Pablo Iglesias, el profesor indignado que quiso "asaltar el cielo" para llegar al trono de La Moncloa
- Fundó Podemos en enero de 2014 y 5 meses después, sacó 5 eurodiputados
- Forjó su política en movimientos sociales y utilizó la televisión como plataforma
- Llegó a ser la 1ª fuerza en voto directo en el CIS pero ha bajado en los sondeos
Fecha y lugar de nacimiento: 17 de octubre de 1978 (Madrid).
Estado civil: Soltero.
Formación: Doctor en Derecho, CC. Políticas y de la Adminitración. Master en Humanidades y Comunicación.
Idiomas: Inglés e italiano. Aprende francés.
En menos de dos años, Pablo Iglesias ha pasado de ser un desconocido profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid a disputar el sillón de La Moncloa a partidos con más de 100 años de historia. La suya ha sido una meteórica carrera política forjada, primero, en movimientos sociales, ciudadanos y antiglobalización y en el activismo universitario y, después, en platós de televisión. En enero de 2014 Iglesias fundó Podemos y tan sólo cinco meses después, como cabeza de lista en las elecciones europeas, consiguió más de 1,2 millones de votos traducidos en cinco eurodiputados. Se convirtió en la gran revelación electoral y puso patas arriba al bipartidismo.
Fue entonces cuando el foco se fijó de lleno en este doctor en Derecho, Ciencias Políticas y de la Administración, y Master en Humanidades y Comunicación, que prometía "asaltar el cielo" y "acabar con la casta política" y al que los dos grandes partidos, que por primera vez en la historia de nuestra democracia no sumaron juntos el 50% de los votos en unos comicios, pasaron de mirar de reojo a mirar de frente. "Somos imparables", dijo entonces Iglesias, que dejó las aulas para hacer política en Bruselas, siempre pensando en su objetivo final: La Moncloa.
Comparte nombre con el fundador del PSOE y casi día de nacimiento- el histórico Pablo Iglesias nació el 18 de octubre de 1850 y el líder de Podemos, el 17 de octubre de 1978-. Sus padres, a los que considera sus referentes morales y políticos, se conocieron en la tumba del socialista. "No me llamo así por casualidad, con ese nombre no podía dedicarme a otra cosa", ha dicho el líder de la formación morada en más de una ocasión. Su padre es militante de IU y su madre, afiliada a CC.OO. Su abuelo fue un republicano represaliado por el franquismo que pasó cinco años en prisión y estuvo condenado a muerte. Lleva, por tanto, la izquierda en el ADN. Con tan solo 14 años se afilió a la Unión de Juventudes Comunistas, donde militó hasta los 21 años, y siempre ha admirado a Julio Anguita, una de sus referencias.
El catalizador de la indignación del 15M
El fundador de Podemos, con un nuevo lenguaje politico muy directo y una gran capacidad retórica, se presentó a sí mismo en 2014 como el catalizador de la indignación surgida en el 15M. Supo mezclar el ingrediente del enfado ciudadano con una altísima exposición mediática y, llevando esa indignación al prime time televisivo como agresivo tertuliano, elaboró una nueva receta en política inédita en España. Una estrategia que le hizo situarse el pasado mes de enero, según el barómetro del CIS, en un 23,9% en intención de voto en las elecciones generales y en la primera fuerza nacional en voto directo.
Pero lo cierto es que el efecto Podemos, muy focalizado en la figura de su líder, ha ido desinflándose a lo largo de este 2015, sondeo tras sondeo, y su intención de voto se sitúa, en la última encuesta del CIS de noviembre, en el 10,8% de cara a los comicios generales, por detrás de PP, PSOE y Ciudadanos, la otra fuerza política emergente que, con Albert Rivera a la cabeza, le está robando terreno electoral justo en los metros finales de la carrera. Precisamente, tras su primer encuentro televisivo con el líder de C's le llovieron las críticas a Iglesias por mostrarse algo cansado y por su pérdida de frescura. Iglesias, confeso admirador del Cholo Simeone, dice que va "partido a partido" para llegar al triunfo final.
