Garzón zanja el debate sobre Podemos y asegura sentirse orgulloso de su "mochila" como militante de IU
- Niega que las conversaciones trataran sobre su incorporación al partido morado
- Podemos "ha girado al centro" y se ha convertido en "una maquinaria electoral"
- Garzón no descarta que IU y Podemos compartan lista en Cataluña o Galicia
El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha dado por zanjada la crisis con Podemos por las conversaciones que se habían abierto para una posible candidatura conjunta y ha anunciado que inicia su propia campaña electoral para las elecciones generales del 20 de diciembre, en la que dice sentirse "muy orgulloso" de la "mochila" que le acompaña como militante de IU y del PCE, y que Podemos consideraba un problema.
Después de que este martes se cerrara oficialmente la puerta a la posibilidad de un acuerdo electoral, Garzón ha explicado ante la prensa la "sorpresa" que le generó esta decisión "unilateral" de Podemos, que a su juicio además "beneficia" al bipartidismo. "Ayer fue un día feliz en Génova y Ferraz", ha dicho en referencia a las sedes de PP y PSOE.
En un desayuno informativo, Garzón ha relatado la secuencia de los hechos que llevó hasta la ruptura final y ha negado que las conversaciones con Podemos giraran sobre su incorporación a la candidatura de Pablo Iglesias.
"Para eso se hubieran zanjado hace tres meses cuando dije que no", ha insistido criticando el "mercado de fichajes" en el que cree que ha caído Podemos.
Acusa a Podemos de cambiar de rumbo
Llegados a este punto, cree que IU tiene margen para hacer su propia campaña y convencer de su proyecto al electorado. A su juicio, IU tiene "mejor" y "más ambicioso" programa electoral que Podemos, que desde las elecciones europeas "ha girado al centro" y se ha convertido en "una maquinaria electoral" sólo preocupada por los comicios de diciembre.
Lo que no ha querido decir Garzón es que se siente engañado por la ruptura imprevista, pese a la insistencia de los periodistas en preguntarle sobre ello: "No me vais a sacar ese titular", ha respondido.
Las versiones de ambos partidos sobre los motivos por los que se ha cerrado la puerta definitivamente a una posible confluencia son contradictorios, ya que Garzón ha insistido en que desde IU no se pusieron líneas rojas en estas conversaciones más allá de querer hablar de igual a igual entre sus organizaciones respectivas.
Sí plantearon que, llegado el caso de un acuerdo, la fórmula jurídica para concurrir sería la de la coalición electoral, también con las siglas de IU en el registro ante las juntas electorales, lo que no quiere decir que tuvieran que aparecer en la papeleta porque Garzón ya manifestó en su día que estaba dispuesto a renunciar a ello.
Podría haber listas compartidas en Cataluña o Galicia
Pese a esta ruptura, Podemos e IU sí podrían compartir lista electoral en algunos territorios como Cataluña o Galicia, donde las conversaciones están ya muy avanzadas. A juicio de Garzón, se trata de "espacios singulares" en los que las conversaciones pueden continuar "sin problemas".
En esta situación, Garzón cree que la "contradicción" la tiene Podemos al querer en determinadas circunscripciones pactos que no quiere en otras.
Sin embargo, ha reconocido que se trata de una situación de "enorme confusión", porque sería la primera vez que en unas elecciones dos partidos se alían en determinados territorios y rivalizan en otros. Y la confusión se podría incrementar a la hora de formar grupos parlamentarios una vez constituidas las Cortes Generales.
En todo caso, ha dejado claro que esos acuerdos aún no están cerrados y sólo se ha alcanzado de momento pactos políticos. Su definición jurídica tendría que definirse cuando avancen las conversaciones "si no se rompen por el camino".
Una vez asumido que definitivamente Podemos e IU competirán electoralmente, Garzón se prepara para presentar su candidatura a Ahora en Común, de la que se han marchado ya sus promotores y Equo, entre otras fuerzas.
Pero eso no es problema para Garzón, ha señalado, porque se trata de un espacio "profundamente democrático", sin una fuerza hegemónica y "calcado" de las candidaturas de unidad popular que triunfaron en Madrid y Barcelona, y en el que queda todavía gente no organizada, independiente y muchos partidos pequeños "igualmente importantes"