El tirador de Oregón preguntó a las víctimas por su religión antes de asesinarlas
- Según los testigos, el asesino decía a las víctimas: "Veréis a Dios en un segundo"
- Sus vecinos le describen como un joven "poco amigable"
- El presidente Obama condena que estas masacres se estén convertido en una "rutina"
Su nombre es Chris Harper-Mercer. Es el joven de 26 años que en la tarde del jueves entró en el campus del centro de estudios superiores Umpqua, en Roseburg (Oregón) y asesinó a tiros a nueve personas. Antes de dispararles, pidió a las víctimas que declarasen cuál era su religión, según los testimonios de los testigos. La investigación, de momento, no ha podido establecer los motivos de la masacre.
Un hombre, cuya hija resultó herida, ha declarado a la CNN que el asesino ordenó a los estudiantes ponerse de pie si eran cristianos. "Les dijo: 'Si eres cristiano vas a ver a Dios en tan sólo un segundo'", ha contado Stacy Boylan a la cadena norteamericana. Su hija logró sobrevivir al fingir que estaba muerta.
Cassandra Soldadura, otra estudiante, ha relatado que, "todos los estudiantes en la clase se lanzaron debajo de los escritorios y una mujer, una de mis compañeras de clase, fue a ver lo que estaba pasando, abrió la puerta y por desgracia el tirador la disparó".
"Es una tragedia que marcará a nuestra comunidad. Ya no seremos capaces de confiar en la gente", señala Missy, de 39 años, delante del hospital, donde aún continúan ingresadas siete personas.
Un joven "poco amigable"
Mercer, de padre caucásico y madre afroamericana y nacido en el Reino Unido, se había trasladado a Oregón desde Torrance, en la vecina California.
La CBS entrevistó a un vecino del sospechoso (muerto a manos de la policía), quien le ha descrito como "poco amigable", al detallar que por las noches "se sentaba solo en el balcón en medio de la oscuridad con muy poca luz".
El vecino también dijo que pudo oír a la madre de Mercer, que vivía con él, llorar desesperadamente el jueves después de que tuviese lugar el tiroteo y de que Mercer falleciera.
Fuentes de la investigación también han indicado que en el lugar del tiroteo se encontraron tres pistolas y un rifle.
El presidente Barack Obama ha denunciado que EE.UU. ha convertido "en una rutina" las masacres por violencia armada, y ha insistido en que "ningún país avanzado" asiste regularmente a episodios como el ocurrido en Oregón. "Es una elección política que hacemos, al permitir que esto pase cada pocos meses en América", ha declarado.