Storskog, la ruta del Ártico para el éxodo sirio
- Noruega pide a Rusia que readmita a más de mil sirios que han entrado en su territorio
- Los refugiados usan una ruta entre Rusia y Noruega en el círculo ártico
- Llegan en bicicleta o taxi porque está prohibido cruzar a pie
- En 2014 llegaron una docena, y esta año lo han hecho ya 1.200
Noruega ha pedido a Rusia que readmita a los ciudadanos sirios que han cruzado la frontera común y han pedido asilo en el país nórdico.
Unos 1.200 sirios han cruzado en el último año desde suelo ruso a Noruega a través del paso fronterizo de Storskog, cerca de la ciudad de Kirkenes, en el extremo norte del país, en el Círculo Polar Ártico. La ruta es cada vez más conocida: en 2014 apenas fueron una docena los sirios que la utilizaron para buscar un país en el que instalarse huyendo de la guerra civil que asola su país.
Cruzan en bicicleta (centenares quedan abandonadas en la frontera) o en coche porque está prohibido cruzar a pie la frontera. El paso a Noruega es legal y mucho más seguro que aventurarse a cruzar el Mediterráneo en una barca fletada por las mafias.
Es el caso de Sousar Tahqaha, que usó su visado ruso para entrar en Noruega. "Es seguro. Otros cruzan el mar o van a través de Turquía. Esa ruta es muy peligrosa", ha declarado a Reuters. "Creo que el número se incrementará este mes, porque la gente está empezando a conocer esta ruta".
“Creo que el número se incrementará este mes, porque la gente está empezando a conocer esta ruta“
Las autoridades locales de Kirkenes están sobrepasadas. Han abierto un albergue de montaña con 150 camas, han montado tiendas de campaña provisionales y esperan que un hotel local esté preparado en unos días.
"Hay mucha gente en Rusia que está sacando provecho de esto", considera Hans Mollebakken, el jefe de Policía de Kirkenes. Las bicicletas llegan a venderse a casi 400 euros en las ciudades rusas de Murmansk y Nickel. Y un viaje en taxi hasta la frontera es ahora 50 veces más caro, asegura.
Unos 1.200 sirios han cruzado en el último año desde suelo ruso a Noruega a través del paso fronterizo de Storskog, cerca de la ciudad de Kirkenes, en el extremo norte del país, en el Círculo Polar Ártico. La ruta es cada vez más conocida: en 2014 apenas fueron una docena los sirios que la utilizaron para buscar un país en el que instalarse huyendo de la guerra civil que asola su país.
Residentes en Rusia
Desde la semana próxima, sin embargo, la cosa se puede poner más difícil para los refugiados sirios.
"Algunas de las personas que pasan por Storskog han vivido largo tiempo en Rusia y se fueron [de Siria] para quedarse allí. Así que no huyen de la guerra, ni de las necesidades o el hambre", ha declarado a la radiotelevisión pública noruega, NRK, el ministro de Justicia, Anders Anundsen.
“En Rusia tienen un lugar seguro en el que estar. Tenemos un acuerdo de retorno con Rusia y debemos usarlo“
"En Rusia tienen un lugar seguro en el que estar. Tenemos un acuerdo de retorno con Rusia y debemos usarlo", ha dicho Anundsen, que pertenece al Partido del Progreso, conocido por sus políticas contrarias a la inmigración.
El ministro de Exteriores, Boerge Brende, ha trasladado el problema a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en una llamada telefónica.
"Le pedí su opinión sobre cuál es la causa de esto. - ha explicado Brende, del Partido Conservador - Qué tipo de visados tienen en Rusia y si [los refugiados] han residido allí mucho tiempo".
Noruega, país tradicional de acogida de refugiados, no es miembro de la Unión Europea (UE) pero sí forma parte del área de libre tránsito de Schengen.
Siria es desde hace más de cuatro años escenario de un conflicto que ha causado más de 240.000 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La guerra ha provocado el éxodo de millones de personas, y decenas de miles han llegado a Europa en la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.