Rusia bombardea por primera vez Raqqa, bastión del Estado Islámico, en la tercera jornada de ataques
- Aviones rusos han destruido un centro de mando y un cuartel de entrenamiento
- Rusia ha lanzado una treintena de misiones de vuelo en 48 horas
- Turquía pide a Rusia que cese sus ataques
La aviación rusa ha llevado a cabo una docena de ataques este viernes en territorio de Siria y, por primera vez desde el comienzo de su campaña aérea en Siria, ha bombardeado cerca de la ciudad de Raqqa, bastión del Estado Islámico (EI) y la capital oficiosa de su autoproclamado"califato".
"El 1 de octubre, los bombarderos Su-24M destruyeron un centro de mando del Estado Islámico (EI) y un campo de entrenamiento cerca de Qasert-Faraj, al suroeste de Raqqa", ha informado por la mañana el general Igor Konashenkov, portavoz militar, a los periodistas. En ese mismo ataque, los Su-24M acabaron con decenas de vehículos militares y armamento pesado de los yihadistas, ha asegurado el general.
Durante la madrugada la aviación rusa despegó en diez ocasiones de la base militar de Latakia, en la costa mediterránea del país árabe, y atacó siete objetivos del EI, entre ellos otro centro de mando y nudo de comunicaciones que tenían los terroristas en la provincia de Alepo.
Posteriormente, el mismo portavoz ruso ha informado de seis nuevos ataques, en este caso en la provincia de Hama, asegurando que se habían destruido el puesto de mando del Estado Islámico en la zona y su arsenal de armas.
Una treintena de vuelos en 48 horas
La aviación rusa ya ha completado una treintena de misiones de vuelo en menos de 48 horas en varias provincias del país árabe, desde que el Senado ruso autorizara el miércoles el empleo de las tropas de este país para luchar contra organizaciones terroristas en territorio sirio.
En el curso de estas operaciones, cazas Su-25M -Frogfoot en terminología de la OTAN- atacaron un campo de los yihadistas en la provincia de Idlib, donde según Konashenkov "destruyeron búnkeres y almacenes de combustibles de los terroristas". La aviación rusa ha alcanzado también varios objetivos en la localidad de Qaryatain, situada en la provincia de Homs y a 130 kilómetros de Palmira. Los yihadistas tomaron Palmira en mayo y Qaryatain en agosto.
El Kremlin ha garantizado que todos los ataques de la aviación rusa se dirigen exclusivamente contra posiciones yihadistas y en ningún caso contra la población civil, aunque ha reconocido que otras organizaciones terroristas están en su lista de objetivos.
Turquía y la coalición internacional piden que cesen los ataques rusos
Los ataques rusos han sido recibidos con desconfianza por la coalición internacional que bombardea al EI en Irak y Siria. Pese a las declaraciones del ejecutivo ruso, siete países (Turquía, EE.UU,, Reino Unido, Francia, Alemania, Arabia Saudí y Catar) difundieron este viernes un comunicado en el que exigen a Rusia que cese los bombardeos contra la oposición siria y la población civil.
"Expresamos nuestra profunda preocupación con los ataques de la Fuerza Aérea Rusa sobre Hama, Homs y Idlib desde ayer que han causado bajas civiles y que no tenían como objetivo el Estado Islámico", traslada el comunicado emitido desde el ministerio de Exteriores de Turquía, país contrario al régimen de Asad y que apoya a la oposición siria.
Y añade que "estas acciones militares constituyen una mayor escalada y solo causarán más extremismo y radicalización".
Los bombardeos suponen un salto cualitativo en la implicación en el conflicto por parte de Rusia, aliado de Asad. Las autoridades rusas creen que la campaña aérea puede durar entre tres y cuatro meses.
Este viernes, el presidente ruso Vladímir Putin, ha llegado al Palacio del Elíseo para mantener con su homólogo francés, François Hollande, una reunión centrada en la crisis ucraniana en la que previsiblemente se hablará de esta implicación militar de Moscú en el conflicto sirio.
Esta reunión bilateral precederá a la cumbre del llamado "formato de Normandía" sobre la crisis en Ucrania, en la que también participarán la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
Tanto Hollande como el primer ministro francés, Manuel Valls, han destacado ante la intervención militar rusa contra los rebeldes que, si se quiere atacar al terrorismo a quien hay que bombardear es al Estado Islámico (EI), "no a los otros".