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El partido de la Nobel de la Paz Suu Kyi obtiene la mayoría absoluta en el Parlamento de Birmania

  • La formación opositora podrá elegir al nuevo presidente al obtener la mayoría suficiente
  • Un artículo de la Constitución impide a Suu Kyi presentarse candidata

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La premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, deposita su voto durante las elecciones legislativas celebradas el 8 de noviembre.
La premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, deposita su voto durante las elecciones legislativas celebradas el 8 de noviembre.

La oposición de Birmania (Myanmar) elegirá al nuevo presidente del país tras alcanzar la mayoría parlamentaria suficiente, según la última actualización de la comisión electoral de los resultados de las elecciones del domingo.

Con el 83% escrutado, la Liga Nacional para la Democracia (NLD, en inglés) ha sumado otros 21 escaños en la Cámara Baja, lo que le ha permitido superar los 329 diputados que necesitaba en el conjunto del legislativo, donde los militares disponen por ley de una cuarta parte de los asientos.

Una disposición de la Constitución hecha a medida, que veta para el cargo a candidatos con familiares extranjeros, impedirá a la oposición presentar a su líder, la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, cuyos dos hijos tienen pasaporte británico.

La elección del presidente tendrá lugar después de que los nuevos diputados tomen posesión, en febrero, y asumirá el poder a finales de marzo.

La ONU y EE.UU. felicitan a Suu Kyi

Los resultados en Birmania han sido ya saludados por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario general de la ONU, Ban Ki moon.

La ONU, no obstante, ha lamentado que un gran número de birmanos, y principalmente la minoría musulmana de los rohinyá, se hayan quedado sin poder votar, como han denunciado varias organizaciones no gubernamentales de derechos humanos.

"Queda mucho trabajo duro en el viaje democrático de Birmania y para hacer las futuras elecciones realmente inclusivas", ha declarado el portavoz del secretario general.

La propia Suu Kyi ha sido criticada por no prestar atención a las reclamaciones de los rohinyás, que se ven empujados a huir de Birmania ante la persecución de que son objeto por los extremistas budistas.