Los partidos devanan la madeja de sus listas para las elecciones generales
- El PP no presentará sus listas ni su programa hasta que se disuelvan las Cortes
- La dirección de Pedro Sánchez copa unas listas del PSOE renovadas y paritarias
- Lucha de liderazgos entre Podemos e IU que torpedean la unidad de la izquierda
- Podemos quiere imponer sus siglas; IU fundirá las suyas con Ahora en Común
Una vez que se sabe que las próximas elecciones generales se celebrarán el 20 de diciembre, el calendario electoral se ha definido y los partidos ya saben que tienen hasta el 6 de noviembre como fecha límite para cerrar coaliciones y hasta el 16 de noviembre para presentar sus listas. Ha empezado, por tanto, la carrera para completar un puzle en el que, cada una a su manera, las formaciones deben conciliar sus equilibrios internos con la estrategia que les permita maximizar resultados.
El PP apurará los plazos
El PP será fiel a la estrategia habitual de Mariano Rajoy de no meter prisa en las decisiones que, al fin y a la postre, dependerán de él en tanto que presidente del partido. Los 'populares' no presentarán las listas con las que concurrirá a las elecciones generales ni avanzarán las líneas básicas de su programa electoral hasta que se disuelvan las Cortes Generales el próximo 27 de octubre.
Ateniéndose a los plazos legales de la ley electoral, el PP tendrá justo dos semanas, tras la disolución de las Cortes, para hacer públicas las listas en las que trabaja Rajoy con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario general de Organización del partido, Fernando Martínez-Maíllo.
Unas listas en las que tendrá que acomodar a sus ministros y cargos de confianza y consolidar la imagen de regeneración impulsada en los últimos meses tras el cambio de imagen y de caras al frente del partido.
En este sentido, la incertidumbre está generando "nerviosismo" y "movimientos" en las filas del PP, en especial, entre diputados y senadores que quieren repetir y ven que las opciones se estrechan. Los parlamentarios populares son, ante el 20D, más conscientes que nunca de la importancia de ir bien colocado en unas listas en las que los actuales 185 diputados del PP quedarán lejos de los resultados de los comicios en los que Rajoy opta a la reelección.
El programa, que elabora la vicesecretaria general de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, está avanzado, pero no está cerrado. Según fuentes populares aún se encuentra en la fase de recogida de propuestas que inició con la Conferencia Política que el PP celebró a principios de julio.
A la espera de la elaboración del programa electoral, sí parece más clara la estrategia del PP en esta precampaña. El presidente del Gobierno pretende recorrer España en las próximas semanas para vender los éxitos concretos de su gestión, y multiplicará sus viajes por todas las comunidades, inaugurando obras como ha hecho en las últimas fechas en Cádiz, Palencia, León y Granada -hasta que por ley deba dejar de hacerlo una vez convocadas las elecciones a finales de octubre-.
La otra pata de la estrategia de Rajoy y del PP será centrar sus críticas en el PSOE y en su líder, Pedro Sánchez, porque tal y como advirtió Rajoy en la reunión celebrada por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular tras las elecciones catalanas, los adversarios son los socialistas.
El PSOE se renueva con la gente de Sánchez
El Partido Socialista culminará en estas elecciones la renovación de sus cuadros, candidatos y representantes que se inició con la proclamación de Pedro Sánchez como secretario general y candidato a la Presidencia del Gobierno.
Después de que en las elecciones autonómicas y municipales de mayo ya sustituyera al 80% de sus candidatos a alcaldes y a 11 de los 13 candidatos a los gobiernos autonómicos, el PSOE renovará al menos 35 cabezas de lista en las 50 provincias españolas. La renovación será total en Andalucía, la Comunidad Valenciana (donde todavía no se han aprobado las propuestas de los comités provinciales), Aragón y Extremadura.
Y en esa renovación, la dirección de Pedro Sánchez copará las cabeceras de lista. Esto es, la Ejecutiva Federal del PSOE se desplegará por todo el territorio para encabezar nueve candidaturas provinciales al Congreso. Además, el propio aspirante a La Moncloa, Pedro Sánchez, concurrirá en Madrid flanqueado como número dos por su secretaria de Estudios y Programas, Meritxell Batet, y con la secretaria de Empleo, Luz Rodríguez, como número cuatro.
El PSOE apuesta por su actual dirección, lo que supone un relevo generacional en el que ya no tienen sitio los dirigentes veteranos de la vieja guardia de Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba o José Luis Rodríguez Zapataro. No volverán al Congreso Alfonso Guerra (diputado desde la legislatura constituyente de 1977), los exministros Trinidad Jiménez (Málaga) y Jesús Caldera (Salamanca) y la exsecretaria de Estado de Inmigración Consuelo Rumí (Almería).
El reparto de puestos entre la cúpula socialista queda así -las listas son 'cremallera', es decir, alternan hombres y mujeres en los puestos-: la presidenta, Micaela Navarro, se presentará por Jaén; el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, por Sevilla; la secretaria de Cambio Climático y Sostenibilidad, Pilar Lucio, por Cáceres; la de Administraciones Públicas, Susana Sumelzo, por Zaragoza; el de Acción Política, Ciudadanía y Libertades, Patxi López, por Vizcaya, y la de Política Municipal, Adriana Lastra, por Asturias. El secretario de Organización, César Luena, volverá a presentarse como número uno por La Rioja.
