La ONU critica a la República Checa por su trato "degradante" a los refugiados
- Les detiene entre 40 y 90 días y les obliga a pagar su propia manutención
- También detiene a los niños
- Las violaciones son sistemáticas para evitar que los refugiados se queden, según la ONU
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, ha denunciado este jueves el trato degradante que la República Checa dispensa a los refugiados e inmigrantes que llegan a sus fronteras.
Entre otras medidas, los migrantes son encerrados durante un periodo de entre 40 y 90 días.
Además, la Policía les desnuda y les registra para buscar dinero con el que les obliga a pagar una tasa de 250 coronas checas (algo más de 9 euros) por su estancia involuntaria en los centros de detención.
“El derecho internacional es claro, la detención de los inmigrantes debe ser siempre el último recurso“
"Un alto número de esas personas son refugiados que han sufrido enormemente en sus países de origen y durante el viaje. El derecho internacional es claro, la detención de los inmigrantes debe ser siempre el último recurso", ha agregado el Alto Comisionado.
Menores detenidos
La Policía checa detiene también a los menores, lo que, según recuerda la ONU, viola la Convención de Derechos del Niño y va contra el interés de los menores.
Asimismo, en el comunicado recogido por el Alto Comisionado [EN], Zeid critica las condiciones de internamiento, especialmente en el centro de Bìlá-Jezová, a 80 kilómetros al norte de Praga.
La propia Defensora del Pueblo checa, Anna Sabatová, denunció hace una semana que en dicho centro estaban internados un centenar de niños traumatizados por el encierro.
Maltrato sistemático y xenofobia
"Según informes creíbles provenientes de diversas fuentes, las violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes no son ni aisladas ni un hecho del azar, sino sistemáticas", ha indicado Zaid.
El objetivo es que los migrantes eviten viajar a la República Checa o quedarse en el país.
El Alto Comisionado ha subrayado que la política de detención está acompañada por un creciente discurso xenófobo entre los responsbles políticos checos.
Por ejemplo, el discurso islamófobo del presidente Milo Zeman y una petición pública "contra la inmigración" lanzada por el expresidente Václav Klaus.
El portavoz de la oficina del presidente checho ha respondido a estas acusaciones. "El presidente ha advertido desde hace tiempo de la amenaza del fundamentalismo islamista. Él se mantiene en sus opiniones y no las cambiará por la presión externa", ha afirmado el portavoz.
Europa hace frente a la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, con decenas de miles de personas que llegan al continente huyendo de las guerras en Oriente Medio y Afganistán o la persecución en países como Eritrea.