Registran varias sedes de Volkswagen, entre ellas la central, por orden de la Fiscalía alemana

• El objetivo es incautarse de documentación y soportes informáticos
• Un dispositivo de 50 policías ha registrado también apartamentos privados

Registran varias sedes de Volkswagen por orden de la Fiscalía alemana

La Fiscalía alemana de Braunschweig ha ordenado registrar varias de las sedes de Volkswagen, entre ellas la central de Wolfsburgo, en el marco de la investigación abierta por la manipulación de las emisiones contaminantes.

Según ha informado la Fiscalía en un comunicado, el objetivo de los registros es incautarse de documentación y soportes informáticos "que puedan contener información sobre el exacto proceder y la identidad de los empleados de la compañía implicados" en los presuntos hechos delictivos que se investigan.

Los registros han sido coordinados por tres empleados de la Fiscalía alemana con el apoyo de las fuerzas de seguridad que han desplegado a 50 agentes de las fuerzas de seguridad del estado federado de Baja Sajonia, en el que se ubica la central del grupo automovilístico. Un portavoz del Ministerio Público ha detallado que las pesquisas se han extendido a algunos apartamentos privados en la ciudad norteña de Wolfsburgo y en otros enclaves no precisados.

El registro coincide con la admisión por parte del responsable de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, ante el Congreso de EE.UU, de que en la primavera de 2014 fue informado de un posible incumplimiento de los niveles de emisiones contaminantes en motores diésel.

Por su parte, el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel, de visita en Wolfsburgo este jueves ha reclamado "una acción decisiva del grupo automovilístico" para "arrojar luz sobre el escándalo".

Tras recibir varias denuncias, la fiscalía de Braunchsweig decidió abrir diligencias para investigar un presunto fraude por el trucaje de motores diésel de varios modelos del grupo Volkswagen.

Aunque en un primer momento informó de que las diligencias se centraban en el ex consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, quien dimitió poco después de conocerse el escándalo, después aclaró que se trataba de una investigación contra desconocidos, con el objetivo de identificar a los culpables del presunto fraude.