Rosario Porto niega que diera Orfidal a su hija Asunta: "Yo no maté a mi hija, yo no maté a mi hija"
- La madre de Asunta está acusada de acordar con su exmarido el asesinato
- Ha negado saber qué hacía en su casa una cuerda como la del cadáver
- Porto atribuye a un antihistamínico que la niña pareciera "dopada"
- "El cadáver ya lo he visto", ha roto a llorar la madre de Asunta al ver las fotos
La madre de Asunta, Rosario Porto, acusada de urdir un plan junto a su exmarido para asesinar a su hija adoptiva de 12 años en septiembre de 2013, ha negado este jueves durante su declaración en el juicio que matara a la pequeña. "Yo no mate a mi hija. No maté a mi hija", ha respondido entre lágrimas a preguntas de su abogado defensor. Porto ha negado que le estorbara y ha señalado que si hubiera sabido que alguien estaba drogando a su hija "hubiera hecho algo respecto".
Durante el interrogatorio del fiscal, Porto ha reconocido que tomaba Orfidal para dormir tras haber estado ingresada hace dos años por una depresión, pero ha negado que suministrara este ansiolítico a la menor.
"En mi vida he dado un orfidal a la niña", ha señalado antes de añadir que tampoco el padre, Alfonso Basterra, le daba esta medicación. "Alfonso no le daba Orfidal a su hija, no tiene ningún sentido", ha añadido.
Aunque Porto ha señalado que él pudo tener "ocasión" de hacerlo cuando ella fue al baño, ha explicado que si su exmarido le hubiera dado este medicamento a la pequeña el día que murió ella hubiera "notado los efectos" en la comida que compartieron los tres, según recoge Efe.
La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la Asociación Clara Campoamor, sostienen que ambos progenitores acordaron "deshacerse" de su hija drogándola con orfidal para luego asfixiarla. El Ministerio Público pide 18 años de cárcel para ellos por asesinato con alevosía y agravante de parentesco mientras que la acusación particular pide 20.
La madre de Asunta ha explicado que tras estar ingresada en el hospital por una depresión a finales de junio, principios de julio de aquel año, tomó algún orfidal "suelto" para dormir pero que no es hasta finales de ese último mes, cuando vuelve al psiquiatra, cuando le dan un tratamiento pautado de este medicamento. Sobre quién compró el orfidal ha indicado que cree que fue su expareja.
Rosario Porto ha señalado que "no hay ningún divorcio pacífico" cuando le han preguntado por la ruptura con Alfonso Basterra y que ambos intentaron hacerlo lo mejor posible como padres de Asunta. Tras su último ingreso, ha explicado que llegó a un "acuerdo" con su exmarido para que le ayudara a cuidar a Asunta y que como contraprestación ella rompió con su entonces amante.
Niega saber de dónde salió la cuerda de la papelera
Vestida de negro, visiblemente afectada, con voz baja y quebrada, Rosario Porto también ha negado saber qué hacía en una papelera de su casa de Montouto, en Teo (A Coruña), donde ocurrió el crimen, un trozo de cuerda igual que el que se encontró junto al cadáver el 22 de septiembre en una pista forestal, y ha señalado que, según le han contado sus compañeras de prisión, "Galicia está llena de cuerdas de esas".
Este ha sido uno de los momentos más duro del interrogatorio de la mañana, cuando se han mostrado las imágenes del cadáver. "El cadáver ya lo he visto", ha gritado llorando la madre de Asunta ante la insistencia del fiscal para que aclarara si sabía de dónde había salido la cuerda.
El fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, ha preguntado por los movimientos de los últimos días antes de la muerte y por los detalles de otras fechas en las que, según la sumario, Porto y Basterra intentaron presuntamente matar a su hija.
Rosario Porto ha asegurado que la última vez que vio a su hija con vida fue cuando dejó a Asunta cerca de la casa de Santiago de Compostela después de haber ido a Montouto a por toallas y bañadores para ir a la playa y de que la menor le dijera que quería regresar a la ciudad.
El fiscal desvela que cuatro días antes alguien estuvo en la casa
El fiscal del caso Asunta ha desvelado que el 17 de septiembre, cuatro días antes de que la niña fuera asesinada, la alarma de la casa de Montouto fue desconectada durante varias horas aludiendo a un posible ensayo del crimen.
Preguntada sobre si estuvo ese día en la vivienda, Porto ha respondido que ella "desde luego, no" y que desconoce quién pudo estar allí ese día aunque ha explicado que solo tenían llaves su expareja, Alfonso Basterra, un vecino de la zona y ella.
Al día siguiente, 18 de septiembre, Asunta no fue al instituto por tener "unas décimas de fiebre" aunque Porto ha reconocido que escribió una carta al profesor explicándole que había tomado un medicamento que le provocaba vómitos.
En el sumario ese día figura como el último intento fallido de Rosario Porto y Alfonso Basterra de matar presuntamente a su hija antes de que lo consiguieran, según sostiene la Fiscalía, el día 21 asfixiándola después de suministrarla orfidal.
No denunció un supuesto ataque para no "traumatizarla"
El fiscal también ha preguntado a Porto por el incidente que ocurrió en el piso de Santiago de Compostela en el que vivía con la niña el 5 de julio. Según la madre de Asunta ese día un hombre entró en su casa de madrugada cuando estaba sola con la niña y atacó a la menor, pero que no denunció los hechos ante la policía para no traumatizarla.
La investigación concluyó que este habría sido el primer intento de Rosario Porto y Alfonso Basterra. Tras este incidente Asunta mandó un whatsapp a una amiga con el siguiente mensaje: "Estoy nerviosa, hoy me han intentado matar. No hables del tema con nadie".
"Estábamos en casa y sobre las tres o cuatro de la madrugada oigo gritar a la niña desde su habitación", ha explicado Porto que ha relatado cómo alguien entró porque las llaves estaban puestas en la puerta y cogió a Asunta de la "cintura o el cuello" y cómo ella se abalanzó sobre el desconocido.
"No sé de dónde saqué fuerza, me tiré encima y la soltó", ha detallado ante el jurado. Rosario Porto ha explicado que después fue con su hija a la cocina para coger un cuchillo y "solventar" el asunto, pero que el supuesto atacante ya había huido.
Cuando el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, le ha preguntado si denunció los hechos, Rosario Porto ha señalado que acudió a la Policía pero que no presentó denuncia porque para ella era "más importante la estabilidad emocional" de Asunta y creyó que hacerlo podría traumatizarla y trasladarle la sensación de que "no podía estar segura" en su casa y que lo que ella quería es que fuera "feliz".
Asunta "ponía pegas" a tomar medicamentos "como todos los niños"
El fiscal le ha preguntado también por otro indicidente el 9 de julio cuando les llamaron de la Escuela de Estudios Musicales a la que acudía la niña comunicándole que se encontraba mareada.
Porto ha reconocido que ese día su hija estaba como "dopada" pero lo ha achacado a la ingesta de un antihistamínico ya que, según ha señalado en otro momento del interrogatorio, Asunta sufría "rinitis alérgicas estacionales".
La madre ha señalado que su hija era una niña que "ponía pegas" y era "reacia" a tomar medicamentos "como todos los niños", pero ha negado que se quejara de que su padre le estaba dando unos "polvos blancos".
El fiscal ha señalado que esa afirmación se contradice con lo que declaró ante el juez instructor durante la investigación, pero Porto ha señalado que ella no lo ve así, según informa Efe.
El cuerpo de Asunta apareció el 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal del municipio de Teo, en A Coruña.