Enlaces accesibilidad

El Murakami de la mesa de la cocina

  • Se publican por primera vez en español las dos primeras novelas del japonés
  • Escucha la canción del viento y Pinball 1973, germen de su universo literario

Por
El escritor japonés Haruki Murakami.
El escritor japonés Haruki Murakami.

Se había negado durante años, pero al fin, la insistencia de sus lectores ha podido más que su pudor. Haruki Murakami, el eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, finalmente ha accedido a que se traduzcan al español sus dos primeras novelas, Escucha la canción del viento (1979) y Pinball 1973 (1980), que hasta ahora solo se habían editado en japonés y en inglés -aunque en esta lengua ya estaban descatalogadas y ahora han vuelto a editarse-. 36 años después, la editorial del japonés en España, Tusquets, las ha lanzado a la venta en un único volumen (288 páginas, 19€) que permite descubrir el germen del universo de Murakami.

Jóvenes solitarios, fenómenos extraños, gatos y, por supuesto, buena música jazz asoman la cabeza por primera vez en las páginas de Escucha la canción del viento y Pinball 1973, novelas que escribió sentado a la mesa de su cocina, cuando regresaba a casa a alta horas de la madrugada tras cerrar cada noche el bar de jazz que regentaba con su mujer en las afueras de Tokio desde 1974.

Pero, para Murakami, la obra que marca el "verdadero inicio" de su carrera es su siguiente novela, La caza del carnero salvaje (1982), a la que se dedicó en cuerpo y alma tras tomar la decisión de cerrar el bar y apostar por convertirse en un verdadero escritor.

"Pero, al mismo tiempo, las dos "novelas de la mesa de la cocina" son también obras decisivas, difícilmente reemplazables, dentro de mi carrera como novelista. Son como las viejas amistades del pasado. Quizás ya no quedemos y charlemos, pero jamás olvido su existencia. Porque en aquellos tiempos fueron algo inestimable, insustituible para mí, me alentaron, reconfortaron mi corazón", desvela el propio autor en un interesante prólogo que abre el libro y en el que relata la génesis de sus óperas primas.

Un bateo providencial

Probablemente esas confesiones del prólogo de Escucha la canción del viento y Pinball 1973 sean mucho más interesantes que las propias novelas en sí, con un estilo aún por pulir, aunque Escucha la canción del viento fue determinante para que el autor japonés más vendido de todos los tiempos se convirtiera en el escritor que es hoy.

Murakami, que ya tenía 30 años cuando escribió su ópera prima, decidió mandar el manuscrito a un concurso organizado por la revista literaria Gunzô y acabó ganando el Premio para Escritores Noveles. Y menos mal, porque mandó el original y ni siquiera se le ocurrió sacar copias, con lo que, si no hubiese ganado, Escucha la canción del viento habría desaparecido para siempre. Y probablemente Murakami tampoco hubiese vuelto a escribir ninguna novela más, como admite él mismo.

Y es que su primera novela nació de un impulso el 1 de abril de 1978, aproximadamente a la una y media de la tarde. Como revela en el prólogo -ya lo había contado antes en su especie de autobiografía De qué hablo cuando hablo de correr (2007; en España 2010)-, asistía a un partido de béisbol en el estadio Jingû-kyûjô de Tokio, cuando Dave Hilton, bateador de su equipo, los Yakult Swallows, realizó un bonito lanzamiento cuyos ecos resonaron en todo el recinto: "En aquel instante, sin antecedente ni fundamento alguno, pensé de pronto: 'Sí. Quizá yo también pudiera convertirme en novelista'".

De allí surgió Escucha la canción del viento, las aventuras de un joven estudiante que vuelve a su ciudad natal en vacaciones y comparte barra en el Jay's Bar junto a su amigo El Rata, a la vez que sale con una chica con cuatro dedos en una mano. Una breve novela que a Murakami le costó mucho escribir, no solo por falta de tiempo, sino porque, además, tenía que encontrar su propio estilo, que logró tras decidirse primero a escribir en inglés y después hacer una especie de traducción al japonés.

"La escritura perfecta no existe", arranca curiosamente esa ópera prima detrás de la cual llegaron decenas de títulos del autor japonés más vendido de todos los tiempos.

Portada de 'Escucha la canción del viento' y 'Pinball 1973', de Haruki Murakami. TUSQUETS