El momento de la masacre en Bataclan, grabado y contado por los supervivientes
- Un periodista de Le Monde grabó desde su casa la huida de las víctimas
- Dio refugio a los heridos y fue tiroteado en un brazo por los terroristas
- Sigue el atentado múltiple en París, minuto a minuto
Daniel Psenny es periodista del diario Le Monde. Vive detrás de la sala de fiestas Bataclan, donde un grupo de terroristas cometió el peor atentado de la historia de Francia la pasada noche. Grabó un vídeo desde su casa antes de bajar a rescatar a los heridos que escapan del teatro. Un disparo le alcanzó en el brazo. Alrededor de las 3 de la mañana fue llevado a la sala de urgencias del hospital Georges Pompidou, donde decenas de víctimas también fueron atentadidas. Este es su testimonio:
"Estaba trabajando en casa. El televisor estaba encendido. Se estaba emitiendo una película en la que Jean-Hugues Anglade desempeña el papel de un policía. Oí un ruido como de petardos, y al principio yo estaba convencido de que procedía de la película. Pero el ruido era muy fuerte, así que fui a la ventana. Yo vivo en el segundo piso, y mi apartamento da a la salidas de emergencia de Bataclan. Todo el mundo estaba corriendo por todos lados, vi a los chicos en el suelo, la sangre... Comprendí que era algo serio. Pregunté qué estaba pasando. Todo el mundo corría de nuevo a la Rue Amelot y el Boulevard Voltaire. Una mujer se aferraba a la ventana del segundo piso de Bataclan. Pensé en las imágenes del 11 de septiembre (...)".
“Vi a los chicos en el suelo, la sangre... Comprendí que era algo serio“
"Entonces me dije que iba a ir a abrir a las personas para que pudieran refugiarse. Así que abrí la puerta del edificio. Hubo un hombre que yacía en la acera. De repente apareció a otro hombre al que no había visto. Me tuvieron que disparar en ese momento. No sé, tengo una laguna . Pero recuerdo que sentí como si un petardo estallara en mi brazo izquierdo, y vi que estaba chorreando sangre. Creo que el tirador estaba en la ventana de Bataclan. Un par de vecinos suben al cuarto piso. El tipo que entra con ellos tiene un disparo en la pierna. Es un americano. Vomitó, tenía frío, creía que iba a morir. Llamamos a los bomberos, pero no nos podían evacuar. Llamé a un amigo médico que me dijo cómo hacerme un torniquete con mi camisa. Estamos atascados hasta que se produce el asalto y las fuerzas especiales nos rescatan".
“Sentí como si un petardo estallara en mi brazo“
Cuatro terroristas entraron en la emblemática sala de fiestas poco después de las 21.30 de la noche del viernes armados con Kalashnikovs. Dispararon de forma indiscrimanada contra la gente que disfrutaba de un concierto del grupo Eagles of Death Metal. Retuvieron a los rehenes durante varias horas hasta que la policía asaltó el teatro. Antes de ser abatidos, tres de ellos hicieron estallar los cinturones de explosivos que llevaban adosados al cuerpo. El cuarto fue abatidos antes de que pudiera inmolarse. Al menos 80 personas murieron y decenas resultaron heridas.
"Nos escondimos y nos arrastramos hasta la escalera de incendios"
Había más de un centenar de personas en la sala de fiestas en el momento del ataque. Algunos se salvaron haciéndose pasar por muertos. Otros pudieron escapar a a través de las salidas de emergencias. Y este joven, por ejemplo, pudo ocultarse de los terroristas hasta que llegó la policía:
"Estaba en la sala. El concierto llevaba una hora y entonces oimos mucho ruido que venía de la parte de atrás. La gente empezó a moverse, entró en pánico intentado salir. Yo estaba en las gradas. Nos escondimos en el suelo debajo de los asientos y comenzamos a arrastrarnos hacia las salidas de emergencia. Nos las arreglamos para llegar a la escalera de incendios y nos escondimos en una habitación. Montamos una barricada y esperamos a que la policía viniera", relata.
Poco antes, ataque simultáneos habrían sembrado el terror en las calles de París. Otras 40 personas fueron asesinadas en múltiples tiroteos en bares y cafeterías, mientras que tres kamikazes se inmolaron en el estadio de Francia, cuando se disputaba un encuentro entre la selección francesa y la alemana.
El presidente francés, François Hollande, ha culpado al autodenominado Estado Islámico de este "acto de guerra" sin precedentes. El grupo terrorista ha reivindicado los ataques en un comunicado, al igual que hizo el pasado enero cuando masacró la redacción del semanario Charlie Hebdo.
El Gobierno ha declarado el estado de emergencia y ha cerrado las fronteras. Y los parisinos tienen la recomendación de no salir de casa, mientras tratan de asimilar, entre el terror y la conmoción, esta nueva tragedia.