'Yo, él y Raquel', la tragicomedia adolescente (e inteligente)
- Se estrena la cinta de Alfonso Gómez-Rejón premiada en Sundance
- Una divertida y profunda vuelta de tuerca al subgénero de películas de instituto
- RTVE.es entrevista a su director y te adelanta una escena
Adolescente e indie. Si la combinación atrae, eres un espectador bienvenido para Yo, él y Raquel. Si no, no tengas miedo: la película dirigida por Alfonso Gómez-Rejón subvierte el género teen y es una narración atractiva e inteligente. Tras ser premiada en el último Festival de Sundance, se estrena ahora en España.
Basada en la novela de Jesse Andrews Me and Earl and the dying girl, es la historia de Grerg, un adolescente brillante que se mueve camaleónicamente entre las distintas tribus de su instituto. Es tan bienqueda que no opone resistencia cuando su madre le obliga a visitar periódicamente a Raquel, una desconocida compañera enferma de leucemia. Aunque el tono es, esencialmente de comedia, con la diálogos hipertrofiados por ingeniosos, la muerte que gravita sobre el final añade profundidad al subgénero de instituo y amistad.
Alfonso Gómez-Rejón, tejano de 42 años, ha mamado de la industria de Hollywood trabajando junto a Scorsese, Gonález Iñárritu y Nora Ephron. Y se ha fogueado en series de tv como American Horror Story donde “eres menos autor, pero te dejan experimentar” explica en una entrevista para RTVE.es durante el Festival de San Sebastián.
Aunque el guion de Yo, Él y Raquel (que firma el propio Jesse Andrews) le era ajeno al director, conectaba con la reciente pérdida de su padre.
“Mi padre había fallecido un año antes de que leyera el guion y yo estaba perdido. No esperaba una comedia y empecé a dar un giro muy sutil, que me afectó muchísimo. Me parezco mucho a Greg en muchísimas cosas”, añade. “Por ejemplo: ese momento en el que estás buscando tu identidad en el instituto. Por lo mismo estaba pasando yo como persona que va puliendo su voz como director”.
Gómez-Rejón dice que no puede cuantificar todo lo que aprendió de Martin Scorsese, al que conoció cuando tenía apenas 19 años y le acogió como un aprendiz. “No sé qué vio en mí, pero me agarro de la mano. Supongo que el amor por el cine y no preguntarse ‘cómo hacer películas’, sino ‘por qué hacerlas’”.
Hay mucho del eléctrico Scorsese de ¡Jo, qué noche! en Yo, Él y Raquel, pero el amor por el cine se refleja de manera más obvia en las ‘mini-películas’ que Greg y Earl ruedan sin cesar parodiando obras maestras del cine. “En el libro son películas más Hollywood, tipo George Lucas, y yo quise hacer parodia de películas que me formaron como director”. Así, respetando el chiste en versión original, Anatomy of a Murder es Anatomy of a Burger, y Death in Venice es Death in Tennis. Así hasta 47 mini-películas.
El otro añadido cinéfilo de Gómez-Rejón, más profundo, fue la película que Greg prepara para Raquel. Un modo de comunicar la amistad que resulta ser una película abstracta. O sea, que el amor es indecible. “Hacer esta película me dio fe, no religiosa, de que hay algo más allá si sigues contando la historia de una persona. La idea de que la historia puede seguir, de que cuando dejas de hablar de una persona es cuando muere”.