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Kandinsky, el jinete de la abstracción

  • El CentroCentro Cibeles de Madrid acoge una amplia retrospectiva del artista ruso
  • Un centenar de obras del Pompidou de París recorren su evolución artística
  • Fue el padre de la abstracción y su primer teorizador

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La exposición "Kandinsky" a partir de mañana en Madrid

Un joven profesor ruso de Derecho asiste en 1896 a una representación de la ópera Lohengrin de Wagner en el Teatro Bolsói de Moscú, y de repente salta un resorte dentro de su cabeza: "Vi colores delante de mis ojos. Formas salvajes, casi enloquecidas, se agitaban delante de mí". El joven era Wassily Kandinsky (1866-1944) y, ese mismo año, tras quedar también fascinado por los pajares cuasi abstractos de Monet en una exposición de impresionistas franeces, se mudaría a Munich para estudiar arte. Solo quince años después consiguió dar con la abstracción que empezó a buscar desde que escuchó a Wagner y que revolucionaría el mundo artístico.

Kandisnky. Una retrospectiva, que podrá visitarse desde este martes hasta el 28 febrero de 2016 en el CentroCentro Cibeles de Madrid, nos permite realizar ese camino hacia la abstracción y más allá a través de un centenar de obras que recorren cuatro décadas de su evolución artística y que pertenecen a los fondos del Centro Pompidou de París, coorganizador de la muestra y poseedor de una de las mayores colecciones del artista gracias al legado de su viuda, Nina Kandinsky.

"Se trata de una retrospectiva muy personal e íntima y que nos da una idea de la evolución personal y la trayectoria extraordinaria del padre de la pintura abstracta. Podemos seguir cómo encontró su camino desde sus orígenes, cómo va llegando a la abstracción y cómo, después, no se detuvo, sino que siempre seguía buscando algo", explica a RTVE.es la comisaria de la exposición y conservadora de las colecciones modernas del Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou de París, Angela Lampe.

Múnich y el camino a la abstracción

La exposición está organizada en orden cronológico, con una primera sección dedicada a su estancia en Múnich, desde 1896 a 1914, con un recorrido por sus primeras obras de influencia postimpresionista y fauvistas. A partir de 1908, Kandinsky realiza una serie de obras bajo el título general de Improvisación (de las que podemos contemplar Improvisación III, 1909), en las que pretendía que el espectador pudiese escuchar el "sonido interno" del color, lograr así expresar a través de la pintura las mismas emociones que logra transmitir un arte abstracto como la música.

Improvisación 3. Vassily Kandinsky. © Vassily Kandinsky, VEGAP, Madrid, 2015

En 1911, otro concierto, este del artista vienés Arnold Schoenberg, le impresionó de tal manera que le llevó a pintar Impresión III (Concierto), que lo dejó a un paso de la abstracción total, que lograría finalmente, ayudado por Schoenberg con el que inició una correspondencia para compartir sus teorías acerca del color y la música, con Pintura con círculo (1911).

Ese mismo año publicaría De lo espiritual en el arte, que convierte a Kandinsky en figura clave de la abstracción, a la que también llegaban en paralelo por otros caminos Kupka, Picabia o Delanuy -y posteriormente Malevitch y Mondrian-, "porque es el primer teorizador" del movimiento, explica Lampe. "Fue realmente importante el modo que en teorizó el abstraccionismo, el modo en que plasmó cómo el sonido evoca un color o el color evoca un sonido, los sentidos verdaderos, y cómo finalmente trató de encontrar un camino de plasmar el contenido, no ya la forma, sino el contenido, y cómo podía causar esas vibraciones espirituales y tocar el alma del espectador", señala la comisaria.

El punto de inflexión definitivo lo encontró cuando fundó junto a Franz Marc el movimiento Der Blaue Reiter (El jinete azul), que le permitió cabalgar libremente por los senderos de la abstracción, cuyos ejemplos pueden verse en el CentroCentro Cibeles.

De Rusia a París pasando por la Bauhaus

El siguiente periodo cronológico que abarca la retrospectiva es su vuelta a Rusia entre 1914 y 1921, tras estallar la Primera Guerra Mundial, donde gestó otra de sus obras fundamentales, En gris (1919).

A finales de 1921, y tras ser atacado por la vanguardia constructivista más joven, Kandinsky regresó a Alemania y en 1922 fue invitado por Walter Gropius a dar clases en la prestigiosa escuela de arquitectura y arte Bauhaus. En ese periodo, al que se dedica la tercera sección de la muestra, su obra se vuelve más geométrica en estrecha relación con el color, como se aprecia en obras y títulos como Amarillo, rojo y azul, Naranja (1923), En blanco II (1923) y Amarillo, rojo y azul (1925). A la vez, publica otra de sus obras teóricas importantes, Punto y línea sobre plano (1926), además de trabar una gran amistad con Paul Klee.

El cierre de la Bauhaus en 1933 por la presión del régimen nazi, lleva al artista a trasladarse a París, donde viviría una nueva transformación artística inspirado por las formas orgánicas, y por amigos como Jean Arp y Joan Miró. Así, sus pinturas y obras en papel se pueblan de formas biomórficas, amebas, embriones e insectos, como en Composición IX (1936) y Cielo azul (1940).

Moriría el 13 de diciembre de 1944, antes de que acabase la Segunda Guerra Mundial, pero habiendo conseguido trasladar lo espiritual al arte: "Grosso modo, el color es una potencia que influye directamente sobre el alma. El color es el teclado del piano y los ojos son los macillos; el alma es el piano con todas sus cuerdas. El artista es la mano que toca una tecla u otra para provocar emociones en el alma".

Kandinsky, una retrospectiva en el Centro Centro Cibeles

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  • Sin título, 1906. Vassily Kandinsky.

    Sin título, 1906. Vassily Kandinsky.
  • Im Grau. Vassily Kandinsky

    Im Grau.Vassily Kandinsky