Túnez, la economía al rescate de la democracia
- La industria turística de Túnez sufre tras los atentados del Bardo y de Susa
- Es la única 'primavera árabe' que ha implantado una democracia estable
- John Kerry ha visitado el país para respaldar la transición tunecina
La tienda del señor Esdin rebosa de platos de cerámica decorados a mano y otros objetos de artesanía. Sus empleados aguardan sentados mirando a una calle que tarda en llenarse de turistas. Una mínima mirada de reojo de cualquiera que pase hace que Esdin salte como un resorte para ofrecer su mercancía. Pero pasan pocos, y la mayoría son vecinos.
Esdin es vecino del pueblo tunecino de Sidi Bou Said, uno de los destinos favoritos de los turistas que visitan Túnez. Pero tras los atentados del museo del Bardo en marzo de este año y el hotel Marhaba en la playa de Susa en junio, con 23 y 38 muertos respectivamente, casi todos turistas ocidentales, las cosas han cambiado.
“Seguimos trabajando, pero la situación es muy grave y ya no es como antes“
"Antes de los atentados, entre los cruceros y el turismo de costa, recibíamos entre siete y nueve mil turistas al año, aparte de los viajes organizados por hoteles", evoca el comerciante. "Seguimos trabajando, pero la situación es muy grave y ya no es como antes", insiste entristecido.
Los buenos viejos tiempos
El nombre del restaurante Les bon vieux temps (Los buenos viejos tiempos) parece hecho a medida. Frente a su terraza sigue brillando el mismo Mediterráneo que atrajo a su clientela, pero quienes pasan ahora junto a su puerta son un grupo de hombres armados con fusiles de asalto.
La patrulla garantiza que no haya sorpresas inesperadas: "Está todo tranquilo, no hay ningún problema", dice el oficial al mando, pertrechado con un chaleco antibalas, y se identifica: "Somos policías".
“Todos deben estar protegidos, nosotros y los que llegan aquí“
No es una imagen tranquilizadora, paro está surtiendo efecto. "La seguridad ha mejorado, poco a poco, y se nota en la gente", asiente Esdin. "Ya no es como cuando la revolución, está todo más tranquilo. Todos deben estar protegidos, nosotros y los que llegan aquí. Yo soy musulmán y Dios dice que se debe proteger a todos, católicos y musulmanes", continúa. "Tengo este negocio desde hace 25 años. He nacido en Sidi Bousaid y toda la vida hemos convivido", asegura.
El atentado de Susa, “catastrófico”
"Después del atentado del Bardo empezó a bajar la clientela, pero tras el atentado de Susa, fue catastrófico", afirma resignado Sami, propietario de una tienda a la entrada del Museo Nacional, junto a la Catedral de San Luis de Cartago en Túnez.
"Después de Susa, se acabó, dejaron de venir", repite mientras Mohamed, su padre y el dueño original del negocio, asiente. "Veinticinco años llevamos con esta tienda".
“La economía es el punto de encuentro común, donde la religión no importa“
"La economía es el punto de encuentro común, donde la religión no importa, lo que importa son los resultados y seguir adelante", afirma a RTVE.es Ouied Bouchamaoui, presidenta de la patronal tunecina, la UTICA, una de las cuatro organizaciones del Cuarteto de Diálogo tunecino, galardonado con el Nobel de la Paz 2015.
Túnez, revolución superviviente, democracia posible
Túnez inauguró las primaveras árabes, y tras el desastre de Siria y Libia, y el caos egipcio, ha sido el único país que ha conseguido transformar la revolución en una transición hacia la estabilidad democrática.
Una estabilidad que los atentados terroristas del Estado Islámico, tanto en Túnez como en Egipto amenazan con desintegrar.
Además, la guerra de facciones yihadistas empuja desde el otro de la frontera con Libia, un foco descontrolado de infiltración de combatientes que Túnez intentará contener con una valla de 170 kilómetros, según anunció el gobierno en julio de este año.
Democracias al rescate
Pero Europa y Estados Unidos arropan. En junio, la Unión Europea autorizó una ayuda de 23 millones de euros para implementar un plan de seguridad integral. "Lo primero será consolidar la seguridad en aeropuertos y fronteras", asegura la ministra tunecina de turismo, Selma Elloumi.
Este viernes, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, también ha aterrizado en el país. Tras reunirse con el presidente Beji Caid Essebsi, ha anunciado que su país añadirá un préstamo de 500 millones de dólares a los 700 millones que ya ha entregado al país desde 2011.
“Los ojos del mundo están sobre Túnez y Estados Unidos quiere que Túnez alcance el éxito“
"Los ojos del mundo están sobre Túnez y Estados Unidos quiere que Túnez alcance el éxito", ha dicho Kerry antes de subrayar que el Estado norteafricano es "un ejemplo de cómo integrar de forma constructiva a los islamistas en la esfera política".
Es una referencia al partido islamista Ennahda, que podría volver a imponer su mayoría parlamentaria tras la última crisis sufrida con la posible dimisión de 32 miembros del partido del presidente, Nidá Tunis.
La industria turística emplea en Túnez cerca de un 5% de la población y representa casi un 7% de su producto interior bruto. Este año, debido a los atentados, perderá más de 500 millones de dólares y dos millones de noches de hotel.