Fernando Colomo: "'Isla bonita' es una película terapéutica"
- El cineasta estrena su largometraje más personal y fresco
- Rodado en Menorca con sus amigos como protagonistas
- Con la participación de TVE, llega a las salas el 6 de noviembre
Es habitual que las primeras películas de los directores sean las más autobiográficas y personales. Fernando Colomo, sin embargo, lo ha logrado con Isla bonita, su vigésimo largometraje, que ha resultado su trabajo más libre y artesanal. TVE participa en una producción que se estrena en salas en 6 de noviembre.
Sin guion cerrado, con actores no profesionales (amigos personales en la mayor parte) y rodando durante un verano en Menorca, el planteamiento de Isla bonita suena a corto amateur, pero es una decisión buscada por el veterano productor y director, que además se pone delante de las cámaras como protagonista.
Colomo interpreta a Fer, un realizador publicitario en crisis que convive en la isla con su amigo Miguel Ángel. Tras el encuentro con una escultora, Nuria, y su hija Olivia arranca una narración sobre la amistad y las relaciones sentimentales, con un punto surrealista y pleno de frescura, que mezcla vida y ficción.
Todos los nombres son reales y pertenecen al círculo de amigos de Colomo, aunque solo Olivia Delcán es actriz y le ayudó a buscar a los otros dos integrantes de su triángulo amoroso: a Tim Betterman y Lluís Marqués.
“La película nace como una reacción. Realmente ahora nos hemos complicado mucho lo de hacer cine. La técnica se ha simplificado, pero la burocracia y la forma de conseguir financiación se ha hecho muy difícil”, explica en una entrevista para RTVE.es. “Y cuando hay dinero, como es mucho, hay más gente preocupada porque el producto rinda. Y eso se traduce en una presión enorme sobre el proceso creativo.”.
Colomo regresa en parte a La línea del cielo, su película neoyorquina realizada en 1983 con un equipo pequeño. Colomo también ha trabajdo de realizador publicitario y el aspecto autobiográfico no está disimulado. Por ejemplo, sus tres matrimonios se recuerdan rescatando escenas de algunos de los múltiples cameos que ha realizado en el cine.
“Todo el arte es terapéutico y el cine también. Cualquiera que se dedique a un oficio artístico tiene la posibilidad de contar cosas que le afectan. Todo lo que sea sacar cosas fuera es bueno”. ¿Y ha funcionado la terapia? “Me ha sentado de puta madre”.
Sin diálogos, el guion de La isla bonita solo enunciaba un tema para cada escena que los actores debían improvisar. “Godard decía que el guion es para los contables”, dice Colomo. “Convencía un grupo de gente para que participase porque me parecía gente interesante y que había una relación entre ellos de la que se podía sacar mucho partido”.
Colomo afirma que era un proyecto dramático que ha terminado en comedia, aunque es difícil saber si se trata de una broma. Porque ver Isla bonita es lo más parecido a convertirse, durante hora y media, en amigo de alguien encantador y con mucho sentido del humor. “Pensando en lo de que el arte es terapéutico estoy recordando que Hitler, Franco y Tejero pintaban”, añade. “Tal vez debieron pintar más”.