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Las autoridades alemanas ordenan a Volkswagen la revisión obligatoria de 2,4 millones de vehículos

  • Supone reparar todos los vehículos afectados por la manipulación en Alemania
  • Habría 400.000 unidades menos de las previstas inicialmente
  • El fabricante había propuesto un plan de revisiones voluntarias

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El gobierno alemán exige a Volkswagen la reparación inmediata de 2,4 millones de vehículos

Las autoridades alemanas han ordenado a Volkswagen que llame a revisión inmediatamente a los 2,4 millones de vehículos que actualmente circulan por el país y que están equipados con el motor diésel y el programa informático que han ocultado sus emisiones contaminantes reales. Esta cifra supone la revisión de todas las unidades afectadas que hay en Alemania, según ha explicado el ministro de Transportes de ese país, que ha rebajado la cantidad anunciada previamente por el gigante de la automoción (2,8 millones de unidades), ya que esos 400.000 de diferencia ya no estarían en el país o habrían sido retirados de la circulación con el paso de los años.

"La BKA [Autoridad Federal de Transportes] ha enviado a Volkswagen hoy una comunicación legalmente vinculante" para reparar la manipulación en todos los vehículos afectados que circulan por Alemania, ha explicado el titular de Transportes, Alexander Dobrindt, en una rueda de prensa celebrada en Berlín este jueves.

La reparación debe abarcar al "100%" de los vehículos que incluyen la manipulación, ha enfatizado el ministro.

Esto significa que el regulador germano ha rechazado el plan de acción presentado la semana pasada por el fabricante, que proponía realizar los arreglos sólo a los vehículos que voluntariamente se quisieran revisar a partir del próximo enero.

Distintas soluciones para cada motor afectado

Según el responsable de Transportes del Gobierno alemán, la solución diferirá en las distintas versiones (1,2, 1,6 y 2,0 litros) del motor diésel afectado, el EA-189, algo que ya había explicado Volkswagen en su "extenso escrito".

Así, la BKA obliga a Volkswagen a retirar el software manipulador de todos los vehículos y le exige, de forma simultánea, que tome las medidas precisas para que estos automóviles cumplan con los niveles de emisiones de gases contaminantes exigidos. La solución informática deberá estar lista para finales de noviembre y su aplicación en los vehículos comenzará "a principios de 2016", ha explicado Dobrindt.

Para la versión de 1,6 litros, sin embargo, la reparación implicará además la sustitución de algún elemento del motor. Según el ministro, para esa reparación Volkswagen aún está trabajando y, al parecer, no estará disponible hasta septiembre del año que viene, aunque es preciso aún concretar el calendario.

Después de la decisión de Berlín, el Gobierno de Austria ha anunciado lo mismo en relación con unos 363.000 vehículos que circulan por ese país.

El ministro de Transporte austríaco, Alois Stöger, ha explicado este jueves que las autoridades austríacas seguirán el ejemplo de las alemanas en cuanto al calendario para esas revisiones. Se trata, según datos del ministerio, de 180.000 turismos y 24.400 furgonetas de Volkswagen, 72.500 unidades de la marca Audi, 54.300 de Skoda y 31.700 de Seat.

Tras una denuncia de las autoridades medioambientales de EE.UU. , Volkswagen reconoció el pasado septiembre que 11 millones de sus vehículos en todo el mundo estaban equipados con un tipo de motor diésel -el EA189- que emitía contaminantes por encima de los niveles exigidos y que, para ocultar ese fallo, había instalado en algunos de ellos -no ha precisado aún el total de cuántos- un software que reducía esas emisiones cuando el vehículo se sometía a los controles oficiales.

Este escándalo causó la dimisión del entonces consejero delegado del grupo alemán -Martin Winterkorn- y su sustitución por Matthias Müller, quien aseguró en una entrevista la semana pasada que, previsiblemente, el número de vehículos afectados está por debajo de los 11 millones manejados en principio por la empresa.

Renuncia el elegido para América del Norte

Por otro lado, este jueves se ha conocido la renuncia de la persona elegida hace tres semanas por el grupo para encabezar el negocio en América del Norte.

El veterano Winfried Vahland -que lleva 25 años en la empresa, fue artífice de la expansión de Volkswagen en China y es actual presidente de la división checa de Skoda- ha decidido no ocupar su nuevo puesto debido a diferencias de opinión sobre la organización del negocio en América del Norte (Canadá, EE.UU. y México).

"Esta decisión no está conectada directamente a los hechos actuales sobre el asunto del diésel", ha especificado Skoda en un comunicado.