Los primeros apicultores se remontan a la Edad de Piedra
- El ser humano ha explotado a las abejas desde hace al menos 8.500 años
- Así lo ha revelado un estudio de científicos de la Universidad de Bristol
- Han encontrado cera en vasijas de los primeros agricultores europeos
Los seres humanos han estado explotando a las abejas desde la Edad de Piedra, según una nueva investigación de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, cuyos resultados se publican en 'Nature'. Este estudio ha reunido pruebas de la presencia de cera de abejas en las vasijas de cerámica de los primeros agricultores de Europa mediante la investigación de componentes químicos atrapados en la tela de la arcilla de más de 6.000 fragmentos de cerámica de más de 150 sitios arqueológicos europeos.
Se detectó el distintivo químico de la "huella" de la cera de abejas en varios sitios neolíticos en toda Europa que indican cuán generalizada fue la relación entre los seres humanos y las abejas en tiempos prehistóricos. Por ejemplo, se vio cera de abejas en ollas de cocina de un sitio arqueológico en Turquía, que data del milenio séptimo antes de Cristo. la evidencia más antigua sobre el uso de los productos de las abejas por parte de los agricultores neolíticos.
“El trabajo ha implicado 20 años de investigación“
El documento reúne más de 20 años de investigación llevada a cabo en la Unidad de Geoquímica Orgánica de la Universidad de Bristol, dirigida por el profesor Richard Evershed. Los coautores del estudio incluyen arqueólogos implicados en la investigación a gran escala de sitios en toda Europa, el Cercano Oriente y Africa del Norte.
Diferentes usos de la cera
"La razón más obvia de la explotación de la abeja sería para la miel, ya que podría haber sido un raro edulcorante para la gente prehistórica. Sin embargo, la cera de abejas podría haberse empleado para diferentes propósitos tecnológicos, rituales, con fines cosméticos y medicinales, por ejemplo, para impermeabilizar los porosos vasos cerámicos", explica la doctora Mélanie Roffet-Salque, autora principal del artículo y profesora en Bristol.
La falta de pruebas sobre el uso de cera de abejas en los sitios neolíticos por encima del paralelo 57 Norte como en Escocia y Fennoscandia apunta a un límite ecológico en el caso de las abejas en ese momento. "La falta de un registro fósil de la abeja melífera significa que es ecológicamente invisible para la mayoría de los últimos 10.000 años.
Murales egipcios y arte rupestre prehistórico
Aunque la evidencia de antiguos murales egipcios y arte rupestre prehistórico sugiere que la asociación de la humanidad con la abeja se remonta a miles de años, cuándo y dónde surgió esta asociación no se sabía hasta ahora", apunta Evershed.
"Nuestro estudio es el primero en proporcionar evidencia inequívoca, basada únicamente en la "huella" de un producto químico para la distribución paleoecológica de un importante animal económica y culturalmente. Muestra la explotación generalizada de la abeja por los primeros agricultores y hace retroceder la cronología de la relación de la humanidad con las abejas a fechas sustancialmente anteriores", concluye.