Renfe negocia un ajuste voluntario de plantilla para un máximo de 750 trabajadores, un 5,2% del total
- La edad media de la plantilla de la operadora ferroviaria es de 54 años
- Plantea recortar un 60% el salario de los nuevos trabajadores en cinco años
Renfe plantea un programa de desvinculación voluntaria de trabajadores de la empresa al que podrán acogerse un máximo de 750 trabajadores, equivalentes al 5,2% de la plantilla de la compañía ferroviaria pública.
Esta medida de ajuste de plantilla se enmarca en el plan de empleo que la operadora está negociando con los sindicatos con representación en la empresa pública, según fuentes sindicales.
A su vez, forma parte del proceso de transformación de la plantilla de Renfe que impulsa su actual dirección con el objetivo de rejuvenecerla, dado que actualmente presenta una edad media de 54 años, que incorpore nuevos profesionales y que genere valor para la empresa.
Renfe prevé abrir próximamente un programa para un máximo de 750 trabajadores de la empresa puedan dejar la empresa. Su carácter es voluntario y universal, de forma que pueda sumarse al mismo cualquier empleado que así lo decida.
Indemnización máxima de 24 meses de salario
En cuanto a las indemnizaciones, Renfe ha planteado dos tipos de compensaciones en función de la edad del trabajador. En concreto, para aquellos que estén próximos a reunir las distintas condiciones para acceder a la jubilación, se les abonará una indemnización de entre cuatro o seis mensualidades.
El resto de empleados percibirán una indemnización máximo de 24 meses de salario, a razón de 1.000 euros al mes, con el correspondiente convenio con la Seguridad Social.
De esta forma, Renfe se inclina por abordar este programa de desvinculación voluntaria para abordar el ajuste de personal, en vez de la propuesta de combinar una iniciativa de estas características con un expediente de regulación de empleo (ERE) inicialmente planteada a los sindicatos.
Recorte salarial para nuevos empleados
Además de un recorte de personal, el plan de empleo de Renfe incluye una modificación de las condiciones laborales de la compañía ferroviaria pública. Así, contempla una reducción del 60% progresiva (en cinco años), del salario de acceso de nuevos trabajadores a la compañía. De esta forma, se disminuirá un 30% en los dos próximos años, otro 15% en los dos ejercicios siguientes y un 14% más en el quinto año.
Además, los trabajadores que se sumen a la empresa tendrán que acumular una mayor antigüedad para promocionar. En el caso de los maquinistas, deberán sumar diez años de servicio, en vez de los seis actuales, para acceder a la categoría máxima, si bien que constituye una nueva intermedia.
Según dichas fuentes, la compañía ferroviaria contaría ya con el visto bueno de UGT y del sindicato de maquinistas Semaf. En el caso de Comisiones Obreras, la formación ha vinculado la aceptación del plan al voto a favor de sus afiliados.
Asimismo, la federación ferroviaria de este sindicato reclama que el plan de empleo de Renfe incluya una tasa de reposición de personal. También reclama que se acelere la negociación del nuevo convenio colectivo de la compañía y que se solvente la integración en la empresa de los trabajadores procedentes de la extinta Feve.
Renfe plantea el nuevo ajuste dos años después de realizar un ERE voluntario y universal para 600 empleados, y en paralelo al que Adif puso encima la mesa este verano para unos 350 trabajadores.