La inmigración y el enfrentamiento entre Trump y otros candidatos marcan el cuarto debate de los republicanos de EE.UU.
- Donald Trump sigue insistiendo en construir un muro en la frontera con México
- Los tres favoritos, Trump, Carson y Rubio, rechazan subir el salario mínimo
- Han participado los ocho aspirantes mejor posicionados en las encuestas
El cuarto debate entre los candidatos republicanos a la Casa Blanca ha estado marcado por los desacuerdos en materia migratoria. Las polémicas propuestas del magnate Donald Trump, que insiste en que es necesario construir un muro en la frontera con México y deportar a millones de indocumentados, le han valido los reproches del gobernador de Ohio, John Kasich, y el exgobernador de Florida Jeb Bush.
"Necesitamos fronteras y tendremos una muralla. Fijaos en Israel, la muralla funciona. Somos un país de leyes" ha destacado Trump, al tiempo que ha celebrado el nuevo varapalo judicial a la reforma migratoria de Obama. El magnate ha asegurado que los indocumentados tendrán que marcharse y ha apostado por detener la inmigración ilegal que, asegura, " causa muchos problemas en relación a las drogas".
Ante estos comentarios, Bush ha afirmado que "no se puede echar a los inmigrantes": "Es imposible y no va con los valores de EE.UU. ", ha destacado el candidato, hijo y hermano de presidentes. Por su parte Kasich, que pidió la palabra justo después de la intervención de Trump, ha explicado que no es factible enviar a 11 millones fuera de las fronteras estadounidenses.
Así, la inmigración fue uno de los principales puntos de discordia entre los ocho aspirantes conservadores, ya que a pesar de que el encuentro, organizado por Fox Business y The Wall Street Journal, estaba supuestamente enfocado en la economía, las recetas de los candidatos en esta materia fueron similares.
Donald Trump, Marco Rubio, Ted Cruz, Jeb Bush, John Kasich, Rand Paul, Carly Fiorina y Ben Carson han participado en el debate ya que son los ocho candidatos mejor posicionados en las encuestas. El exgobernador de Arkansas Mike Huckabee y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, los siguientes en los sondeos, tuvieron que intervenir en un segundo debate.
Rechazan subir el salario mínimo
Los tres favoritos en las primarias Donald Trump, Ben Carson, y Marco Rubio han señalado que si llegan a la Casa Blanca no subirán el salario mínimo. Según Rubio, elevarlo supondría "hacer a la gente más cara que las máquinas", mientras que Carson ha sostenido que esa medida podría hacer subir el paro.
Trump, líder en las encuestas, ha asegurado que tanto los impuestos como los salarios ya son "muy altos". "No podemos competir con el mundo. La gente tiene que ir ahí fuera y trabajar duro", ha remarcado.
En otros temas económicos, los candidatos coincidieron en que se debe reducir la deuda federal y el gasto público, además de simplificar y rebajar la presión fiscal sobre los ciudadanos y las empresas. El senador Ted Cruz ha propuesto, entre otras cosas, eliminar hasta cinco agencias gubernamentales para aligerar las cuentas del Estado.
Además, los ocho políticos se han comprometido a revocar las políticas de Obama y poner en práctica medidas económicas más conservadoras.
Rubio vuelve a salir reforzado
El senador por Florida de origen cubano, Marco Rubio, volvió a salir reforzado del debate, una habilidad que le ha facilitado subir en las encuestas hasta la tercera posición. El joven legislador se ha mantenido fiel a la estrategia que le funcionó en anteriores encuentros: respuestas articuladas, evitar chocar con otros candidatos y repetir sus mensajes de campaña.
Rubio, en el mejor momento de su campaña, ha vuelto a demostrar -tras su enfrentamiento con Jeb Bush en el tercer debate- que sabe convertir ataque en oportunidad al pronunciar una de las frases más ovacionadas de la noche cuando el senador Rand Paul cuestionó su plan de aumentar el gasto militar. "No podemos tener economía si no tenemos seguridad. Estoy seguro de que el mundo es un lugar más seguro y mejor cuando Estados Unidos es la potencia militar más fuerte del mundo", ha remarcado el senador.
Finalmente, sobre la estrategia de EE.UU. en Oriente Próximo y la relación con Rusia, Trump se ha mostrado dispuesto a colaborar con el presidente ruso, Vladimir Putin: "Si Putin quiere mandar al infierno al Estado Islámico" estoy con él al 100%, ha subrayado el empresario, quien reconoció haberse entrevistado con el dirigente ruso. Sin embargo, Rubio ha afirmado que nunca reunido con él pero que dispone de "suficiente información como para considerarlo un gánster.