El director de la cárcel de Teixeiro afirma que la madre de Asunta se muestra "hundida, en un llanto continuo"
- Los padres fueron incluidos en el protocolo de prevención de suicidios
- La declaración del propietario de una ferretería contradice la versión de Porto
- Se celebra la última jornada de declaraciones de testigos en el juicio
El director del penal de Teixeiro, en A Coruña, donde están internos los padres de Asunta desde hace algo más de dos años, acusados del asesinato de su hija en 2013, ha relatado este martes que Rosario Porto se muestra en la cárcel como una persona "hundida, en un llanto continuo".
El responsable del centro penitenciario, que ha comparecido en la última jornada de testificales, ha narrado que mantuvo "audiencias" con Porto, acompañado en ocasiones por la subdirectora de seguridad y por la psicóloga, en las que se encontró siempre "a una persona hundida, en un llanto continuo".
Según ha contado en el juicio que se celebra en Compostela, ella siempre quiere hablar de su hija, de lo que compartía con ella y de los proyectos que tenían conjuntamente, informa Efe.
Protocolo de prevención de suicidios
Preguntado por su opinión sobre si la actitud de Rosario es la de alguien a quien pertenece la autoría de este crimen, el director de Teixeiro ha insistido en la sala en que sería una "temeridad" por su parte manifestarse a ese respecto, "a cualquier persona de bien no le entra en la cabeza que unos padres puedan matar a su hija".
También ha subrayado que ambos acusados por este crimen fueron incluidos en el protocolo de prevención de suicidios, para continuar con acompañamiento en la celda, procedimiento que en el caso de Porto duró "varios meses" y en el de Basterra todavía continúa por "indicaciones del equipo técnico" de Teixeiro.
Durante el testimonio del director de la cárcel, este ha referido cómo funcionan los protocolos para evitar suicidios con presas como Porto, que, según ha indicado, se le ha retirado pero continúa con una reclusa de apoyo en la celda a día de hoy.
El fiscal se ha interesado por si, en la cárcel, la acusada ocultó el medicamento que se le estaba suministrando, a lo que este ha señalado que "se le puso un parte" porque le fueron hallados en un cacheo en la celda fármacos que no se había tomado.
"Recuerdo que se le puso un parte disciplinario porque hay una cierta medicación que tenía acumulada", ha declarado, para, a continuación, explicar que, según dijo la propia reclusa, la intención era "devolverla a los servicios médicos porque no la había tomado".
Precisamente, la psiquiatra que atendió a Rosario Porto en un centro sanitario de Santiago de Compostela en 2009, aseguró la semana pasada en su declaración como testigo en el juicio que tenía "deseos de morir".
Los hermanos de Basterra dicen que el portátil estaba en casa
Este martes han testificado, asimismo, dos hermanos de Alfonso Basterra que han asegurado que el ordenador portátil del imputado estuvo siempre en el piso. Han contado que, de hecho, les sorprendió que no se lo llevasen los investigadores cuando realizaron la primera inspección.
Los agentes que declararon en este juicio han resaltado que en los registros no lo habían visto, pero han admitido que en los exámenes oculares no se buscaba al inicio y estrictamente este dispositivo y sí pruebas que tuviesen que ver con el trágico suceso.
Cambio de las cerraduras de las viviendas
También ha prestado declaración el propietario de la ferretería compostelana que se ocupaba de la cerrajería de las propiedades de Rosario Porto y que recordó que entre 2012 y 2013 tuvo que cambiar las cerraduras de las casas de General Pardiñas y Doctor Teixeiro, en el centro de Santiago.
Este testimonio ha sembrado confusión puesto que, según la declaración de este testigo, Rosario le encargó un cambio de cerradura en Doctor Teixeiro, edificio en el que vivían madre e hija, en enero del 2013, tras un supuesto episodio en el que "habían intentado entrarle en casa y llevarle a la niña".
Sin embargo, según la versión de Porto, tal suceso aconteció en julio de ese año y no en enero, como indican las notas que obran en poder de este negocio. No obstante en esa fecha sí se produce una fuerte discusión entre Rosario Porto y Alfonso Basterra, padres de Asunta, que acabaron divorciándose.
Según el dueño de la mencionada ferretería, tras una llamada de Rosario, le mandó al cerrajero a su casa y cuando este le preguntó el motivo del cambio, ya que todo estaba en perfecto estado, le dijo entonces que era porque "había mucha gente que tenía llaves de la casa".
Relación "muy buena" entre madre e hija
En esta jornada del juicio, también ha declarado una amiga de la madre de Asunta, cuya amistad, según ha relatado, surgió después de que ella le diera clases particulares de inglés en 1988. Esta testigo ha definido la relación madre-hija como "normal" y "muy buena", como previamente lo han hecho otras personas traídas al juzgado por el abogado de Porto.
En segundo lugar, una "amiga de Charo de toda la vida", como se ha presentado, ha descrito a Asunta como "una niña preciosa" y ha defendido que Rosario Porto "siempre estuvo muy orgullosa de la niña". "Y la niña sentía adoración por su madre. La quería mucho y se llevaban bien", ha agregado según la declaración recogida por Europa Press.
Al respecto de un supuesto cambio de actitud, lo ha descartado, pese a ser conocedora del ingreso hospitalario a finales de junio, cuando habló con ella, "porque estaba preocupada por su salud". En este extremo, ha rechazado que existiese desapego "en absoluto", entre madre e hija.
60 peritos declararán en el juicio
Este miércoles se retomará la vista oral con las pruebas periciales, con la participación hasta el próximo día 21 de un total de 60 peritos, una vez que ha concluido la declaración de testigos y después de que los padres de la menor, los únicos acusado, negaran haber asesinado a su hija.
Para el abogado de Rosario Porto, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, se da paso de este modo a una parte "fundamental" del juicio.
Aranguren ha subrayado que las pruebas periciales arrojarán "más luz", ya que hasta el momento el "juicio se está centrando en aspectos absolutamente colaterales" y en opiniones "personalísimas" sobre cómo es Rosario o cómo lleva su duelo, cuestiones que, según ha dicho, "nada tienen que ver con el asesinato, que es lo que aquí nos convoca estos días".