El ADN del hermano del presunto asesino de Eva Blanco permitió la detención
- El detenido es un marroquí de 52 años y nacionalidad española que vivía en Francia
- Dejó España en 1999 y actualmente se trabajaba en la construcción
- El cuerpo de Eva Blanco apareció en Algete (Madrid) en 1997
El presunto asesino de Eva Blanco, detenido el jueves en Francia, se llama Ahmed Chehl, tiene 52 años y se hasta el momento de su detención se ganaba la vida trabajando en la construcción. La Guardia Civil ha logrado detenerlo gracias a una prueba de ADN al hermano del detenido según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
El Ministerio del Interior ha ofrecido nuevos detalles de la investigación que permitió arrestar al presunto autor, Ahmed Chehl, un varón de 52 años nacido en Taza (Marruecos) pero de nacionalidad española que abandonó España en 1999, dos años después del asesinato de la joven en Algete, Madrid.
El presunto asesino fue detenido el jueves en Pierrefontaine Les Varans (Francia). En abril de 1997, el cuerpo sin vida de la menor Eva Blanco apareció en una cuneta, en un paraje denominado Las Pesqueras, junto a una rotonda de la carretera M-100 con evidentes signos de violencia, revelando la autopsia que la joven había recibido una veintena de puñaladas repartidas en la nuca, parte posterior del cuello y espalda.
El ADN de su hermano
Durante estos dieciocho años, se han iniciado más de 100 líneas de investigación, en las que se ha solicitado colaboración ciudadana y de los medios de comunicación en varias ocasiones y donde un gran número de personas anónimas han contactado con la Guardia Civil, facilitando diferentes datos, obteniéndose incluso manifestaciones que han logrado mantener activa esta investigación.
Entre ellas, el 8 de octubre de 2013 se solicitó al Instituto de Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela un estudio de la muestra genética hallada y custodiada por la Guardia Civil.
Los avances en genética forense permitieron extraer nuevas conclusiones de esa muestra y en enero de 2014 se recibió el informe de los expertos, que ha resultado transcendental para los investigadores al revelar que el propietario del perfil era un varón de origen norteafricano.
Tras solicitar el padrón al Instituto Nacional de Estadística y al municipio de Algete, se logró estrechar el cerco sobre los varones norteafricanos que en la época del suceso estaban empadronados en la localidad madrileña.
Desde este momento, las pesquisas policiales se enfocaron en unas 200 personas que vivieron en Algete entre 1995 y 1999, lo que llevó a los agentes encargados de la investigación a viajar por diferentes provincias de España.
En una de esas entrevistas, a principios del pasado mes de septiembre, se logró obtener un perfil de ADN que, tras ser remitido al Departamento de Criminalística de la Guardia Civil, dio positivo aunque no coincidió al 100 % con el encontrado en el cuerpo de Eva Blanco en 1997. Todas las investigaciones se centraron entonces sobre esta persona y su círculo familiar.
Era el hermano del presunto asesino, al que se llegó tras localizar a todos los familiares por línea descendente paterna.
Los investigadores se centraron en el varón residente en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans, que había salido de España en el año 1999, dos años después del crimen.
El ministro del Interior ha subrayado el "destacado rigor científico de esta investigación" y el "impecable" tratamiento dado a las muestras recogidas.
En base al tratado de Prüm, y a través de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, se iniciaron los trámites de colaboración con la Gendarmería francesa y resto de autoridades galas, que han colaborado con la Guardia Civil en todo momento, según Interior.
Sin cómplice
La Guardia Civil ha descartado este viernes que exista un coautor en el asesinato de Eva Blanco, tras la detención del presunto autor del crimen ocurrido en Algete (Madrid) el 20 de abril de 1997.
"Que se establezcan teorías con que puede haber una segunda autoría o que pueda haber un coautor no se baraja en absoluto", ha explicado a los medios el capitán de la Guardia Civil Ruben Valero.
No obstante, ha añadido que "el caso no está cerrado hasta que no se culmine con la entrada en prisión" del presunto autor del asesinato, un hombre de 52 años, identificado como A.C.G., ciudadano español de origen marroquí y que salió de España en 1999.
A la espera de extradición
La jueza de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz está a la espera de la tramitación de extradición del presunto autor del asesinato de la joven Eva Blanco, ocurrido en 1997 en la localidad de Algete, detenido en Francia, para formalizar su situación procesal.
La magistrada acordó el jueves la detención de A.C.G. en aplicación de una orden europea al ser localizado en territorio francés y ahora está a la espera de la tramitación de la extradición correspondiente para que el detenido sea puesto a disposición judicial y proceder a la formalización de su situación procesal.
Por su parte, Fernández Díaz ha dicho que España ya ha solicitado la extradición del presunto criminal y que espera que se pueda realizar "lo antes posible" habida cuenta de la "extraordinaria" colaboración policial con las autoridades francesas para que "sea puesto a disposición judicial" en España.
Al respecto, ha destacado que el arresto se ha producido 18 años después del crimen, por lo que "afortunadamente" faltaban dos años para que prescribiera este tipo de delito, que lo hace a los 20 años.
Por ello, el titular de Interior ha subrayado el "éxito institucional" de la Guardia Civil por haber culminado esta operación tras 18 años de investigaciones. "La protagonista es hoy la Guardia Civil", ha agregado.
Las actuaciones de investigación continúan secretas y se practicarán nuevas diligencias para aclarar en su totalidad el caso.
Un centenar de marcadores orientaron las pesquisas en el caso
Un centenar de marcadores genéticos y de características físicas empleados por el Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro, de la Universidad de Santiago (USC), orientaron las pesquisas policiales hacia el presunto asesino de la joven Eva Blanco, transcurridos 18 años desde aquel crimen.
La directora del centro compostelano, de referencia mundial, María Victoria Lareu Huidrobo, explicó a preguntas de los informadores que se trató de 80 marcadores genéticos, que permiten inferir estadísticamente el origen biogeográfico, y otros 20 que pueden indicar las características físicas del individuo al que pertenecen las muestras.
La catedrática señaló que con el primer grupo de marcadores se pueden determinar cinco áreas de procedencia, europeo, africano-subsahariano, asiático, latinoamericano y de Oceanía.
Agregó que con el empleo de muchos más marcadores, del orden de millones, se podría conocer el origen con distancias de mil o mil quinientos kilómetros, aunque para ello es preciso estudiar también la "mezcla de población" y otros parámetros.
Además, el instituto de la USC ha desarrollado un test de análisis SNPs (Single Nucleotide Polimorphism) específico, con lo que se infieren rasgos físicos como el color de los ojos, del cabello o la piel y que fue empleado en el caso del presunto asesino de Eva Blanco, lo que orientó definitivamente la larga investigación desarrollada por la Guardia Civil.
El estudio se entregó en diciembre de 2013 y el paso del tiempo, por lo que fue preguntada la especialista, no solo no ha tenido repercusión en la calidad de la muestra, que estaba bien conservada, sino que permitió que avanzase la ciencia en el campo de estos marcadores y se pudiese realizar un estudio que hace 17 años era imposible.
"Lo que ha hecho el paso del tiempo -insistió- es haber tenido tiempo para investigar en nuevas tecnologías, en nuevos marcadores", por lo que resaltó esta especialista la importancia del trabajo no solo de las cuatro personas que han realizado este estudio, encabezados por ella misma, sino de los equipos de investigación, "que son los que hacen que estas cosas puedan suceder".
Aunque el valor del estudio es diferente en cada caso, la directora del instituto apuntó que en el del presunto asesino de Eva había sido muy alto.