Un enfermero del hospital de MSF en Kunduz: "Vimos a nuestros colegas morir y eso es algo muy duro"
- “En la Unidad de Cuidados Intensivos seis pacientes estaban ardiendo en sus camas”
- El suyo era el único hospital que había en Kunduz, y ya no está operativo
- Doce miembros de su personal y diez pacientes murieron en el ataque de EE.UU.
Una experiencia "absolutamente aterradora". Así describe el enfermero de Médicos Sin Fronteras, Lajos Zoltan Jecs, el momento en que el hospital de MSF en Kunduz fue bombardeado por las fuerzas estadounidenses, en plena madrugada del sábado 3 de octubre. Esa noche murieron 12 miembros del personal de la ONG y siete pacientes. Desde entonces el único hospital de Kunduz no está operativo y han muerto otros tres pacientes más, lo que hace que el total de víctimas mortales ascienda a 22.
“Estaba durmiendo en una de las habitaciones de seguridad del hospital. Alrededor de las 2 de la mañana, me desperté con el estruendo de una gran explosión”, detalla.
El bombardeo duró una media hora “en la que no pararon de caer bombas. “Salí del hospital con el coordinador del proyecto para ver lo que había sucedido. Lo que vimos fuera es indescriptible: el hospital estaba destruido y varias salas completamente en llamas. No sé lo que sentí, de nuevo sólo conmoción”.
“En la Unidad de Cuidados Intensivos seis pacientes estaban ardiendo en sus camas“
Entonces comenzaron a llegar heridos por todas partes. “Tratamos de ver si podíamos entrar a uno de los edificios en llamas para ayudar a la gente. No era posible. No puedo describir lo que había ahí dentro. No hay palabras para explicar lo terrible que era. En la Unidad de Cuidados Intensivos seis pacientes estaban ardiendo en sus camas”.
“Vimos a nuestros colegas morir, y eso es algo muy duro“
La llegada de las víctimas “que llegaban en masa a la oficina fue una locura”. Comprobaron entonces qué médicos estaban vivos y disponibles para ayudar. “Vimos a nuestros colegas morir y eso es algo muy duro. Nuestro farmacéutico, con quien había estado hablando la noche anterior, con quien había estado haciendo el plan de trabajo para la noche, también murió allí, en nuestra oficina”.
“Ver a hombres adultos, ver a tus amigos llorando incontrolablemente, no es fácil de asimilar“
“Algunos de mis colegas estaban demasiado conmocionados como para hacer nada”, explica Zoltan, “no podían parar de llorar. Traté de animarles para que nos ayudaran, de darles algo en que concentrarse y alejar sus mentes del horror, pero algunos estaban completamente paralizados. Ver a hombres adultos, ver a tus amigos llorando incontrolablemente, no es fácil de asimilar”.
El enfermero recalca la labor que han hecho sus compañeros en este hospital. Son “personas que no habían ido a sus casas, que no habían visto a sus familias, que habían estado trabajando en el hospital para ayudar a la gente, y ahora están muertos. Estas personas son amigos, amigos cercanos. No tengo palabras para expresar lo que siento. Es indescriptible”.
El hospital no está operativo
Médicos Sin Fronteras (MSF) confirma que ha dejado de estar operativo el hospital de Kunduz (norte de Afganistán) bombardeado el sábado durante un ataque aéreo estadounidense. "El hospital de MSF en Kunduz ya no está operativo. Algunos miembros de nuestro personal médico están trabajando en dos hospitales a los que fueron trasladados algunos heridos", afirma Kate Stegeman, portavoz de la ONG en Afganistán, en su cuenta de Twitter.
Las imágenes difundidas tras el ataque, perpetrado durante la madrugada de ayer, mostraban parte del austero centro sanitario de planta baja calcinado por las llamas, mientras los supervivientes se amontonaban en las zonas que no habían sido dañadas.
El hospital, el único con servicios de traumatología y cirugía en toda la región y en el que trabajaban 80 miembros de MSF, atendía a un centenar de pacientes en el momento del bombardeo, según la ONG.
"Además del fallecimiento de colegas y pacientes, este ataque ha cortado de golpe el acceso a los servicios de traumatología de la población de Kunduz justo cuando más lo necesitaban", asegura en un comunicado la presidenta de MSF-Bélgica, Meinie Nicolai.
37 heridos y tres niños entre los muertos
MSF aclaró que entre los siete pacientes que murieron en el bombardeo había tres niños y añadió que además 37 personas se encuentran heridas de gravedad, la mayor parte de las cuales fueron trasladadas al centro de Puli Khumri, situado a dos horas de Kunduz. Este domingo informan de que han muerto otros tres pacientes más, lo que eleva a 10 el número de pacientes fallecidos y a 22 el total de muertes.
El Gobierno afgano reconoció que el bombardeo fue obra de las fuerzas aéreas estadounidenses después de que "entre 10 y 15 terroristas" talibanes, que fallecieron en el ataque, se refugiaran en el hospital.
Un portavoz militar estadounidense en Afganistán confirmó que se había realizado un ataque en Kunduz a la misma hora en la que MSF informó del bombardeo y señaló, sin entrar en detalles, que la acción pudo producir "daños colaterales a un centro médico cercano".
El bombardeo se produjo en el marco de la toma de Kunduz el pasado lunes por los talibanes, la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron desalojados del poder en 2001, y la posterior reconquista el jueves de la ciudad por parte de las tropas afganas, con apoyo aéreo estadounidense.
Crimen de guerra
MSF ha escrito un comunicado firmado por Joan Tibau, director general de la organización, calificando el hecho como un "presunto crimen de guerra" y exige que un órgano internacional independiente lleve a cabo una investigación profunda y transparente del bombardeo.
"Apoyarse solo en una investigación interna de una parte del conflicto es totalmente insuficiente. Ninguno de nuestros trabajadores informó de enfrentamientos dentro del hospital de MSF antes del ataque de los Estados Unidos el sábado por la mañana", expone dicho comunicado, haciendo alusión a la justificación de que había talibanes dentro del hospital.
"Reiteramos que el edificio principal del hospital, donde el personal médico cuidaba de los pacientes, fue alcanzado repetidamente y de forma muy precisa durante los ataques aéreos, mientras que el resto del recinto ha quedado intacto. Condenamos este ataque, que constituye una grave violación del Derecho Humanitario Internacional”, concluye el texto.