Así, en su corta pero intensa carrera política, ya le ha dado tiempo a a casi todo. A llevarse alegrías y cosechar triunfos, como en las elecciones andaluzas de marzo, en las que Podemos irrumpió como tercera fuerza con 15 escaños, y en las municipales y autonómicas de mayo, tras las que el partido entró en 13 parlamentos regionales convirtiéndose en llave de gobierno en algunos y sus marcas electorales se hicieron con alcaldías tan importantes como Madrid y Barcelona; pero también a sufrir golpes en las urnas, como el fracaso en las últimas elecciones catalanas de septiembre, en las que su marca, Catalunya sí que es Pot, obtuvo unos pobres resultados. La gran ola en la que Iglesias surfeaba parece que ha ido perdiendo metros de altura, a juzgar por las encuestas.
Madurar políticamente y corregir errores en muy poco tiempo
Ha tenido que hacer frente, además, en muy poco tiempo, a feroces críticas por sus simpatías con el chavismo y el castrismo y por un estilo que sus detractores definen como 'populista'. También a varias crisis internas en Podemos. La peor, la salida de Juan Carlos Monedero del partido del que fue ideólogo y cofundador junto con Iglesias. El que fuera número tres de Podemos, íntimo amigo de Iglesias, dimitió tras criticar la deriva moderada que estaba tomando, en su opinión, la formación, junto con prácticas de la vieja política que precisamente criticaban. También, tras la polémica surgida por sus cobros como asesor en Venezuela por los que tuvo que hacer una declaración complementaria a Hacienda.
Hubo críticas internas a la dirección de Iglesias por las primarias para elegir al candidato a la Moncloa diseñadas, a juicio de algunos miembros del partido, para su triunfo seguro. Ya en su elección como secretario general de Podemos recibió reproches del otro aspirante, Pablo Echenique, que finalmente se retiró de la batalla no sin antes poner en cuestión el método de votación que, en su opinión, eliminaba toda competencia a Iglesias.
Ha tenido una relación de tira y afloja con la prensa y ha sabido reconocer errores de comunicación. También, exceso de soberbia y arrogancia en algunos momentos. Lo justifica todo en que su partido se ha visto obligado a actuar demasiado rápido y en poco tiempo. "Hemos tenido que correr y atarnos los zapatos a la vez", "hemos fruncido demasiado el ceño", "hemos pasado directamente a la NBA y los empujones y codazos son más fuertes" son algunas de las frases que Iglesias ha pronunciado en los últimos meses en los que ya como líder que aspira a gobernar España ha dejado las tertulias aunque sigue asomándose, y mucho, a los medios.
Iglesias, que se sitúa a sí mismo más cercano a la socialdemocracia que al comunismo y se define como "patriota", ha negado un viraje de su partido al centro político, aunque sí reconoce que es importante situarse en la "centralidad del tablero" para ganar unas elecciones generales. En sus intervenciones huye de la dicotomía izquierda/derecha en política y prefiere hablar "de los de arriba y los de abajo". Invita en sus mítines a los votantes del PP y del PSOE a sumarse a Podemos y lo hace con una cadencia y unas pausas en el discurso similares al rap (es fiel seguidor de Los chicos del maíz). Repite constantemente la palabra 'gente' y cierra muchos mítines con un lema que pone nombre al partido: "Podemos, claro que podemos". Eso sí, ya no utiliza tanto los términos "casta" y "empoderamiento", con los que llegó de inicio a la gente.
Declinó la invitación de la Zarzuela para asistir al desfile y a los actos oficiales de la Fiesta Nacional y no ha tenido reparos en desmarcarse de PP, PSOE y C's en asuntos de Estado como el pacto contra el terrorismo yihadista porque, a su juicio, la solución no pasa por la "venganza" y el pacto no escrito contra la deriva independentista de Cataluña, porque aboga por un referéndum. Iglesias se acerca más a los socialistas cuando se habla de pactos postelectorales, aunque no para apoyar un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez sino para que el PSOE apoye a su partido.
Dice Iglesias que al entrar en política y en la maquinaria que esta conlleva se pierde cierta pureza. "Quien quiera ser puro ideológicamente que no haga política. La política implica mancharse y asumir contradicciones", ha afirmado.
