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Los mares españoles, un santuario frágil de cetáceos

  • Albergan una de las mayores diversidades del planeta de estos mamíferos
  • Un reciente estudio ha contabilizado a 27 de las 85 especies conocidas
  • Científicos denuncian que la ley que los protege ni se aplica ni se cumple

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Las poblaciones de cachalotes se han recuperado a buen ritmo desde que  se prohibió su caza.
Las poblaciones de cachalotes se han recuperado a buen ritmo desde que se prohibió su caza.

Las aguas que rodean a la Península Ibérica, Canarias y Baleares albergan una riqueza marina extraordinaria. Entre este inmenso patrimonio natural se encuentra su gran diversidad de cetáceos, una de las mayores del planeta. De las 85 especies descritas en los mares de todo el mundo, 27 habitan en las aguas españolas. Así lo acaba de certificar un estudio realizado por el Centro de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (CIRCE), en colaboración con el Instituto de Investigación Pesquera del Reino de Marruecos (INRH).

El Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán y el Golfo de Cádiz es la zona más importante del Atlántico Norte en cuanto a actividad de cetáceos.

Este trabajo, publicado en la revista 'Journal of the Marine Biological Association of the United Kingdom', es el fruto de 30 años de investigación. Los datos se han obtenido fundamentalmente mediante avistamientos en el mar y varamientos. Los investigadores han recopilado la información a bordo de barcos, pero también rastreando las publicaciones de prensa en internet, en busca de noticias que pudieran indicar la presencia de cetáceos varados en playas marroquíes o españolas, con el objetivo de identificar la especie a la que pertenecían.

"Sin duda, el Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán y el Golfo de Cádiz es la zona más importante del Atlántico Norte en cuanto a actividad de cetáceos", explica Renaud de Stephanis, presidente de CIRCE, una organización con sede en Algeciras cuyo mayor esfuerzo se centra en el estudio y protección de mamíferos marinos.

De las 27 especies identificadas, destacan algunas como el cachalote, el rorcual común, el calderón o el delfín listado. Y también las orcas, que se están viendo gravemente perjudicadas por la escasez de atunes rojos, un pez cuyo preciado valor gastronómico le ha empujado al borde de la extinción.

"La situación de las orcas en nuestras aguas es realmente mala -indica De Stephanis-, sobre todo por la presencia cada vez menor de atunes, que es la razón por la que se encuentran en la zona del Estrecho de Gibraltar. Esto afecta especialmente a las crías, cuya tasa de mortalidad en su primer año es muy alta".

Sobrepesca y otros problemas

El problema de la sobrepesca no solo afecta a este depredador marino (calificado cinematográfica e injustamente como "ballena asesina", cuando no se ha dado ni un solo caso de que un ejemplar en libertad haya causado la muerte de un ser humano). Todos los cetáceos, de manera directa o indirecta, se están viendo perjudicados por un mal que se ha extendido como una pandemia por los océanos.

Pero, aunque sea el más importante, no es su único enemigo. La colisión con embarcaciones representa otro problema grave para los cetáceos de mayor tamaño, como cachalotes o rorcuales. Y también las maniobras militares, cuyas emisiones acústicas son capaces de matar a ejemplares de zifio de Cuvier, otra de las especies localizada en aguas españolas.

En España no hay una legislación que regule el avistamiento de cetáceos.

Y algo aparentemente inofensivo, como las actividades turísticas desarrolladas alrededor de los grandes mamíferos marinos, también puede resultar contraproducente. "El problema es que en España no hay una legislación que regule el avistamiento de cetáceos, y estas actividades muy probablemente están interfiriendo en la vida de las especies, aunque de momento no tenemos estudios que puedan corroborarlo. No existen códigos de conducta, como acercarse a una distancia mínima de los animales", opina De Stephanis.

En teoría, sí que existe una regulación al respecto, contemplada en el Real Decreto 1727/2007, que establece medidas de protección para los cetáceos. Pero la realidad, como denuncia este biólogo, es que "en los últimos diez años solo ha habido una multa relacionada con esta ley". "El Real Decreto de cetáceos no se está aplicando ni se cumple en muchos de sus aspectos. Y tampoco parece que haya voluntad de hacerlo", asegura.

Como él mismo cuenta, su organización -CIRCE- ha trabajado intensamente para concienciar a las empresas de avistamiento. "En este sentido, las que operan cerca del Estrecho de Gibraltar han dado pasos muy importantes, pero no podemos decir lo mismo de otras que lo hacen en el Mediterráneo", sostiene.

Calderones, delfines y marsopas

Además de las orcas, los cetáceos más amenazadas de los mares españoles son los calderones, los delfines comunes y las marsopas. "El calderón común padeció una grave epidemia de la que le está costando recuperarse", explica De Stephanis, en referencia a la epidemia de morbilivirus que asoló el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar durante el invierno 2006-2007, y que causó la muerte a decenas de ejemplares.

El calderón común sigue sufriendo los efectos de la grave epidemia que padeció hace ocho años.

El calderón común sigue sufriendo los efectos de la grave epidemia que padeció hace ocho años. THINKSTOCK

En los demás casos, los investigadores han constatado un descenso de la población de delfines comunes, aunque paradójicamente se ha producido un aumento en el número de delfines listados. Las marsopas (la especie de cetáceo más pequeña de todo el Hemisferio Norte) se encuentran en peligro de extinción sobre todo por la sobreexplotación de las aguas que habitan y el uso de prácticas pesqueras destructivas.

Futuro alentador

A pesar de todo, el horizonte es alentador. "No veo mal el futuro de los cetáceos en las aguas españolas. Ahora se está avanzando sobre todo gracias a las directivas europeas y los planes de conservación del Ministerio de Medio Ambiente. Nuestra organización colabora en la elaboración de estos planes. Los hemos redactado íntegramente. También luchamos para que se lleven a la práctica, que es un trabajo muy minucioso y costoso", prosigue Renaud de Stephanis.

Pero como los fondos marinos y sus habitantes no entienden de fronteras, el objetivo es que también se implique el resto de países cuyas costas delimitan el hogar de estos mamíferos. Si no se consigue, el trabajo habrá quedado a medias. "Una vez que estos planes de conservación se apliquen en España, que es en lo que estamos trabajando, intentaremos que adopten medidas similares Portugal, Marruecos y Argelia", termina De Stephanis.