Los parisinos salen a la calle para recordar a las víctimas pese a la prohibición de concentrarse
- Los ciudadanos se congregan en los escenarios de la masacre y en République
- La catedral de Notre Dame ha acogido una solemne misa por los fallecidos
- Sigue la actualidad del atentado múltiple en París, minuto a minuto
- Especial informativo sobre los atentados terroristas en París
Velas, flores, mensajes y cánticos han ocupado los principales escenarios del atentado que este viernes causó 129 muertos y cientos de heridos en París, donde la gente se ha congregado este domingo de forma improvisada pese a que las autoridades han prohibido las concentraciones y manifestaciones hasta el próximo jueves.
La plaza de República, epicentro en enero de la solidaridad ciudadana contra los atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo, ha vuelto a agrupar a todos aquellos ciudadanos que han querido dejar claro que no tienen miedo.
“Hay que demostrar que la vida es más fuerte, que París está de pie. “
"Hay que demostrar que la vida es más fuerte, que París está de pie. No hay que dejar que el miedo gane, porque es entonces cuando dejas de vivir", contaba Ludovic Mouly, uno de los muchos ciudadanos que se han acercado hasta allí para dejar una vela o simplemente transmitir su apoyo con su presencia.
El lema Fluctuat Nec Mergitur (Zozobra pero no se hunde), que figura en el escudo de París, pintado bajo un fondo negro en un cartel de una de las esquinas de la plaza por un colectivo de Street Art, resumía el sentir de la población.
Combatir el miedo
Pero a diferencia con los atentados de enero, que afectaron también a una agente de policía y a un supermercado judío y se vieron como un ataque contra varios símbolos de la sociedad francesa, como la libertad de expresión, las fuerzas del orden y la religión, estos últimos han hecho mella personal.
“Te sientes atacada directamente, como parisina y como francesa“
"Te sientes atacada directamente, como parisina y como francesa", explica Camille Divay, de 27 años de edad, ante una oleada de ataques que golpearon dos barrios de moda en la capital y una conocida sala de conciertos.
Los mensajes colocados en los altares improvisados oscilaban entre el pesimismo ("La humanidad desaparece"), la valentía ("Ni miedo ni odio"), la solidaridad con las víctimas ("Una oración por nuestros amigos") y la constatación de que los autores del ataque, reivindicado por el Estado Islámico, "no son musulmanes, sino terroristas".
“Han querido meter miedo a los franceses, que nos retiremos del combate“
"Han querido meter miedo a los franceses, que nos retiremos del combate, desestabilizar el país", añade Carole, de 50 años de edad, que no puede evitar tener la duda de que, quizá, la vigilancia de las fuerzas del orden no fue suficiente.
Salir para conservar la libertad
En el bar Le Carillon y el restaurante Petite Cambodge, uno de los primeros escenarios de la masacre, el único cordón de seguridad que quedaba este domingo era el reservado por los equipos de televisión llegados para grabar esa solidaridad ciudadana.
“Salimos en enero, salimos ahora y volveríamos a salir“
Como en la plaza de la República y en la sala de conciertos Bataclan, la más afectada, con al menos 89 de los muertos, la gente se agrupaba "por necesidad", decían algunos, porque quedarse en casa querría decir que "han ganado". "Salimos en enero, salimos ahora y volveríamos a salir", apuntaba Mouly, acompañado de su mujer y sus dos hijos.
La tensión entre los ciudadanos, no obstante, se ha plasmado en una estampida humana que ha habido durante la tarde, cuando cientos de personas han salido corriendo de la plaza, aterrorizados por el estallido de una bombilla en un restaurante, y ha buscado refugio en cafés y calles colindantes.
Pero pese al estado de emergencia decretado por las autoridades ante la magnitud de lo sucedido el viernes, algunos como Carole insisten que aunque se incrementen las medidas de seguridad, no hay que limitar la libertad. Sería, concluye, "dar un paso atrás".
Misa en Notre Dame por los fallecidos
Este domingo, además, el arzobispo de París, André Vingt-Trois, ha oficiado una misa en la catedral de Notre Dame en homenaje a las víctimas del atentado. Las campanas del templo han tañido durante quince minutos en los que la plaza donde se ubica el templo estaba llena de gente que quería dar aliento a los familiares de las víctimas.
En los alrededores de la catedral, el silencio y algunas velas y flores han acompañado el acto, aunque la intervención del dispositivo de seguridad ha recordado pronto la prohibición de concentrarse. En cualquier caso, los asistentes han mostrado su "apoyo sincero" a las familias de las víctimas. "No tenemos miedo y por eso estamos aquí", relataba la parisina Malzac Michelle.
Natalie Lacroix, también parisina, destacaba que ese homenaje popular tiene más valor que los que puedan rendir las autoridades. "Los que estamos aquí fuera somos personas que sinceramente queremos rendir homenaje a los fallecidos y los que están en primer plano son políticos muchas veces responsables de todo", lamentaba.
“Yo sí tengo miedo y profunda tristeza, pero hay que levantarse como le digo a mi gente“
"Llevo dos días viviendo en un estado de shock, yo sí tengo miedo y profunda tristeza, pero hay que levantarse como le digo a mi gente", ha añadido.