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'El clan', la siniestra digestión de la transición argentina

  • Pablo Trapero recrea la vida íntima de los Puccio: una familia dedicada al secuestro y asesinato
  • Protagonizada por Guillermo Francella, ha batido récords de taquilla en Argentina
  • Coproducida por los hermanos Almodóvar y participada por TVE, se estrena el 13 de noviembre en España
  • RTVE.es entrevista a Guillermo Francella y Pablo Trapero

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Tráiler de 'El Clan'

La historia de ‘el clan de los Puccio’ es uno de esos sucesos que conmocionan un país. El 23 de agosto de 1985 la policía argentina detenía en una gasolinera a Arquímedes Puccio. Mi casa está llena de explosivos. Apenas entren, vuelan todos por el aire”, fue la amenaza desesperada del detenido. No funcionó. La policía entró y liberó a una mujer secuestrada en la vivienda de los Puccio. Tampoco era la primera víctima: Arquímedes, junto a sus familiares, había organizado una maquinaria de secuestro y extorsión que, entre 1982 y 1985, cometió tres asesinatos.

Tres décadas después de saltar a las primeras páginas, la historia llega a las pantallas en una película de Pablo Trapero (Carancho, Elefante Blanco). El combativo cineasta fue premiado en el Festival de Venecia como mejor director al mismo tiempo que su película batía récords de recaudación en Argentina. Coproducida por los hermanos Almodóvar, y participada por TVE, se estrena el 13 de noviembre en España.

“La historia nunca se olvidó porque, además, durante todos estos años fueron noticia. Arquímedes lo fue hasta que murió (en 2013)”, dice Trapero en una entrevista realizada en el último Festival de San Sebastián. Para hacer el guion tuvo que ir más allá de la documentación policial para componer la historia. "Pero había más curiosidad que material: muchos detalles del caso policial y poco sobre la intimidad de la familia".

Trapero confió a Guillermo Francella el papel del sociópata Arquímedes. Estrella cómica de la televisión argentina, desde su triunfal papel en El secreto de sus ojos su carrera explora nuevas dimensiones que en El clan llegan al límite. Vía telefónica desde Argentina, recuerda el impacto del caso. "Vivía muy cerca. Caminé por la puerta de la casa del los Puccio cientos de veces sin saber lo que sucedía allí dentro. Cuando salió en los diarios no quisimos creerlo porque era una familia muy normal. La madre, docente; las niñas, en etapa escolar; los niños muy exitosos deportivamente, uno de ellos llego a ser puma, seleccionado nacional de rugby".

El morbo de una historia real tremebunda no ha terminado. "Era una familia común y corriente que vivía en San Isidro, un barrio distinguido de la provincia de Buenos Aires. El otro día pasé por la casa y había gente espiando, como una visita guiada, como una pucciomanía. Es increíble", explica.

El negocio privado de los torturadores

Todo monstruo surge de las tinieblas. Y en el caso de Arquímedes Puccio sobran: perteneció a la Triple A (grupo paramilitar y terrorista de extrema derecha) y a la SIDE (servicio de inteligencia de Argentina) durante los oscuros años de la dictadura militar. O sea, que El clan también relata la mala digestión de la abrupta transición democrática argentina.

Francella: "Caminé cientos de veces por la puerta de la casa. Cuando salió en los diarios no quisimos creerlo"

"Arquímedes tiene una vida criminal que arranca mucho antes. Siendo parte del servicio diplomático realizó contrabando de armas. Y el caso fue sobreseído misteriosamente. Lo mismo que otra causa en el 72 cuando formaba parte de la Triple AAA", diceTrapero.

Con la llegada de la democracia en 1983 aparece la llamada ‘mano de obra desocupada’, eufemismo para nominar la nueva situación de los ejecutores de la dictadura, amparados por las Leyes de Impunidad, pero apartados del poder.

"Hubo más casos que el de Arquímides: toda la gente que en la época de la represión secuestraba, torturaba y hacía desaparecer gente se quedó sin trabajo al llegar la democracia y convierten lo que habían hecho para el Estado en un negocio privado", añade el director.

Trapero sostiene que es un período poco visitado por el cine argentino. Curiosamente, las dos películas argentinas ganadoras de un Oscar (La historia oficial y El secreto de sus ojos) tratan la cuestión. Y El Clan aspira este año a repetir la jugada como seleccionada por Argentina para los Oscar de 2016.

Francella confiesa que a finales de los 70 era un boludón que no quería creer en las noticias de desaparecidos. "Era un pibe de 22 años no comprometido, sentía que era una actitud para boicotearnos el mundial de fútbol del 78. Después me quedé perplejo de lo que habíamos vivido y me enojé por no haber sido consciente de lo que ocurría".

Fotograma de 'El clan' noticias

La intimidad de la casa de los horrores

Trapero fija un tono vibrante, a lo Scorsese, que por un lado aligera la oscuridad de la historia y al mismo tiempo subraya lo siniestro. “Porque no es la vida de las víctimas, sino de los victimarios”, explica. “Lo que ves es la vida cotidiana de la familia. Hay situaciones de violencia suficientemente elocuentes, pero ellos no tenían ningún remordimiento ni regodeo en eso”.

Trapero: "No es la vida de las víctmas, sino de los victimarios. Ellos no tenían ningún remordimiento"

El corazón de la película es la relación de Arquímedes con su hijo Alejandro (interpretato por Peter Lanzani). Abducido por su padre y participante en los secuestros, reprime un deseo de escapar del horror. El Clan no deja de ser una historia (extraordinaria) de emancipación filial. “Es una interpretación de la relación familiar –define Trapero- basada en cartas del padre al hijo, testimonios de amigos que habían visitado la casa y fotografías”.

Arquímedes tenía dos motes: el loco de la escoba y el búho. “Porque barría la vereda a cualquier hora y se asomaba desde la planta alta de la casa monitoreando si algo sucedía. Luego supimos que era para saber si se escuchaban ruidos de los secuestrados”, dice el actor que se sumerge en un personaje hierático, limando en su actuación toda su gestualidad cómica.

“Con la misma delicadeza que ayuda a sus hijas, podía realizar el delito más tremendo”, dice Francella. “Era alguien muy manipulador, muy titiritero, shakesperiano, intenso, severo con sus hijos. Su modo de hablar era retorcido en sus tiempos verbales, decía frases poéticas de un modo cansino”. Tras superar los 2.700.000 espectadores en Argentina, Francella desea que la espeluznante historia de los Puccio traspase fronteras "y sea apreciada en España".

Francella y sus ‘imitadores’: José Mota, Jean Dujardin y Julia Roberts

La interpretación de El Clan es una nueva cima de una carrera cada vez más conocida fuera de Argentina. Como muestra, tres personajes suyos con remakes inminentes: Jean Dujardin será su versión francesa de Corazón de León; José Mota será Un hombre ideal en la serie que rueda TVE, y Julia Roberts hereda su papel de El secreto de sus ojos en Secret in Their Eyes, que se estrena la semana que viene en EE.UU.

“Tengo entendido que José Mota es un gran actor, pero lo más llamativo es lo de Julia Roberts. No solamente eso, hace dos personajes. ¡Dios mío, han hecho una ensalada rusa! Me parece raro tocar algo tan bien guionizado, pero bueno, estamos acostumbrados”.