Concluye la instrucción del accidente de tren en Santiago con el maquinista como único imputado
- Se el imputan 80 homicidios por una "imprudencia grave profesional"
- El juez concluye que la causa del accidente fue el exceso de velocidad
- Aunque reconoce que la seguridad de la vía podría haber sido mejor
El maquinista y las víctimas recurrirán el auto de fin de instrucción [.pdf]
El juez que investiga el accidente del tren de Santiago, Andrés Lago, ha dado por concluida este miércoles la instrucción sobre el siniestro ocurrido en las inmediaciones de la capital gallega el 24 de julio de 2013 con el maquinista del Alvia, Francisco José Garzón Amo, como único imputado por un delito de homicidio por una imprudencia grave profesional. En concreto, han señalado fuentes judiciales, se especifican 80 delitos de homicidio, los correspondientes a las muertes, y 144 de lesiones.
El auto [.pdf] dictado por Lago sitúa como causa el exceso de velocidad, independientemente de que la seguridad pudiese ser mejor, algo que no se considera objeto de depuración en el ámbito penal.
El caso concluye así esta fase, tras las exoneraciones de miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a distintos responsables de la seguridad en la circulación.
En la resolución judicial, divulgada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el magistrado Lago solicita al Ministerio Fiscal y a las acusaciones particulares personadas que en el plazo de diez días formulen escrito de acusación -solicitando la apertura de juicio oral- o el sobreseimiento de la causa.
Sobre la petición realizada por las partes de realizar nuevas diligencias, el juez entiende que no hay necesidad de ellas para poder celebrar el juicio, y ello sin perjuicio, en todo caso, del derecho de las partes a reproducir tal petición ante el órgano de enjuiciamiento si lo estiman necesario para la defensa de sus intereses.
"No vamos a decir ahora lo contrario, que la seguridad podía ser mejor"
El magistrado recuerda que dos de los peritos judiciales coinciden en descartar en la génesis del accidente más contribución causal que la que deriva del exceso de velocidad con la que el tren entró en la curva de A Grandeira, siendo esa la única causa del siniestro.
Sobre los sistemas de seguridad, el instructor sigue el criterio de la Audiencia Provincial de A Coruña, que ha sostenido que no existe disposición legal o normativa alguna que obligue a que el tren en cuestión, y la propia infraestructura viaria en particular, estuviese dotada el día del accidente del sistema ERTMS.
Es por ello que el juez sostiene que las diligencias practicadas permiten concluir que la causa "directa, inmediata y que decididamente ha desencadenado el desgraciado accidente" que tuvo lugar el pasado 24 de julio de 2013, víspera del Día de Galicia, fue el exceso de velocidad.
El auto, no obstante, hace constar que "es evidente, y no vamos a decir ahora lo contrario, que la seguridad de la vía podía ser mejor. Es evidente también que de hallarse activo el sistema ERTMS las posibilidades de que el siniestro se produjese eran inferiores al tratarse de un sistema de seguridad más perfeccionado que mitiga en mayor medida el riesgo derivado del factor humano, pero el hecho es que la ausencia de tal sistema y las motivaciones que llevaron a su desactivación no pueden ser objeto de depuración en el ámbito penal, sin perjuicio de las responsabilidades, de otra índole, a que pudieren dar lugar".
El cierre sitúa la causa en el mismo punto en el que se quedó a los cuatro días de esta tragedia ferroviaria, con el maquinista como único imputado.
El primer magistrado instructor Luis Aláez, que consagró sus días de forma concienzuda a este episodio, siguió desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona -Garzón Amo- que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control, sin reducir la velocidad, atendiendo, asimismo en este intervalo, una llamada del interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán.
No obstante, el compañero que pasó a ocupar el puesto que tenía Aláez cuando este ganó otra plaza, Andrés Lago, ha cerrado la fase instructora con un único imputado, Garzón Amo, un hombre natural de Monforte de Lemos (Lugo) que, bastante antes del siniestro, había fijado su residencia a la ciudad de A Coruña para cuidar de su madre enferma.
Desde su inauguración en diciembre de 2011, Francisco José se encargaba del trayecto en la línea de alta velocidad Ourense-Santiago, que fue en la que se produjo este accidente, que minó el ánimo de todo el país.
El maquinista y las víctimas recurrirán la decisión
El maquinista Francisco José Garzón Amo y las dos asociaciones de víctimas han anunciado este miércoles que recurrirán el auto con el que el juez ha dado por concluida la investigación sobre el accidente.
El abogado de Garzón Amo, Manuel Prieto, ha señalado a Efe que su cliente no se ha visto sorprendido porque esperaba ser el único imputado en el caso. Este letrado ha anunciado que recurrirá y también ha expresado que no le resulta extraño que su patrocinado siga siendo el único cabeza de turco, aunque aquella tragedia ferroviaria registrada en la víspera del Día de Galicia se podría haber evitado, ha dicho.
La plataforma Alvia 04155 y la organización Apafas, la asociación de perjudicados por el accidente de aquel tren, han coincidido en la sensación de "indefensión total", así como en los sentimientos de una enorme decepción y frustración, tal y como han explicado a Efe sus portavoces, Jesús Domínguez y Cristóbal González, respectivamente.
Este viernes está convocada en la capital gallega una concentración ante los juzgados en repulsa por cómo están transcurriendo las investigaciones y, al igual que el abogado del maquinista, las víctimas también recurrirán.