Podemos propondrá una "renta complementaria" para los que cobren menos de 900 euros mensuales

• Plantea otra "renta garantizada" de 600 euros para quienes no tienen ingresos
• Las propuestas se incluyen en su plan de lucha contra la pobreza y la desigualdad

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Podemos propondrá una "renta complementaria" para aquellos trabajadores cuyo sueldo no llegue a los 900 euros mensuales y, además, otra "renta garantizada" de 600 euros al mes para quienes no tienen ingresos.

Las propuestas se incluyen, han confirmado a Efe fuentes de Podemos, en el plan de choque contra la pobreza y la desigualdad de la formación, que plantea la implicación de la administración central, autonómicas y locales, cuyo objetivo es lograr la "pobreza cero" y que incluirá en su programa electoral, que también contempla la subida progresiva del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 800 euros en 2018 y la subida de las pensiones.

La "renta garantizada" de 600 euros se calcularía en función de lo que Podemos llama "unidad de convivencia", de forma que se otorgaría un 35% más si hay una persona adicional y otro 20% por cada una de las siguientes integrantes de dicha unidad familiar. En el caso de que el beneficiario de la renta garantizada encuentre empleo, se le iría retirando la prestación de forma gradual a medida que aumenten sus ingresos salariales.

La "renta complementaria" para los trabajadores que cobren menos de 900 euros mensuales también aumentaría progresivamente en función de los componentes de la unidad de convivencia.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en respuesta a una pregunta que le ha formulado un empresario en Facebook, ha dicho que este plan de rentas tendría un coste total de 15.158 millones de euros.

Además, el secretario general de Podemos apuesta por una reforma fiscal progresiva y una lucha contra el fraude fiscal que eleve al menos un 3% el porcentaje de ingresos sobre el producto interior bruto (PIB) a lo largo de cuatro años, acortando así la diferencia con la media europea -cifrada actualmente en 9 puntos sobre el PIB-. Asimismo, plantea suavizar la senda de reducción del déficit ahora prevista, condicionándola al cumplimiento de otros objetivos como la reducción del desempleo.