Two Gallants sube los decibelios en Madrid con su folk de aires metaleros
- El dúo californiano presenta su quinto álbum de estudio, We Are Undone
- Un potente directo en el que combinaron sus mejores temas con nuevas canciones
Después de saltarse nuestro país en su última gira, Adam Stephens y Tyson Vogel han vuelto a España para recordarnos que son algo más que un dúo con raices en la música tradicional americana.
Con caballerosa puntualidad emergieron sobre el escenario y dieron el pistoletazo de salida con "Reflections of the Marionette" engañando a más de uno que vislumbró con los primeros acordes un concierto intimista, pero Vogel fue aumentando la intensidad dejando claro que la sala iba a disfrutar de un poderoso directo.
El dúo, que toma su nombre de un relato corto de Los Dublineses de James Joyce, reivindica su sello propio ante los que los comparan con Black Keys y con su último trabajo equilibran su country blues sureño con sonidos más eléctricos. Una dualidad que, lejos de lo que pueda parecer, no suena esquizofrénica.
Con escasas interaciones con el público que abarrotaba la Sala Arena, los de San Francisco continuaron con la tormentosa historia de "Despite What You've Been Told" que hilaron con uno de los tres temas del trabajo que presentaban que tocaron, la potente "We Are Undone".
Letras afiladas y ritmo incombustible
La pegada de la batería de Vogel y la rasgada voz de Stephens no dieron respiro a un auditorio que coreó con entusiasmo éxitos atemporales de letras afiladas como "My Love Won't Wait", "Two Days Short Tomorrow" o la incombustible y desgarradora "Steady Rollin'".
La primera concesión llegó cuando el rubio cantante cambió su roja Gretsch por los teclados para interpretar una emocionante "Invitation to the Funeral", que tuvo una continuación perfecta con "Seems Like Home to Me", tema que remueve por la soledad que transmite.
Los dos músicos se conocen tan bien, comenzaron a tocar juntos con tan sólo 12 años, que no necesitan mirarse -la larga cabellera del batería siempre en su cara también lo complica- para compenetrarse. Prueba de lo bien que se acoplan fue la brillante interpretación de "Some Trouble".
Los chicos californianos han hecho gala durante toda su carrera de presentar en directo versiones crudas, llenas de energía y así hicieron con "Fail Hard to Regain", a la que despojaron de la armónica y sus reminiscencias al salvaje oeste. Un derroche de potencia que tuvo con la pasional historia de amor "Halcyon Days" el broche de oro al concierto antes de los bises.
El público tuvo su premio con dos bises
Tras tres largos minutos de aplausos Vogel agradeció al público su entusiamo y presentó el primer tema de los añadidos, una versión de "Settin' the Woods on Fire" del influyente músico country Hank Williams.
La audiencia respondió a la entrega de la pareja coreando -incluso antes de que Stephens comenzara a cantar- uno de los bombones del segundo álbum "Las Cruces Jail" una ruda oda a Billy el Niño.
Sin embargo, no todo iban a ser versiones crudas de su discografía y regalaron al respetable una sublime "Broken Eyes" en acústico. Uno de los dos momentos en los que Vogel consitió abandonar su batería para compartir micrófono con Stephens.
Habría sido un cierre de diez, pero al público le supo a poco la hora y 40 minutos que los Gallants estuvieron sobre el escenario y no pararon de jarlearles hasta que consiguieron que volvieran junto a sus instrumentos para despedirse, esperemos que no por mucho tiempo, con "Nothing to You". Mientras tanto, los que no quieran esperar a una próxima mini gira por España aún están a tiempo de desplazarse a Bilbao para disfrutar este domingo de la cruda propuesta de los californianos.