Arranca en Viena la cumbre internacional para buscar una solución a la guerra en Siria
- EE.UU., Rusia, Turquía y Arabia Saudí lideran un encuentro de 20 países
- La permanencia en el poder de Bachar al Asad condiciona las negociaciones
- Se espera que la cumbre siente las bases para una nueva reunión en noviembre
La mayor cumbre diplomática sobre el futuro de Siria ha comenzado este viernes en Viena para intentar una solución pacífica a la guerra que desde hace cuatro años ya ha causado más de 250.000 muertos, han indicado fuentes diplomáticas en la capital austríaca.
En la reunión participan por primera vez todos los actores internacionales en el conflicto, entre ellos los principales aliados del presidente sirio Bachar Al Asad, Rusia e Irán, y sus principales detractores, Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudí. Además, en esta reunión participarán representantes de la ONU y de la Unió Europea (UE), mientras que el régimen de Asad y las diferentes fracciones opositoras son los grandes ausentes de la cumbre.
Antes del inicio de la reunión, el ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, ha reconocido que una solución política al conflicto sirio está todavía lejos, pero que los principales actores se sienten a la misma mesa es una "primer paso muy importante" que infunde esperanzas "en Siria y en toda la región".
Su homólogo francés, Laurent Fabius, ha subrayado que por primera vez se encuentran juntos "los actores mayores del drama sirio", por lo que ha calificado la cita de este viernes como "muy oportuna". La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, indicó el jueves que el objetivo era sentar las bases para "una transición política en Siria".
“El éxito o el fracaso de estas conversaciones de paz está ligado a la suerte de un hombre que ni siquiera está en Viena: el propio Al Asad“
Discusión sobre permanencia de Al Asad
"Queremos una Siria libre, íntegra, que esté compuesta por todos los actores de la sociedad", dijo Fabius, cuyo país participa en la coalición internacional que lucha desde el aire con el terrorismo islámico en Siria. "Hacen falta cambios importantes. Habrá que luchar además de forma más eficaz todavía contra el terrorismo, en particular contra de Daesh (Estado Islámico)", ha aseverado.
El éxito o el fracaso de estas conversaciones de paz está ligado a la suerte de un hombre que ni siquiera está en Viena: el propio Al Asad. Uno de los principales puntos de debate del encuentro será si Al Asad debe abandonar el poder para facilitar la transición, tal como ha venido exigiendo EEUU y Arabia Saudí, y ha rechazado Irán y Rusia.
Para el ministro francés, "evidentemente, Bachar Al Asad, que es responsable en gran parte del drama sirio, no puede formar parte del futuro de Siria". EEUU, sus aliados árabes y la UE han mostrado ahora una mayor flexibilidad, sugiriendo que Al Asad podría permanecer en el cargo durante unos meses como parte de un proceso de transición y una salida pacífica al conflicto.
El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, declaró al llegar a la cumbre: "Vamos a hablar si hay un camino para establecer un proceso que acabe con el sufrimiento y las muertes en Siria". Precisamente, este viernes han muerto 40 personas tras el bombardeo de un mercado en Damasco por el ejército sirio.
Contruir un "espacio común" para atajar la guerra
Este encuentro se produce después de varias entrevistas bilaterales ayer y de un encuentro a cuatro en el que participaron los jefes de las diplomacias de EEUU, Rusia, Turquía y Arabia Saudí. El objetivo es encontrar un "espacio común" para acabar con la guerra en Siria e iniciar "un proceso político para encontrar una solución a la crisis".
Además de Irán, entre los participantes también se encuentran Alemania, Francia y Reino Unido, así como China y Omán, cuya participación está considerada como significante debido a su importante papel de mediador en Oriente Medio y sus buenas relaciones con Estados Unidos en el primer caso, y por sus buenas relaciones tanto con Rusia como con Irán, en el segundo.
En declaraciones a la prensa, la responsable de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, ha calificado como "relevante" el mero hecho que haya sido posible juntar en un mismo lugar a todos los actores de esta crisis. "Déjenos ver si el trabajo, bajo coordinación de Estados Unidos y Rusia, nos permite abrir ese espacio político", ha señalado Mogherini tras señalar que el objetivo de este viernes es sentar las bases para una nueva cumbre a comienzos de noviembre.
Al Asad, punto de desencuentro entre Oriente y Occidente
La cumbre de este viernes debe poner de acuerdo a dos grandes bloques, el occidental -liderado por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry- y el oriental, en cuyas filas destaca la participación del ministro de exteriores iraní, Mohamed Yavad Zarif- enfrentados por la permanencia en el gobierno de Siria de al Asad.
Este asunto es innegociable para gobiernos como el de Arabia Saudí, cuyo ministro de Exteriores, Adel al Yobeir, ha defendido la necesidad de formar un Gobierno de transición sin al Asad "con plenos poderes ejecutivos" para "mantener las instituciones del Estado, tanto civiles como militares". Sin embargo, para algunos de los países orientales, la implicación de al Asad puede ser clave para mantener la paz.
Mientras esto sucede en el plano político, en el militar ambos bloques coinciden en la necesidad de intervenir. Mientras Irán y Rusia, los dos principales aliados de al Asad, han bombardeado en favor del régimen sirio por tierra y aire, el bloque occidental también ha atacado objetivos en Siria. Asimismo, otros países, como Arabia Saudí o Catar financian a la oposición siria. La gran cumbre multilateral se desarrolla este viernes en el céntrico hotel Imperial de Viena.