Suecia restablece los controles fronterizos para reordenar su "desbordado" sistema de acogida de refugiados
- El Gobierno sueco anuncia que la medida será provisional y durará diez días
- La Dirección de Migraciones dice que el servicio de acogida está desbordado
- Afecta a la frontera con Dinamarca y al tráfico marítimo con Alemania
Suecia restablece este jueves los controles fronterizos de forma provisional ante la situación creada por la oleada de refugiados llegados al país nórdico en los últimos meses. Según ha anunciado el Gobierno sueco, la medida estará vigente durante diez días y responde a que el sistema de acogida se ha visto desbordado.
El ministro de Interior, Anders Ygeman, ha explicado que la decisión obedece a una petición de la Dirección General de Migraciones, que se encuentra bajo "una presión extremadamente grande". Además ha resaltado que el país no deja de cumplir el reglamento de Schengen, que permite controles temporales cuando hay una amenaza para la seguridad interna.
Los controles, que podrán ser prolongados después en períodos de veinte días, afectarán al puente del estrecho del Sund, que une Copenhague con la ciudad sueca de Malmoe, y al tráfico marítimo con Dinamarca y Alemania, países que han sido informados este miércoles de la decisión de Estocolmo.
"Debe haber orden en el sistema de recepción de refugiados"
"Debemos mantener el orden dentro de nuestras fronteras. Debe haber orden en el sistema de recepción de refugiados", ha afirmado el primer ministro, Stefan Löfven, desde Malta, donde participa en la cumbre de líderes de la UE.
El Gobierno había avisado la semana pasada de que la situación era límite y de que pronto no podría garantizar alojamiento a quienes pidan asilo en Suecia, el país de la UE que más solicitantes recibe per cápita.
Según el último pronóstico de Migraciones, se espera que en 2015 lleguen a este país nórdico entre 140.000 y 190.000 solicitantes, más del doble que la previsión anterior de hace cuatro meses. Suecia envió la semana pasada a la Comisión Europea una petición para recolocar a algunos refugiados en otros países comunitarios, aprovechando que Hungría ha rechazado su cuota dentro del plan de reubicación de refugiados aprobado por la UE.
La falta de viviendas para alojar a los refugiados ha obligado a las autoridades suecas a acondicionar barracones, antiguas cárceles y escuelas, además de construir campamentos de tiendas de campaña.
Una propuesta de la oposición sueca
El Gobierno sueco había presentado hace tres semanas un paquete de medidas acordado con la oposición que incluía sustituir los permisos de residencia permanentes a refugiados por otros temporales de hasta tres años.
El Partido Conservador, líder de la oposición, propuso hace unos días restablecer los controles fronterizos, una idea que el Gobierno en minoría de socialdemócratas y ecologistas había rechazado hasta este miércoles, añadiendo que solo lo haría en caso de que las autoridades competentes en inmigración o seguridad lo reclamasen.
Löfven se ha mostrado cauto a la hora de especular sobre si los controles fronterizos conseguirán frenar la oleada de refugiados. "No hay forma de saberlo. No existen estadísticas sobre las corrientes migratorias para saber exactamente cuántos vendrán, así que no puedo pronunciarme. Pero necesitamos poner orden en el sistema de acogida y en nuestras fronteras, es importante", ha señalado el primer ministro socialdemócrata.