De hecho, el único 'fichaje' conocido de ajenos al partido para las listas ha sido el de la excomandante del Ejército Zaida Cantera, que acusó a un superior de acoso sexual. No se tiene noticia de que Pedro Sánchez pretenda sumar a las listas a los expertos con los que estaba trabajando su programa electoral, y entre los que destaca la presencia del exministro de Economía Jordi Sevilla.
Podemos-IU, lucha de liderazgos que dificultan el acuerdo
Podemos, IU y los demás espacios de la izquierda se enfrentan a su propio juego en un panorama de pactos, acuerdos y negociaciones especialmente complejo por la organización asamblearia de sus formaciones. Antes de la medianoche del viernes 6 de noviembre, Podemos, IU, Ahora en Común y los demás partidos territoriales de izquierdas deberían haber llegado a un acuerdo, si es que quieren ir juntos a las urnas. Pero el panorama está, a cinco semanas de esa fecha, muy poco definido.
El jueves pasado tuvo lugar otro encuentro entre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de IU a presidir el Gobierno, Alberto Garzón, en casa de este, un encuentro personal entre ambos dirigentes, según fuentes de IU, sin más ánimo que intercambiar impresiones sobre el momento político actual.
Sin embargo, fuentes cercanas a este encuentro señalan que el pulso entre las dos organizaciones está generando "tensión" en las filas de ambos y, por tanto, rechazo a un posible pacto de unidad popular, en el que Garzón lleva empeñado casi un año, desde que fue proclamado candidato, ante la aparente indiferencia -cuando no descalificación- de Podemos.
Además, dentro de "ambas casas", han señalado las mismas fuentes, hay "enemigos" que presionan a Iglesias y a Garzón para que esa alianza electoral no se produzca, sobre todo después del fracaso de la experiencia de Catalunya Sí que es Pot, que con la suma de Podemos quedó con once escaños, dos menos que en las autonómicas de 2012 cuando concurrieron solos ICV y EUiA.
Los gestos de los líderes, más allá de su relación personal, también dificultan un consenso. Iglesias se desmarca de cualquier iniciativa de confluencia que no sea bajo sus siglas, y Garzón se ha postulado en su carrera en las primarias de Ahora en Común como el candidato de la unidad popular.
Podemos busca atraer fuerzas en las comunidades
El partido de Pablo Iglesias ha puesto este fin de semana negro sobre blanco sus reglas: quiere que los demás se incluyan en sus listas bajo las siglas de Podemos, atendiendo al razonamiento de que su fracaso en las elecciones catalanas se debió a que sus siglas no fueron identificadas por los votantes en las papeletas.
"Por eso, Podemos será el nombre y eje articulador de la candidatura del cambio para las elecciones generales", han defendido Iglesias y su número dos, Íñigo Errejón, en una carta pública dirigida a sus militantes.
Podemos ya cerró antes del verano sus primarias para elegir a los miembros de sus candidaturas y formalizar a Pablo Iglesias como número uno a La Moncloa, pero ha reservado huecos a otros actores territoriales que quisieran sumarse ateniéndose a sus condiciones.
La formación morada rechaza de plano un acuerdo a nivel estatal con Ahora en Común o Izquierda Unida, y está trabajando por llegar a acuerdos con siglas como Anova en Galicia o Compromís en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, sectores de estos partidos rechazan el empeño de Podemos de imponer su marca y sus siglas por delante cuando en esas comunidades no es la fuerza mayoritaria de la izquierda alternativa y tampoco renuncian a un grupo propio en el Congreso.
IU sí fundirá sus siglas con Ahora en Común
Por su parte, IU ha refrendado este sábado su participación en Ahora en Común y su candidato, Alberto Garzón, se someterá a las primarias de esta plataforma para ser su cabeza de lista a la Presidencia del Gobierno. Los resultados de las primarias de Ahora en Común se proclamarán definitivamente el 24 de octubre, dos semanas antes de que los posibles acuerdos con otras formaciones tengan que estar cerrados.
Garzón sigue defendiendo la necesidad de un amplio acuerdo de unidad para las elecciones generales, aunque dice que debe ser democrático en todas sus fases y, en sus declaraciones, se niega a pactos entre las cúpulas de los partidos.
El panorama se ha complicado por la crisis que vive el proyecto de Ahora en Común en la Comunidad de Madrid, que es donde suelen presentarse los candidatos a la Presidencia del Gobierno, y por el freno que ha impuesto Equo, que ha decidido ir a las elecciones generales junto a Podemos.
Ciudadanos, en clave de gobernabilidad
Desde Ciudadanos, ya se empezó este verano el trabajo de confección de las listas mediante la celebración de primarias, de las que saldrán los primeros puestos de sus listas en las respectivas circunscripciones. En el caso de la formación naranja, destaca que sus filas se han visto engrosadas con representantes o líderes de UPyD que abandonaron esta formación. Junto al ejemplo del exdiputado autonómico en Asturias Ignacio Prendes, el caso quizá más mediático es el de Toni Cantó, que se presentará como número dos por Valencia.
Impulsado por su éxito en las pasadas elecciones catalanas, Albert Rivera viene hablando en sus últimas intervenciones en clave electoral, avanzando que su partido sólo formará parte del próximo Gobierno central si se alza con el triunfo en las elecciones generales del 20 de diciembre, aunque está abierto a llegar a "acuerdos puntuales" desde la oposición.
C's ha ido desgranando su programa de gobierno en los últimos meses pero a finales de octubre prevé presentar su propuesta de "reformas democráticas y jurídicas al modelo institucional español", y en noviembre presentará el programa definitivo en su conjunto.
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