Amante de la literatura, el baloncesto y apasionado de Juego de Tronos
Amante de la literatura y el baloncesto, ha escrito cinco libros- Bolivia en movimiento. Acción colectiva y poder político, Multitud y acción colectiva postnacional, Desobedientes, Que no nos representan y Abajo el régimen- y más que conocida es su afición por las series. Sus preferidas son The Wire- que invitaba a ver a sus alumnos- y Juego de Tronos, pasión que quiso trasladar al rey Felipe VI regalándole en su primer encuentro los DVD de la saga de lucha de poder. Su otra gran pasión son sus programas de entrevistas 'La Tuerka' y de debate 'Fort Apache'.
No paga ni hipoteca ni alquiler porque vive en la que fuera la casa de su abuela en el madrileño barrio de Vallecas, del que preferiría no irse aún convirtiéndose en el presidente del Gobierno. A lo que no piensa renunciar "nunca" es a su coleta. Admitió quitarse el piercing de la ceja por recomendación de su equipo de campaña en las elecciones europeas, pero la coleta es sagrada. Dice que no quiere alejarse de la calle, que quiere saber qué piensa la gente de a pie y, de momento, a falta de Consejo de Ministros, le gusta conocer, además de la opinión de sus colaboradores y su equipo en Podemos, la de sus primos a través del grupo de Whatsapp familiar. "Me dan mucha caña y yo les escucho mucho", ha dicho, porque es un buen "reflejo sociológico".
Celoso de su vida privada, Iglesias critica que a nuevos líderes políticos como él o Albert Rivera los medios no les respeten lo mismo en relación a este ámbito. Le molestó y mucho que la prensa indagara en su relación sentimental con Tania Sánchez, exdiputada en Madrid de IU y ahora integrante de la lista de Podemos para las elecciones generales. Lo cierto es que fueron ambos los que, en pleno recuento electoral de las elecciones andaluzas, anunciaron vía facebook su ruptura.
"Un tiempito" es lo que quiere estar el secretario general de Podemos en política. "Ocho años o ni eso", dice. No la concibe como forma de vida y se niega a tener "esa relación de cocainómanos" que establecen algunos políticos con el poder. Confiesa que cuando ve la sesión de control del Congreso de los Diputados piensa "hostia, me voy a tener que pasar ahí la vida", pero cree necesario que Podemos esté representado en el "nuevo escenario" que dejarán las urnas el 20D.
La lista de Iglesias: núcleo duro de Podemos y fichajes estrella
"Ciudadanos normales que quieren cambiar el Parlamento y el Gobierno". Así ha presentado Iglesias a quienes le acompañarán en las listas electorales para el Congreso y el Senado, 24 hombres y 20 mujeres. Se ha rodeado de los principales dirigentes de Podemos como la secretaria de Análisis Político y Programa, Carolina Bescansa, y el secretario Político, Iñigo Errejón , que ocuparán los números 2 y 3 respectivamente de la lista por Madrid, además de la responsable de coordinación de áreas, Irene Montero; el de Sociedad Civil, Rafael Mayoral; el secretario de Organización, Sergio Pascual.
Podemos ha hecho fichajes estrella independientes, entre los que destacan el exjefe del Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez, el magistrado Juan Pedro Yllanes, que iba a juzgar como presidente del tribunal el caso Nóos; la jueza progresista Victoria Rosell, el profesor universitario y hermano del exministro de Cultura Juan Pablo Wert, el filósofo y escritor marxista Santiago Alba Rico, la actriz Rosana Pastor y el juez Josep Lluís Albiñana.
Además, el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo y el exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) José Manuel Gómez Benítez fueron anunciados como integrantes de las listas de Podemos para las generales pero finalmente no formarán parte de la candidatura por "motivos personales". También se retiraron a última hora los líderes jornaleros Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Iglesias no pudo convencer al candidato de IU, Alberto Garzón, que rechazó unirse a la formación morada. Garzón abogaba por confluir juntos bajo un nuevo paraguas, mientras que Iglesias solo contemplaba ir como cabeza de lista de Podemos. Se da la paradoja de que ambas formaciones concurren juntas en comunidades como Cataluña y Galicia bajo las coaliciones En Comú Podem y En Marea, respectivamente. En Valencia Podemos se une a Compromís para las elecciones generales.