La editorial Everest firma la extinción laboral de su plantilla tras no encontrar comprador
- 100 trabajadores serán despedidos y otros 27 liquidarán los libros en stock
- Ningún inversor ha depositado los 100.000 euros de aval para adquirir el grupo
El comité de empresa de Everest firmó el pasado viernes el acuerdo de expediente de extinción laboral de la plantilla tras confirmar que ningún inversor había depositado los 100.000 euros de aval requeridos para adquirir la editorial antes de la finalización del plazo fijado, que concluía el 30 de septiembre.
Es el final para un grupo editorial emblemático, de origen leonés e instalado en todo el país, Portugal y con delegaciones en Sudamérica, que no ha podido superar la crisis que ha sufrido durante los tres últimos años.
Según ha explicado el presidente del comité de empresa, Enrique Reguero, la extinción laboral afectará a unos 100 trabajadores ya que otros 27 trabajarán unos meses más para liquidar el stock de libros que mantiene la editorial.
Evergráficas y Editorial Everest
El actual ERE de extinción afecta a dos de las empresas que conforman el grupo editorial: Evergráficas, con 54 trabajadores, y Editorial Everest, con cerca de 70 empleados.
La tercera empresa del grupo, Editorial Ediciones sufrió ya esta misma situación el pasado mes de julio, por lo que en la actualidad solo 17 trabajadores siguen en su puesto realizando las mencionadas tareas de liquidación, situación parecida a la que sufrirán otros 10 empleados de Everest Ediciones.
Una pérdida de puestos de trabajo que en realidad es mucho mayor ya que cuando la empresa comenzó su decadencia a finales del año 2012, con una bajada de ventas cercana al 30%, la plantilla de la editorial llegaba a los 320 trabajadores.
Más de cien días de huelga
"Tres años después y tras cuatro expedientes de regulación de empleo, una huelga de 104 días, bajadas salariales, renuncia a derechos laborales y la continua sangría laboral nos hemos visto abocados al cierre definitivo por la mala gestión de unos propietarios que han dejado morir la empresa", ha subrayado Reguero.
Un día "triste" como ha reconocido el propio Reguero quien no ha ocultado los esfuerzos realizados por la parte social para sacar adelante a la emblemática editorial.
No en vano, se mantuvieron numerosas reuniones con inversores supuestamente interesados, involucrándose el propio Gobierno autonómico e incluso medió el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Una compañía con 50 años de actividad
Unos esfuerzos vanos aunque algunos trabajadores todavía esperan que el fin del proceso liquidador abra una puerta a la entrada de futuros inversores o la creación de una cooperativa que reflote de nuevo la compañía, que cuenta con más de 50 años de actividad.
Por su parte, el proceso para la extinción laboral seguirá su curso ya que en un plazo de 15 días la administración concursal deberá emitir un informe para el Juzgado a fin de que éste pueda emitir el auto definitivo para la extinción de los contratos.
Un proceso que se podría alargar hasta final de año y en el que los trabajadores esperan que el concurso de acreedores sea declarado como culpable, lo que responsabilizaría del cierre a los propietarios.