Minna Lindgren: "Los ancianos solo quieren ser tratados como personas"

• La autora finlandesa presenta la segunda parte de su Trilogía de Helsinki
• El libro envuelve en humor la crítica social sobre el trato a los ancianos
• Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta es un éxito superventas en Finlandia

La escritora y periodista finlandesa Minna Lindgren.

La escritora y periodista finlandesa Minna Lindgren confiesa que sus obras están impregnadas de sentido del humor porque “no sabe escribir de otra forma”, y porque la comedia es el instrumento que le permite dar un aldabonazo sobre las conciencias en asuntos muy graves.

En concreto, la autora realiza una contundente crítica social sobre el trato que reciben los ancianos en su país en la Trilogía de Helsinki, cuya segunda parte, Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta (Editorial Suma de Letras, 381 páginas, 18,90 euros), llega a los lectores en España tras convertirse en un fenómeno superventas en Finlandia y en otros países europeos.

Las protagonistas de la trilogía son tres nonagenarias Irma, Siri y Anna-Liisa, encantadoras, vitalísimas e inconformistas, que provocan la ternura y el cariño del lector desde las primeras páginas de la historia.

Las tres abuelas tendrán que marcharse de El Bosque del Crepúsculo, la residencia donde habitan, y donde les cobran una desmesurada minuta por servicios inexistentes y absurdos.

Unas caóticas obras obligan a las ancianas a mudarse a un piso compartido en el que vivirán unas aventuras un tanto enloquecidas, con un rosario incesante de atolondrados asistentes sociales que salen y entran complicando su vida, en una trama salpicada por un misterio que las veteranas deberán desentrañar.

A pesar de que Lindgren ha sido calificada por la crítica como “la Agatha Christie finlandesa”, los libros no son exactamente un thriller, ya que las pesquisas de las nonagenarias son solo una forma de mantener la tensión y darle viveza al relato, según explica la escritora en una entrevista con RTVE.es.

“La trama también tiene que ir un poco más allá de si las ancianas se mueren o no se mueren”, señala entre risas Lindgren con un humor contagioso.

“Escribir con humor permite sensibilizar sobre problemas muy graves”

Precisamente, la ironía de la que hacen gala las protagonistas servirá como vehículo para retratar una realidad demoledora, y que rompe estereotipos sobre Finlandia en referencia al cuidado de sus mayores, que se presentan como los grandes olvidados de una sociedad apresurada en la que nadie tiene tiempo de atenderles.

Entre los temas que aborda la Trilogía de Helsinki, se encuentran la sobremedicación a los ancianos, su indefensión, las deficiencias en la asistencia domiciliaria, la elección del derecho a la forma de morir o el trato que se les dispensa en las residencias geriátricas que a veces están financiadas por multinacionales, según relata Minna Lindgren.

Portada de la segunda parte de la Trilogía de Helsinki. SUMA DE LETRAS

La escritora explica que tomó a su propia y extensa familia- llena de personas mayores a las que admiraba- como fuente de inspiración para las novelas, además de su investigación como periodista durante tres años.

“Tuve que llevar a mis padres a una residencia y allí vi de primera mano que les trataban como niños. Independientemente de su edad, el ser humano siempre necesita a los demás, amistad y amor, y no ser considerados como una masa sin personalidad”, responde Lindgren con tristeza, a la vez que se interesa por la situación de las personas mayores en España.

Una seriedad que se torna en sonrisa cuando cita un estudio finlandés que achaca la longevidad de los centenarios a dos factores que se repiten: mantener viva la curiosidad y la capacidad de reírse de sí mismos.

El éxito de los libros en Finlandia ha convertido a Minna Lindgren en toda una celebridad entre los mayores de su país. La autora está satisfecha porque la repercusión ha traído consigo la respuesta social que buscaba; la escritora está acudiendo como ponente a cientos de coloquios para explicar la situación de la tercera edad, y el tema está siendo objeto de debate.

“He ido a muchas residencias y los mayores están leyendo los libros y me dicen. Así, así, es nuestra vida”, concluye.