminan los muros", ha contestado a una de las preguntas que se le plantearon en el avión.
"Todos, todos los muros caen, hoy, mañana, o dentro de cien años, pero todos caen. No es una solución. El muro no es una solución. En este momento Europa está en dificultades, es verdad", ha reconocido. "Debemos ser inteligentes porque viene toda aquella ola migratoria y no es fácil encontrar soluciones", ha sentencido Jorge Mario Bergoglio.
De regreso del viaje más largo de su pontificado, a Cuba y Estados Unidos, donde ha sido aclamado, Francisco ha dicho que no se considera una "estrella" sino solo un "siervo de los siervos de Dios".
Un siervo de Dios, no una "estrella"
"Yo no sé si he tenido éxito o no, pero yo tengo miedo de mí mismo. Porque me siento siempre débil, no sé, en el sentido de no tener el poder", ha reconocido el pontífice.
El último día de su estancia en Estados Unidos, la última etapa de un viaje que comenzó en Cuba, el papa protagonizó una clara revelación sobre el asunto de los abusos sexuales contra menores por miembros de la Iglesia cuando dijo que incluso obispos los cometieron, lo que consideró "inquietante". En el vuelo con periodistas se ha referido a las víctimas de esos delitos que no perdonan a quienes los cometieron.
"Sí, los comprendo, rezo por ellos y no los juzgo (...) No juzgo a alguien que no puede perdonar. Rezo y le pido a Dios porque Dios es un campeón en buscar caminos de solución. Pido que lo arregle", ha afirmado el papa.