El 50% de los pacientes con depresión no están adecuadamente tratados
- Un 15% de pacientes con depresión no llega a iniciar el tratamiento
- El 75 % de los adolescentes depresivos no recibe tratamiento
El 50% de los pacientes con depresión no están adecuadamente tratados y un 15% de los que acuden a las consultas aquejados por la enfermedad no llega a iniciar la terapia prescrita, según ha advertido este jueves el investigador en el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria en el CIBERSAM, Guillermo Lahera.
Se trata de una enfermedad que, aunque es conocida tanto por parte de la sociedad como de la comunidad médica, no suele ser abordada adecuadamente debido a los múltiples estigmas y barreras que hay en torno a la misma y que provocan una falta "importante" de adherencia.
Y es que, de los que toman la medicación prescrita por el médico en la primera consulta, el 40% la abandona en el primer mes y el 60% a los seis meses. Una de las causas de este abandono son los efectos secundarios que, tal y como ha reconocido Lahera, aunque sean transitorios no son comentados por los médicos, haciendo que el paciente deje de tomarlo al notarlos.
"A veces nosotros tenemos la culpa de que no se cumpla el tratamiento porque no hemos dado la confianza necesaria al paciente, por no le hemos ofrecido continuidad de terapia o porque no le hemos explicado los efectos secundarios que suelen tener estas terapias y que son transitorios", ha recalcado el experto, para avisar de que la complejidad de algunos tratamientos favorece también la no continuidad del tratamiento.
A todo ello se suman las recaídas, las cuales también dificultan el correcto abordaje de la enfermedad y, por ende, la adherencia a las terapias. De hecho, el vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y jefe de servicio de Psiquiatría del Grupo HM, Luis Caballero, ha informado de que cada episodio depresivo incrementa sustantivamente la probabilidad de una recurrencia posterior, tanto que cuando se dan de dos hay un 70% de posibilidades de tener otro y cuando se producen tres ya se considera que la enfermedad es crónica.
La importancia del tratamiento
En este punto, los expertos han destacado la importancia de los tratamientos farmacológicos e, incluso, de las terapias electroconvulsivas (TEC) que en los casos más graves están demostrando resultados "extraordinarios".
El tratamiento con antidepresivos consigue una remisión hasta en el 67% de los casos, aunque esto se consigue tras añadir otras tres líneas (farmacológicas o psicoterapias) ya que la respuesta a la primera línea de terapia es del 33%.
Ahora bien, cuanto antes se realice el diagnóstico, más efectivo será el tratamiento. "Si se trata desde el principio los episodios se acortan, son menos intensos y menos frecuentes, por lo que merece absolutamente la pena tratar a estos pacientes", ha argumentado Caballero.
Sin embargo, los expertos han avisado de que el uso de los antidepresivos suele llevar asociado un "importante" estigma. "Se sigue pensando que generan dependencia, cuando se ha demostrado que no, o de que son un tratamientos de por vida, y en muchos casos son así. También hay estigmas de los tratamientos psicológicos a pesar de que ayudan mucho a superar la enfermedad", ha aseverado Lahera.
Pero no sólo se dan los estigmas en el tratamiento, sino que también entre los propios pacientes, ya que se suele creer que la depresión es una señal de "debilidad" o de que el paciente "no pone suficiente de su parte" para superarla. "También, y aunque afecta más a las mujeres, nos estamos dando cuenta de que los hombres se estigmatizan mucho más, lo que hace que no acudan a las consultas en busca de ayuda", ha apostillado el investigador en el Instituto Ramón y Cajal.
Los síntomas de la enfermedad
Por otra parte, los expertos han destacado la paradoja que existe en el hecho de que aunque hay un elevado infradiagnóstico de la enfermedad, existe también un sobrediagnóstico, debido a que muchas personas son diagnosticadas de la enfermedad cuando sólo tienen reacciones emocionales ante una adversidad, y aquellos que sí la padecen no son detectados tan fácilmente por la falta de tiempo en las consultas.
Se trata, a juicio de los expertos, de un problema si se tiene en cuenta que la depresión representa un tercio de todo el dinero invertido en enfermedades del sistema nervioso central y un 1%del PIB. Por ello, Caballero ha destacado la necesidad de conocer bien los síntomas: tristeza patológica, falta de energía, anhedonia (incapacidad para experimentar placer), alteraciones del sueño y del apetito, así como síntomas cognitivos como, por ejemplo, deterioro de la concentración o de la memoria.
"Muchos pacientes tienen también ideas suicidas. De hecho, es la enfermedad con la mayor tasa de mortalidad de la Psiquiatría. Es, por tanto, una alteración del entorno vital y de la regulación afectiva y se considera que está presente cuando los síntomas persisten durante más de 15 días", ha zanjado Caballero.
El 75% de los adolescentes depresivos sin tratamiento
El 75 % de los adolescentes depresivos no recibe tratamiento porque no han sido detectados o han sido infradiagnosticados, cuando hacer frente a los trastornos psíquicos como la ansiedad a edades tempranas sirve para prevenir que se desarrollen o agraven en la vida adulta.
Así lo ha destacado José Pedro Espada, presidente del comité organizador del I Congreso Internacional de Psicología Clínica y Salud en Niños y Adolescentes, que ha citado el estudio "Depression and suicide in children and adults", de Gary R. Maslow, Katheleen Dunlap y Richard J. Chung, de la Universidad de Duke (EEUU).
La laguna en el tratamiento de esos adolescentes se debe a una "falta de inversión" para afianzar la figura del psicólogo en la atención primaria con vistas a una detección precoz y evitar que se agrave, ha explicado Espada en la presentación del congreso.
Una depresión ligera en la infancia se convertirá en severa en la edad adulta, lo que supone un coste personal, social y económico, ha comentado. Así, ha insistido en la necesidad de intervenir en los problemas emocionales y de salud mental en la infancia, pues el 20 % de los niños padece ansiedad.
La profesora de Psicopatología del Desarrollo de la Universidad de Roehampton (Londres) Cecilia Essau ha asegurado que la ansiedad se forja a edades muy tempranas y, si no se trata, desarrolla otros trastornos de adultos como depresión y de tipo alimentario. La ansiedad provoca un rendimiento escolar menor y problemas de comportamiento en el entorno laboral y el familiar, por lo que la clave es la prevención, ha subrayado.